El aumento en la fuga de petróleo en el Golfo de México es una prueba para la administración Obama
El presidente de EE.UU., Barack Obama, advirtió sobre un "desastre ambiental enorme y potencialmente sin precedentes" y dijo que su administración ha montado una "respuesta implacable" ante el derrame de petróleo provocado por el hundimiento de una plataforma petrolífera en el Golfo de México.
Save and Share Tamaño de texto   2010-05-03 17:23:17 CRI

A medida que se extiende la influencia de la fuga del petróleo por el Golfo de México, el gobierno estadounidense también presta cada día más atención al accidente. El presidente del país norteamericano, Barack Obama, visitó el Golfo de México la tarde del dos de mayo, para tratar el asunto. Los expertos señalaron que el derrame de petróleo provoca graves efectos en el medio ambiente, y al mismo tiempo los analistas están evaluando la influencia de tal situación en la administración Obama.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, advirtió sobre un "desastre ambiental enorme y potencialmente sin precedentes" y dijo que su administración ha montado una "respuesta implacable" ante el derrame de petróleo provocado por el hundimiento de una plataforma petrolífera en el Golfo de México.

Obama se reunió con funcionarios locales, estatales y federales involucrados en los esfuerzos de limpieza frente a la costa de Louisiana, la región más cercana afectada por el enorme derrame ocasionado por el hundimiento de la plataforma petrolífera en Deepwater Horizon. Admitió que aun con la "tecnología más avanzada disponible", el derrame no podrá ser detenido en varios días.

"No descansaré y ninguno de los hombres y mujeres que están aquí van a descansar o a estar satisfechos hasta que la fuga sea detenida desde su origen, el petróleo en el Golfo sea contenido y limpiado, y la gente de esta región pueda regresar a sus vidas y recupere sus formas de sustento", dijo.

Aunque Obama visitó el lugar del accidente, hasta ahora, no se ha logrado ningún avance sustancial en la recuperación.

El 20 de abril ocurrió una explosión en la plataforma Deepwater Horizon, localizada a unos 42 kilómetros al sureste de Venice, Louisiana. Once trabajadores murieron en el incidente. La plataforma petrolífera, propiedad de Transocean y alquilada por Petrolera Británica (BP, siglas en inglés), se hundió el 22 de abril tras arder durante aproximadamente 36 horas y la fuente sin explotar está derramando petróleo en el Golfo de México. Cerca de 1,6 millones de galones de petróleo se derramaron desde la explosión, según la Guardia Costera. Los expertos advirtieron que si continua expandiéndose la superficie de petróleo, será afectada la zona costera del este de EE.UU., incluyendo los estados de Louisiana, Alabama y Florida.

Están mostrándose los afectos negativos del accidente en el medio ambiente y la economía. Expertos estadounidenses manifestaron que será el derrame petrolero más grave del país desde el año 1998 y agregaron que si no se puede controlar la situación, la influencia ambiental será más dura. La muerte de los organismos marinos y el cambio de la superficie del océano, provocados por el petróleo derramado, golpearán severamente a las industrias de la pesca, el turismo y la navegación, lo que empeora a dicha región que ha sido afectado por la crisis financiera internacional y que afronta dificultades en la recuperación económica. Los pescadores y trabajadores del sector turístico local del Golfo de México se preocupan mucho por esto y por el momento, existen empresas de pesca que han llevado a juicio a BP, pidiendo la indemnización de 5 millones de dólares.

Lo más estresante para la administración de Obama consiste en que la preocupación del accidente se ha convertido en críticas al gobierno. Incluso algunos lo compararon con el desastre del huracán "Katrina", ocurrido en 2007. Los críticos señalaron que al principio del accidente, los departamentos correspondientes no pudieron hacer una evaluación exacta de las consecuencias de la crisis, no concedieron suficiente importancia al tratamiento del accidente, y no tomaron las medidas enérgicas para contener la fuga petrolera. Por su parte, el presidente Obama no ha prestado mucha atención al asunto, y cinco días después envió a los funcionarios pertinentes al Golfo de México. Lo peor es que el gobierno estadounidense eludió la responsabilidad. Janet Napolitano, secretaria de seguridad nacional de EE.UU., afirmó el propio dos de mayo que aun cuando el gobierno estadounidense está cooperando con BP para tratar la crisis, a juicio del ámbito legítimo, es BP quien debe asumir la responsabilidad de limpiar el petróleo derramado. Añadió que el gobierno ha tomado las medidas positivas al principio del accidente y que el empeoramiento se debe al "desarrollo del suceso".

Los analistas indicaron que no se debe despreciar la influencia negativa de la fuga del petróleo al gobierno de EE.UU. La visita del presidente Obama al Golfo de México tiene el propósito de recuperar su popularidad entre el público. El accidente pone a prueba la capacidad de tratamiento ante emergencias de la administración de Obama. Si no se pueda controlar el derrame en un periodo corto, crecerán las críticas al gobierno estadounidense.

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