La autorización del COI para que la capital soviética realizara los juegos, se acompañó de una serie de protestas dentro y fuera del país. Agravada la situación con la invasión de Afganistán por parte de la URSS, Estados Unidos lideró un boicot contra los juegos, apoyado por el consejo de ministros europeos. A pesar de la no participación en las Olímpiadas de países como Estados Unidos, Canadá, Alemania Federal, Japón, China y Kenia, el certamen se llevó a cabo dentro de una organización de la más alta calidad. Otros países, como el caso de Inglaterra, enviaron a sus deportistas al evento pero sin llevar consigo su pabellón nacional.
Como prueba de la calidad organizativa puede citarse el hecho de que se lograron batir 33 récords del mundo. En natación el soviético Wladimir Salnikov consiguió tres medallas de oro superando la marca vigente para los 1.500 metros, siendo el primer ser humano en superar la barrera de los 15 minutos.
Algunas protestas, sin embargo, empañaron el evento, pues varios competidores alegaron que la parcialidad de los jueces fue favorecedora a los rusos. Los corredores Steve Ovett y Sebastián Coe, ambos ingleses, se transaron en una disputa deportiva en los 800 y 1500 metros que pasó a la historia como una de las rivalidades más famosas del atletismo. |