Sin embargo, los miembros del parlamento alemán se mostraron escépticos y cuestionaron a Draghi sobre su plan.
A pesar de ello la visita del presidente del BCE fue muy bien recibida por los políticos alemanes, tanto los del partido en el poder como los de la oposición, ya que ambos consideraron que este acto contribuye al restablecimiento de la confianza.
Luego de la conversación con los parlamentarios, Draghi, junto con Norbert Lammert, presidente del Bundestag, ofrecieron una rueda de prensa en la que el primero manifestó que su visita favorecería al establecimiento de confianza.
Por su parte, Lammert transmitió opiniones similares al expresar que esta reunión contribuiría a resolver las preocupaciones sobre las acciones del BCE y ayudaría a entender la estrategia del BCE.
Por la tarde del mismo día, Draghi sostuvo una reunión de más de 2 horas con unos 150 parlamentarios alemanes miembros de varios comités como el de propuesto federal y el de asuntos financieros y europeos.
Ante ellos, Draghi dio un discurso de 10 minutos, explicando detalladamente las medidas tiene el BCE ante la crisis de euro, especialmente el nuevo programa de compra de deuda anunciado por la institución.
En su intervención, Draghi indicó que mantener la estabilidad monetaria es la tarea prioritaria para el BCE, y la compra de deuda de los países en apuros financieros no se traducirán en más inflación.
Refirió que el mercado financiero ya se encuentra en una situación crítica, por lo que es necesario comprar la deuda de los países muy endeudados, para salvaguardar la estabilidad de precios en el futuro.