Durante los XXIX Juegos Olímpicos, en el Centro de Servicio Multilingüe fundado por el Comité Organizador de la Olimpiada de Beijing, centenares de voluntarios proporcionan a atletas, entrenadores, funcionarios y turistas extranjeros servicios de información telefónica en inglés, francés, árabe... en fin, decenas de idiomas. En fecha reciente, nuestro reportero Zhang Jie siguió los pasos a Liu Qing, una intérprete voluntaria de japonés, tratando de compartir su jornada laboral como voluntaria.
Liu Qing es una post-graduada de segundo año de Filología Japonesa, por la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing. Cada día a las ocho de la mañana aparece en la oficina. Lo primero que hace es encender la computadora y ponerse a trabajar. Como no encuentra muchas llamadas esta mañana, se decide a hablar con el reportero sobre su trabajo como voluntaria.
"Creo que ser una voluntaria es un hecho muy significativo. Después que uno se gradúa de la universidad y empieza a trabajar, es imposible conseguir un horario fijo para hacer los trabajos de voluntaria. Además, China ha esperado tanto para celebrar una olimpiada....Esta es una oportunidad muy valiosa."
Para hacerse voluntaria, Liu Qing abandonó su plan de volver al pueblo natal en la provincia de Shangdong a reunirse con sus padres y viajar junto con su familia. A propósito, afirma:
Por ser estudiante tengo pocas oportunidades de volver a casa, salvo en las vacaciones de verano e invierno. Este año, después de la Fiesta de Primavera, no he vuelto a casa ni una vez. Mis familiares me echan de menos, porque una voluntaria no tiene tiempo para regresar a casa. En las vacaciones anteriores, solía salir de viaje con m is familiares. Sin embargo, esta vez no me arrepiento por no poder ir. Peor me sentiría si perdiera la oportunidad de ser un voluntario olímpico.
En abril pasado, Liu Qing entregó su solicitud y consiguió en breve la aceptación para trabajar de voluntaria. En julio, tras recibir cursillos de formación en materia de psicología, cortesía y arte de interpretar, se convirtió en una voluntaria calificada y empezó a trabajar oficialmente el 24 de julio. Al expresar su sentir como voluntaria olímpica, Liu Qing indica:
"Estoy muy, muy emocionada. Cada vez que menciono mi identidad como voluntaria, mi familia y amigos se sienten orgullosos de mí."
Mientras charla con el reportero, suena el teléfono. Es un turista japonés que está en Beijing para ver los Juegos Olímpicos. Pide a un voluntario que le ayude a hacer una llamada para preguntar si se puede sacar moneda japonesa en los Cajeros Automáticos de Beijing. Liu Qing interpreta para él y le ayuda a resolver la dificultad.
Terminada la llamada, Liu Qing relata otra experiencia similar:
"Un japonés perdió su recibo después de entregar su traje para que lo llevaran a la lavandería de su hotel. Muy preocupado, pensando que no podría recuperar el traje, llamó para pedir ayuda. Aquí le ayudamos."
En c uanto al trabajo de voluntario, opina:
"El trabajo principal consiste en ofrecer servicio lingüístico. Cuando surgen dificultades en la comunicación, todo el mundo se preocupa. Pero si nos llaman y les ayudamos a solucionar los problemas, todo el mundo queda contento y con una buena impresión sobre China. Entonces somos la última garantía. "
La una del mediodía es la hora de almuerzo en el Centro de Servicios Multilingües, pero los voluntarios no salen de sus puestos. Liu Qing, lleva la comida que le entregan a la mano, manifestando que al medio día suelen entras la mayor parte de las llamadas, por eso no salen de su puesto de trabajo. Liu Qing y los centenares de voluntarios del Centro cumplen sus compromisos en la práctica diaria. Ese es también un compromiso de los Juegos Olímpicos de Beijing con todo el mundo. |