Una Casa para Cuba en Beijing

2008-08-11 23:05:15  spanish

¡Bienvenidos entusiastas del músculo! Desde cinco días Cuba cuenta con su casa homómina en la sede de su misión diplomática en Beijing, abierta especialmente en ocasión de la olimpiada, para acoger al contingente deportivo de la isla. Aquí les dejo mis impresiones.

Al caer la tarde, entramos al recinto, por así decirlo, "como Pedro por su casa". Pero que conste que el anónimo Pedro de la frase acuñada no llegó sólo: a su lado caminaban otros para nada desconocidos, como Javier Sotomayor, Ana Fidelia Quirot, Teófilo Stevenson, Regla Torres, Alberto Juantorena... en fin, crema y nata del deporte cubano de las últimas décadas.

En medio del fervor deportivo que por estos días sobrecoge a Beijing, la embajada de Cuba en China abrió sus puertas para propiciar una atmósfera informalmente solemne - ¡ y bienvenido aquí el uso del oxímoron! – a algunas glorias históricas del deporte en la isla; también a los que recién comienzan a despuntar en diversas disciplinas e integran la delegación antillana a Beijing 2008, y a numerosos cubanos que por diversas razones residimos en la capital del país asiático.

La sede diplomática inauguró en sus propios predios la Casa Cuba, la de todos los que vienen a competir; la de quienes los animaremos por cuánta vía esté a nuestro alcance, a apenas unas horas de estallar el monumental espectáculo nocturno del ocho de agosto, que dio por iniciados los 29 Juegos Olímpicos de la era moderna.

"Con el escudo, o sobre éste," exhortó el embajador cubano, Carlos Miguel Pereira, al dirigirse a quienes esa tarde representaban en su patio a los 165 competidores llegados desde el Caribe, resumiendo en la antiquísmima divisa espartana de tiempos de guerra, el compromiso de nutrir con medallas - o con el esfuerzo titánico y teñido de pundonor cuando el cuerpo no dé para más -, las esperanzas de varios millones que aguardan allá en la distancia, en la islita donde, como dijera el poeta chileno Gonzalo Rojas, nacer sigue siendo una fiesta inmombrable. Contra viento y marea. A levantar cabeza.

"Esta no es sólo casa de los cubanos; lo es de los chinos también," me dice con una espléndida sonrisa He Huixian, la vicepresidenta del Comité Olímpico Chino, invitada especial para compartir tribuna y cortar cinta inaugural en la ocasión junto a al presidente del Comité Olímpico Cubano, José Ramón Fernández, y al actual presidente del Instituto Nacional de Deportes y Recreación Física (INDER), Cristian Jiménez.

Con el mejor talante, He Huxia,confiesa que, "si bien siempre apoyo a mis deportistas; tengo ahora especial deseo de los mayores éxitos para la delegación cubana." Me lo cuenta aún un poco emocionada tras estrechar las manos de los jabs imparables de Teófilo Stevenson. "!Cuánto me complace la casa Cuba!", agrega, y se va al jardín oloroso a césped húmedo casi siempre, y hoy rezumante de cierto pefume a gloria.