El sociólogo y analista político catalán, Aníbal Garzón, dijo la semana pasada en una entrevista con la prensa que actualmente emerge un mundo multipolar, donde la unilateralidad de Estados Unidos y sus socios de la Unión Europea está perdiendo hegemonía frente a potencias como China y Rusia.
Garzón indicó que la decadencia actual de Estados Unidos, imperio que controló América Latina durante todo el siglo XX con la aprobación jurídica del Corolario Roosevelt en 1904 legitimando sus injerencias, da una pequeña válvula de escape a América Latina, tanto en sus decisiones nacionales como en sus relaciones internacionales.
El experto en estudios sobre Latinoamérica reconoció que países como Venezuela, Ecuador, Bolivia, entre otros, han fortalecido con sus gobiernos de democracias populares las relaciones con potencias como Rusia y China, para que de esta manera la dependencia con Estados Unidos no siga bajo directrices asimétricas.
"Ese grado de independencia de Latinoamérica diciéndole al imperio estadounidense no en proyectos neoliberales condicionantes como el Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA)", precisó.
Sin embargo, "eso no quiere decir que la región haya roto con su estructura histórica dependiente de exportación de materias primas a favor del productor soberano de manufacturas, bienes y servicios".
El también editor de Kaos en la Red de España, recordó que de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) China ha invertido en la región, pero la mayoría de la inversión está enfocada en la extracción de materias primas, no en la elaboración de productos industriales en suelo latinoamericano.
"Si América Latina sigue dependiendo de un mercado externo con funciones extractivas, su soberanía nacional es limitada", reflexionó el maestro en Desarrollo Internacional por la Universidad Politécnica de Cataluña.
Al ser consultado sobre sí Latinoamérica dejó de ser el patio trasero de Estados Unidos pues está siendo tomado en cuenta por naciones desarrolladas, indicó que la región ha estrechado lazos en temas mercantiles y económicos con China y Rusia, inversiones en minería y venta de materias primas, "por eso puede decirse que venció limitaciones de ser un patio trasero".
Sin embargo, en lo que se refiere a relaciones políticas, el sur sigue dominado por Estados Unidos, no se pueden olvidar las decenas de bases militares que tiene en la región, ocho solamente en Colombia, justificando sus injerencias como lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.
Además del apoyo de Estados Unidos a crear un eje neoliberal en América Latina como es la Alianza del Pacífico, también da su apoyo en los golpes de Estado y sus injerencias mediante la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), contra los gobiernos populares de Ecuador, Venezuela, Bolivia, Paraguay y Honduras.
Ahora está con el golpe económico actual de los "fondos buitre" contra el gobierno de Argentina. Todavía los países de América Latina para comercializar a nivel internacional, incluso entre ellos mismos, hacen uso del dólar como moneda de cambio y eso sigue generando una dependencia del Sur con el Norte.
Destacó que sí bien hay nuevas propuestas alternativas regionalistas como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP), el Mercado Común del Sur (Mercosur), e incluso los BRICS, siendo miembro el motor emergente de Brasil junto con India, Sudáfrica, China y Rusia, aún no se puede decir que se haya roto del todo con la dominación estadounidense.
De esta manera, prevé que "es un proceso lento", que espera conseguir su objetivo como segunda independencia de América Latina, finalizó Garzón.