El comisario europeo de Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, instó este jueves a las grandes economías como Argentina, Brasil, India o Turquía a presentar cuanto antes sus contribuciones a la reducción de emisiones del efecto invernadero de cara a la cumbre climática de París, la COP21, que tiene prevista celebrarse a finales de noviembre de este año.
En una rueda de prensa del jueves, apenas 100 días antes de la organización de la conferencia sobre el cambio climático de París, Cañete expuso la actitud y las expectativas de la Unión Europea (UE) sobre dicho evento.
Señaló que la UE apoyará un acuerdo de la ONU para limitar el calentamiento global sólo si el pacto es legalmente vinculante e incluye revisiones habituales para asegurar que las palabras se convierten en hechos. Con sólo 10 días previstos para las negociaciones formales antes de que comiencen las conversaciones en París, los preparativos son dolorosamente lentos, según el comisario.
Desde finales del año pasado hasta ahora, 56 países que representan el 61 por ciento de las emisiones globales han comprometido sus objetivos de reducción de emisiones, incluyendo tanto las pontecias como las naciones menos desarrolladas. No obstante, todavía faltan más países, como Brasil e India, del Grupo de los 20 (G20). El comisario europeo de Energía y Clima, instó a estos y otros gobiernos "clave del G20", a enviar sus promesas a la ONU sin retraso.
"Los mayores emisores como China, Estados Unidos, y la UE han mostrado sus compromisos, y también lo han hecho algunos países más vulnerables en Africa, el Caribe y el Pacífico. Lamentablemente a nivel global, menos de una cuarta parte de las naciones han presentado sus documentos de reducción de emisiones. Lo que estamos haciendo es urgir a los países del G20, como Argentina, Brasil, Turquía, Arabia Saudí, Sudáfrica, India e Indonesia, a presentarse con propuestas ambiciosas."
La UE tiene mucha más expectativa sobre un acuerdo firmado en la Conferencia de París, porque el firmado en la conferencia de 2009 celebrada en Copenhague, Dinamarca, casi no tiene nada de fuerza de obligatoriedad.
Cañete calificó la cumbre que se celebrará en París como "un hito para afrontar el cambio climático", y expresó que la UE ha depositado mucha esperanza en dicho evento.
"Primero, necesitamos un acuerdo de alto nivel. Los países con más capacidades y responsabilidades deben cumplir los compromisos de reducción de emisiones más ambiciosas. También urgimos que todos los grandes emisores participen en este acuerdo. Segundo, se debe tener una revisión dinámica sobre la meta de reducción, porque tanto los científicos como la ONU han indicado la diferencia entre el acuerdo y la realidad."
Cañete también propuso una meta intermedia en 2050 para la reducción de las emisiones en un 60 por ciento respecto a 2010, más el objetivo de cero emisiones virtuales para el remoto 2100 para la UE. Además, pidió las normas internacionales "transparentes y de rendición de cuentas".
Aunque la UE y las naciones en desarrollo están entre aquellos que instan a que haya un texto vinculante internacionalmente, otros, como Estados Unidos, sólo quieren una obligación de cumplimiento nacional. Cañete agregó que las conversaciones de París tienen que ser diferentes a las de Copenhague e incluir a países que representen en conjunto, al menos un 80 por ciento de todas las emisiones, más que sólo un pequeño grupo de naciones.
Aunque las negociaciones sobre el clima son "extremadamente difíciles", Cañete ha confiado en que habrá "acuerdo de último minuto" porque "hay voluntad política" y todos los países son conscientes del gran desafío que representa el cambio climático, aunque hay que ser realista. En todo caso, consideró "buena" la idea del Gobierno francés de invitar a los jefes de Estado para "estar allí" para que den "señales políticas muy claras a los ministros de que hay que llegar a un resultado político ambicioso".