China busca el milagro, y si no aprender, ante Brasil

2008-08-12 21:04:35  spanish

Sólo un milagro en forma de victoria ante Brasil y cambola puede salvar a la selección china de fútbol masculino de su enésima debacle, en esta ocasión ser incapaz de superar la primera fase de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, en casa.

Para un equipo que se había fijado como objetivo alcanzar las semifinales del torneo para dar una alegría a su sufrida afición, el de mañana es el último tren para hacerlo realidad, y llega en forma de casi imposible.

En su grupo, China cuenta con uno único punto, al igual que Nueva Zelanda, frente a los seis de Brasil y los tres de Bélgica. Mañana tiene que esperar ganarle a la "canarinha" y que los neozelandeses se impongan a los belgas con menos claridad que ellos a los brasileños. Una quimera.

Ante tan negro panorama, el entrenador chino Yin Tiensheng ha asegurado que sus hombres saldrán "a jugar nuestro partido y aprender del mejor equipo del mundo".

"Será nuestro último partido, y daremos lo mejor para jugarlo, ya que jugar ante Brasil es la mejor oportunidad que tienen nuestros jugadores para desarrollarse", indicó.

Sin embargo, al menos cuatro jugadores -Feng Xiaoting, Yuan Weiwei, Tan Wangsong y Zheng Zhi- se perderán la ocasión al estar suspendidos por acumulación e tarjetas.

"El comportamiento de Tan en el campo mostró que nuestros jugadores son todavía muy jóvenes e inexpertos para controlarse, no sólo en su temperamento, sino también en sus habilidades y decisiones", explicó Yin, quien no podrá contar con la mayoría de sus defensas para este último partido.

"Mi principal problema ahora no es táctico, sino con quién podré contar para el partido. No puedo ni formar una línea completa de defensas", lamentó.

Hace sólo seis días, este equipo esperaba hacer historia en sus Juegos, y ahora sólo puede esperar abandonar el campeonato con dignidad.

Además, Brasil no va a salir a jugar en broma. "Nunca jugamos amistosos. Jugaremos que normalmente lo hacemos", indicó el seleccionador brasileño Dunga, campeón del mundo en 1994.

Brasil ha marcado seis goles y no ha encajado ninguno en sus dos partidos disputados hasta el momento. "La clave para la competición no es sólo atacar, sino también defender", dijo Dunga.