China destaca rol antifascista en II Guerra Mundial
Se ha organizado una investigación sobre las pérdidas humanas y materiales de China en la guerra de resistencia contra la invasión japonesa que dura diez años y unas 600.000 personas empezaron en octubre de 2004 a participar en la investigación.
2015-07-15 09:56:46 CRI
Los estudiosos chinos subrayaron este martes la gran pérdida de vidas y propiedades de China en la Guerra de Resistencia contra la Invasión Japonesa, resaltando el rol antifascista del país en la Segunda Guerra Mundial (II GM) con hechos y datos históricos.

El exsubdirector del Centro de Investigación de Historia del Partido del Comité Central del Partido Comunista de China, Li Zhongjie, dijo este martes en una conferencia de prensa que este centro ha organizado una investigación sobre las pérdidas humanas y materiales de China en la guerra de resistencia contra la invasión japonesa:

"Esta investigación dura diez años y unas 600.000 personas empezaron en octubre de 2004 a participar en la investigación."

Los investigadores realizaron enormes estudios de campo, visitaron a testigos y académicos de toda China y recabaron información archivada en Estados Unidos, Rusia y Japón.

De acuerdo con la investigación, 173 masacres sangrientas de más de 800 personas fueron cometidas por los agresores japoneses durante la guerra.

El director del Instituto de Historia Contemporánea de la Academia de Ciencias Sociales de China, Wang Jianlang, dijo en la misma conferencia de prensa que "las fuerzas armadas chinas mataron, hirieron y capturaron a más de 1,5 millones de oficiales y soldados japoneses en la Guerra contra Japón."

Wang precisó que durante los 14 años de guerra, China sufrió un total de 35 millones de bajas militares y civiles. Las bajas militares superaron los 3,8 millones, cifra que representa una tercera parte de las de todos los países en la II GM.

La pérdida de propiedades sufrida por el pueblo chino está valorada oficialmente en más de 100.000 millones de dólares, usando la tasa de cambio de 1937, indicó Wang, agregando que las pérdidas económicas indirectas llegaron "hasta los 500.000 millones de dólares".

Ya en el septiembre pasado, un paquete de libros que da detalles sobre las víctimas y las pérdidas de propiedad chinas en la guerra contra la agresión japonesa fue dado a conocer luego de 10 años de investigación de campo.

La colección de 300 volúmenes será publicada en el país y en el extranjero sucesivamente. Los libros incluyen reportes especiales sobre temas históricos determinantes, como la guerra biológica y las "mujeres de confort", quienes fueron obligadas a la esclavitud sexual por soldados japoneses durante la guerra de 1931 a 1945.

Además de esto, las autoridades chinas han comenzado los trabajos de renovación de una fosa común de mineros chinos a los que las tropas niponas sometieron a trabajos forzados durante la II Guerra Mundial.

A inicios de octubre, los trabajadores iniciaron las reparaciones de los monumentos conmemorativos levantados en 1968 sobre las ruinas del lugar del entierro en la ciudad de Fuxin, provincia nororiental de Liaoning.

Durante la ocupación nipona en las décadas de los 30 y 40 del siglo pasado, las tropas japonesas forzaron a decenas de miles de chinos procedentes de diferentes lugares del país a trabajar en minas de carbón de Fuxin. Muchos de los mineros murieron en constantes accidentes por la falta de medidas de protección o por la elevada intensidad de los trabajos.

Por otra parte, según un comunicado de prensa dado a conocer este lunes por el Ministerio de Relaciones Exteriores de China, el gobierno chino ha demandado que Japón acelere la destrucción de armas químicas abandonadas en China durante la II Guerra Mundial, tras una operación de eliminación que terminó el mismo día en la provincia central china de Hubei.

Un total de 264 armas químicas han sido destruidas en Wuhan, capital de la provincia de Hubei, desde diciembre de 2014. Estas armas fueron dejadas en las provincias de Hubei, Hunan y Henan tras la II Guerra Mundial.

Japón abandonó por lo menos dos millones de toneladas de armas químicas en alrededor de 40 ciudades de 15 provincias chinas al final de la II Guerra Mundial, la mayoría en las provincias nororientales de Heilongjiang, Jilin y Liaoning.

Conforme a la Convención sobre la Prohibición de Armas Químicas y el memorándum sobre destrucción de armas químicas abandonadas firmados por China y Japón en 1999, Japón ofrecerá todos los fondos, técnicas, expertos e instalaciones que resulten necesarios, y China proporcionará su asistencia.

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