
A fin de dar la bienvenida a los visitantes provenientes de diversos lugares del mundo, durante los Juegos Olímpicos de Beijing, las autoridades turísticas de la capital china han puesto a disposición de los turistas extranjeros una modalidad de hospedaje en casas familiares, denominada "familia olímpica", para que estos turistas puedan vivir una experiencia especial de la vida cotidiana en viviendas tradicionales de Beijing. En este espacio, nuestra reportera Wu Xiaohong nos llevará a visitar a una de estas familias olímpicas, que vive en la callejuela Qianmachang del distrito Xicheng de Beijing.
Alrededor de la antigua Calle de Gulou, o Torre del Tambor, se encuentran muchos hutong, palabra que se traduce como "callejuela" en el chino mandarín. Cada una de estos hutong tiene un nombre e historia particulares, por ejemplo, Mao'er Hutong, la callejuela del gorrito, Mianhua Hutong, la callejuela del algodón, etc. Li Xiushi, propietaria de una tradicional casa con patio que cuenta con una historia de 150 años y una superficie de más de 300 metros cuadrados, ha atendido a cerca de 20 turistas extranjeros desde la inauguración de los Juegos Olímpicos.
Antes de retirarse, Li Xiushi, actualmente con 81 años, fue médica en una universidad. Desde sus 6 años, ha vivido en esta casa con patio. Al enterarse del proyecto "familia olímpica", la anciana mandó a su hija Wang Kejun a presentar la solicitud para participar.
"Empezamos a esperar la respuesta desde el mes de abril, sobre todo, mi mamá. No todas las familias solicitantes acaban obteniendo este honor. Mamá me dijo que se siente muy contenta de poder tener la posibilidad de ser parte de las familias olímpicas a esta edad. Me preguntaba cada día sobre la respuesta a la solicitud. Un día de julio, el director de la Administración Municipal de Turismo vino a mi casa y le otorgó la placa de familia olímpica a mi mamá. Desde entonces, hemos hecho todo lo posible para acomodar las habitaciones. "
A fin de brindar más facilidades y comodidad a los turistas extranjeros, han instalado un baño independiente, aire acondicionado y acceso a Internet en todas las habitaciones. Con base en los recuerdos de la anciana, se han restaurado la apariencia y decoración interior del patio. Han incorporado a la decoración un toldo hecho de estera de caña y poste de bambú, un estanque con peces, un granado, varios tipos de pajarera, flores y hierbas, etc. También han invitado a un experimentado pintor artesanal para decorar la viga y el techo. Todos estos elementos evocan el sabor de la Beijing tradicional. Wang Kequn nos comenta:
"Tenemos diez habitaciones que estaban vacías y, a diferencia a muchas casas viejas, nuestro patio está entero. Aprovechando este recurso, hemos atraído a muchos visitantes y huéspedes extranjeros. Hemos conservado un viejo rickshaw y una carroza pintada de flores. En cada habitación hay una cama estilo zen, la cual, en realidad servía de sofá en la antigua China. Esperamos que a los turistas extranjeros les guste la cultura china."
Tras enterarse de que había obtenido el honor de ser una familia olímpica, la anciana Li Xiushi empezó a aprender inglés con un manual de su nieto.
"Intento aprender más. Pero como ya tengo 81 años, no puedo aprender de memoria más que una frase al día. Puedo decir en inglés, bella, bienvenido, etc, y en japonés, hola y chao. E incluso, unas palabras rusas, y nada más. "
El 8 de agosto, día de inauguración de los Juegos Olímpicos de Beijing, 2 franceses y 4 suecos se alojaron en la casa de Li Xiushi. Wang Kejun colocó el televisor debajo del toldo, e invitó a los huéspedes a ver juntos la ceremonia inaugural disfrutando de té verde, sandías, y pasabocas. Wang dijo que se sintió muy orgullosa por la magnífica ceremonia inaugural y que los amigos extranjeros también la elogiaron incesantemente.
En pocos días, la casa de Li Xiushi había atendido a 15 turistas extranjeros provenientes de países como Nueva Zelanda y Holanda. Pamela Kane y sus amigos llegaron el 4 de agosto a Beijing para acudir a las competiciones olímpicas. A fin de facilitar sus desplazamientos por la ciudad, trajo su bicicleta consigo a Beijing. Sin embargo, desde su llegada, no ha tenido necesidad de usarla, ya que el metro de la ciudad funciona de manera muy eficiente y fluida.
"Me gusta mucho alojarme aquí. Me siento muy cómoda, como en mi propia casa. "
Odette Reich y su marido vienen de Holanda. Además de asistir a las competencias, también tienen planes de ver de cerca a los osos panda y disfrutar de la cocina de Sichuan en Chengdu y conocer lo moderno de China en HongKong, Macao y Shanghai.
"Alojándome en un tradicional patio como éste, me siento muy contenta. Me da gusto alojarme con esta gran familia. Ellas son muy amistosas. De vez en cuando hablo con ellas algunos temas de culturas extranjera y china. La ventaja de hospedarme aquí es que los hoteles son todos iguales, y la familia olímpica es única. Aquí se puede conocer in situ la vida, las costumbres y la tradición cultural de los ciudadanos comunes. "
Según las medidas fijadas por las autoridades, el precio de alojamiento por día en una casa de familia olímpica oscila entre los 50 y 80 dólares norteamericanos. Pero a Li Xiushi no le importa cuánto es el ingreso. Expresó que se siente satisfecha de poder comunicarse con los jóvenes provenientes de todo el mundo.
"Estoy muy pero muy contenta. Siempre me han gustado los jóvenes, aunque ya estoy vieja. Me siento contenta al ver a esos jóvenes tan dinámicos. Al principio, la Administración Turística me preguntó cuánto quería cobrar. Les dije que no me importa. Soy china. Es natural que quiera hacer mi contribución a la nación. Si no me pagan, también les doy la bienvenida." |