El sueño olímpico de He Zhenliang

2008-12-18 16:04:42  spanish

Con la exitosa celebración de los Juegos Olímpicos del 2008 en Beijing, China vio cumplido un sueño que llevaba un siglo acariciando. Los chinos siempre asociarán el largo camino hacia la culminación de este sueño con su compatriota He Zhenliang, quien debido a sus valiosas aportaciones a la designación de Beijing como ciudad organizadora de los Juegos de la XXIX Olimpiada es considerado uno de los grandes impulsores del olimpismo en China. No obstante, para He Zhenliang el cumplimiento del sueño olímpico de los chinos es fruto del paso del tiempo y su mérito radica únicamente en haber estado en el lugar adecuado en el momento oportuno. En nuestro programa de hoy, He Zhenliang repasa el modo en el que la suerte o la casualidad han determinado su relación con las Olimpiadas.

La vinculación de He Zhenliang con las Olimpiadas empezó en 1952, año en que formó parte como intérprete de la delegación china participante en los Juegos celebrados en Helsinki, capital de Finlandia. Este fue el primer contacto de China y del propio He Zhenliang con las Olimpiadas.

"Recibimos la invitación en la jornada inaugural los Juegos Olímpicos. Cuando los cuarenta miembros de nuestra delegación llegamos a Helsinki, solamente faltaban cinco días para que se terminaran. Esta fue la primera vez que los deportista de la República Popular China participaron en unas Olimpiadas."

En reconocimiento a su excelente desempeño en los Juegos Olímpicos de Helsinki, en 1955 He Zhenliang fue destinado a la FDTC (Federación Deportiva de Toda China), donde pasó a encargarse de las relaciones exteriores, lo que le permitió estrechar sus relaciones con el movimiento olímpico. Pero el regreso de China a la gran familia olímpica no fue fácil. En vista de la negativa del COI (Comité Olímpico Internacional) a aceptar el principio de una sola China, en 1958, la FDTC rompió sus relaciones con dicho comité. La reanudación de los contactos entre ambas partes se produjo en 1978, año en que China empezó a aplicar su política de reforma y apertura al exterior.

En 1979, Deng Xiaoping declaró que China debería no solo ingresar en el COI, sino participar en los Juegos Olímpicos e incluso organizarlos. Estas declaraciones del gran líder chino conmovieron a He Zhenliang, quien a sus 50 años ocupaba los cargos de subsecretario general de la FDTC y del COC (Comité Olímpico de China). Fue también en 1979 cuando, gracias a sus esfuerzos y a los de sus colegas, China recuperó el lugar que le correspondía legítimamente dentro del COI. En 1981, He Zhenliang fue elegido miembro del COI, para en 1989 ser nombrado vicepresidente, el cargo de mayor rango desempeñado por un ciudadano chino dentro de esta organización deportiva internacional. Una de las constantes de la carrera de He Zhenliang ha sido el deseo de que China organizara unos Juegos Olímpicos.

"Para China, la significación de organizar unas Olimpiadas no se limita a los aspectos puramente deportivos, puesto que su celebración marca un hito en la historia de la nación."

A principios de la década de 1990, el sueño olímpico de He Zhenliang avanzó un nuevo paso hacia su cumplimiento. En la ceremonia de clausura de los XI Juegos Deportivos de Asia, disputados en 1990 en Beijing, un grupo de espectadores alzó una pancarta en la que expresaban su deseo, compartido por todos los chinos, de que la capital del país albergara unas Olimpiadas. Un año más tarde, el Gobierno chino decidió apoyar la candidatura de Beijing a la organización de los Juegos Olímpicos del 2000. He Zhenliang, presidente del COC, fue designado vicepresidente permanente de la Comisión de la Candidatura de Beijing. Durante los tres años siguientes viajó por los cinco continentes, recorriendo una distancia equivalente a dar diez vueltas al mundo. A pesar de la dureza de su trabajo, He Zhenliang no se quejaba ni arrepentía de nada.

"No combato solo. Si siguieran todo el proceso de elección de la ciudad organizadora, comprobarían que todos los departamentos apoyan nuestro trabajo al máximo y sentirían que 1300 millones de compatriotas están esperando los resultados. Entonces uno se da cuenta de que no lucha solo, de que tiene detrás a toda una poderosa colectividad apoyándole. En tales circunstancias, el entusiasmo y la pasión logran mitigar el cansancio físico y mental."

Sin embargo, a la candidatura de Beijing le faltaron dos votos para triunfar. Como es natural, He Zhenliang se sintió muy abatido.

"Al volver de Monte Carlo, reflexioné sobre el porqué de la derrota de nuestra candidatura. Finalmente llegué a la conclusión de que la principal causa era que nuestro país aún no era suficientemente poderoso. Si nos dieran más tiempo, el necesario para construir un país mejor y más influyente en el mundo, tendríamos más probabilidades de que nuestra candidatura ganara."

En 1998, se iniciaron oficialmente los trabajos para solicitar la organización de los Juegos Olímpicos del 2008. He Zhenliang, de 63 años, fue nombrado asesor de la Comisión de la Candidatura de Beijing. Después de tres duros años de trabajo, el 13 de julio del 2001, Juan Antonio Samaranch, presidente del COI, proclamó la victoria de la candidatura de la capital china. En aquel histórico momento, He Zhenliang, convertido ya en un anciano de pelo blanco, no pudo contener las lágrimas. En su opinión, el sueño olímpico de la nación china terminó haciéndose realidad gracias a la política de reforma y apertura.

"No puede negarse que los organizadores de las Olimpiadas de Beijing se han esforzado al máximo; pero también es verdad que la clave de este éxito está en la política de reforma y apertura al exterior. Sin ella, no habríamos logrado que todo el mundo coincidiera en que los Juegos Olímpicos de Beijing fueron un éxito sin precedentes y excepcional."

Los Juegos de la 29ª Olimpiada se inauguraron el 8 de agosto del 2008 en el Estadio Nacional de China, conocido popularmente como el "Nido de Pájaro", con una ceremonia cuya magnitud y brillantez impresionaron a todo el mundo.

En esa fecha, el sueño se convirtió en realidad. Sentado en la tribuna presidencial, contemplando el cielo iluminado por los fuegos artificiales y compartiendo la alegría que vivía todo el estadio, He Zhenliang se mostraba tranquilo.

"Muchas personas me preguntaron qué sentía en aquellos momentos. Lo que sentía era la tranquilidad de saber que, finalmente, después de cien años, los chinos veíamos realizado nuestro sueño; un sueño que no se limita al ámbito olímpico, sino que forma parte del sueño de fortalecer nuestro país. En este sentido, el cumplimiento del sueño olímpico marca el inicio del futuro desarrollo de China."

Desde la juventud a la vejez, He Zhenliang, a lo largo de una vida marcada por el afán de traer las Olimpiadas a China, ha sido testigo de la emergencia del gigante asiático en el escenario mundial. Al echar una mirada retrospectiva al camino recorrido durante medio siglo para hacer realidad este sueño, He Zhenliang atribuye todos los méritos a la época en la que le ha tocado vivir.

"Tengo buena suerte y mejor suerte que los demás. Mi trabajo se ha visto coronado por un gran éxito situado en este periodo histórico tan especial, el mismo periodo en el que me encuentro yo. Por eso mi trabajo me ha salido bien y puedo decir que tengo mejor suerte que los demás."

He Zhenliang, actual presidente de la Comisión de Cultura y Educación del COI, sigue viviendo ocupado con su sueño olímpico.