La Poltrona de Laoyi (Casi crónicas desde Beijing)
Ya que las circunstancias me condenan a estar anclado a un buró en una redacción, prendo la imaginación a la butaca para remedar al novelista cubano José Lezama Lima, intentando ser un pregrino immóvil que otea el horizonte. Desde esta poltrona, y con el concurso de mis colegas chinos Víctor Yutong y Roque Kai, espero ofrecerles la comidilla de esta Olimpiada
La Olimpiada de las Teclas (Parte I)
¡Bienvenidos estusiastas del músculo! Hoy comienzo mi miniserie de crónicas sobre este acontecimiento despampanante que será la Olimpiada de Beijing. Y para entrar en confianza, les propongo un paseo por casa. Es decir, recorrer los dos megacentros que acogerán las transmisiones multimediáticas de los JJ.OO. de 2008 y la labor reporteril de cientos de periodistas de todo el orbe, que ya comienzan a llegar a la capital china.
Se trata del Centro de Transmisiones Internacionales (CTI), por una parte, y del Centro Principal de Prensa (CPP), de la otra, a los cuales fuimos invitados hace apenas unas horas (¡menudo privilegio!) los extranjeros que laboramos en la Radio Internacional de China (CRI, en inglés), emisora que ostenta los derechos de radiodifusión para la magna cita deportiva.
¡Qué gustazo, gente! Así les puedo resumir la estancia de casi dos horas en estas sedes. Confieso que con carne de gallina me sumergí en ese mar de tecnología de punta (o solo punta, para los españoles) que se agolpa, pero con orden, en los 90.000 m2 de superficie del CTI. Husmée cuanto pude, me asombré a cada paso y concluí que este mundo se está moviendo a golpe de teclas. Pulsa una y, con un poco de suerte por medio, allá va tu sueño más dorado a hacerse realidad.
Nuestro anfitrión en esta sede es un señor japonés, Yosuke Fujiwara, funcionario de alto rango de las Transmsiones Olímpicas de Beijing, o BOB, por sus siglas inglesas, según indicaba la tarjeta talla extra que el susodicho portaba al cuello, y que le han encajado a todos los involucrados en la olimpiada. Fujiwara, que se ha labrado una carrera en los medios asistiendo a justas del orbe como la Olimpiada de Atlanta, en 1996, hace gala de su trilingüismo (japonés-inglés-chino) y de toda su parsimonia nipona para intentar despejar nuestra ignorancia supina.
Para medio mundo... y más
"Vamos a llegar a unas 4.000 millones de personas en todo el mundo desde este centro," nos espeta el cicerone sin inmutarse. A partir de ahí sabemos que han llovido solicitudes de candenas radio televisivas del mundo para agarrar su rinconcito en el CTI, pero que al final, vaya sorpresa, la NBC de Estados Unidos se hizo con el mayor espacio, dejando que otros gigantes como la Unión Europea de Trasnmisiones (EBU), con sus 70 miembros a cuestas, pugnaran por lo que quedó disponible, que no fue poco, por cierto.
Una parte de los asiáticos, siempre comedidos y pragmáticos, decidieron concentrarse en un pool de transmisiones, para así sumar fuerzas y ahorrar dólares (o Euros, que al paso que vamos...) De tal modo coincidieron en un mismo grupo con intereses comunes telemisoras de Japón, Corea del Sur y Taiwán de China. Hong Kong, empero, prefirió andar el camino por cuenta propia y se hizo de diez veces la superficie que alquiló en 2004, para los JJ.OO. de Atenas. De más está decir que la CCTV, o TV central de China, tiene garantizado desde un principio su división, como la tiene tambièn nuestra Radio Internacional de China.
Por Africa salva la honrilla la South African Broadcasting Corporation, de cuerpo prensente en Beijing, mientras que el resto del continente, comentó Fujiwara, prefirió quedarse en casa y esperar que le manden enlatados. No hay que profundizar mucho en las causas de esta ausencia. ¡Con eso alimentos y combustibles por las nubes!
Tras la introducción, y disculparse porque muchos dábamos traspiés con recortes de la alfombra recién colocada, nuestro guía nos condujo a lo que se conoce por CDT Room, en inglés, o Salón de Contribución-Distribución-Transmisión, que Yosuke describió como "corazón de nuestro centro de operaciones técnicas" . Allí, detrás de lo más semejante a una pecera, decenas de especialistas reciben las líneas de entrada (contribución), procedentes de países que luego recibirán los "feeds" o materiales televisivos olímpicos, envían a su destino las líneas de salida (distribución) y luego, al final, crean circuitos que usarán los transmisores internacionales (transmisiòn). Y casi todo esto, retomo el tema de marras, con apenas tocar una tecla, o mover una palanquita.
¡Quita la mano!
Pero ojo, ¡eh! que hay que andar claro con teclillas y palanquillas, no sea, como bien nos señaló el funcionario, que alguien envíe un comentario en sueco a París, o se aparezca un narrador japonés describiendo en su idioma un match en la TV canadiense. De evitar estas metedura de pata se encarga el switching center, otra de las peceras donde nada a su gusto lo último en tecnología.
En esta sección todo se transmite en video de alta definición (HD), y dicho sea de paso, en formarto de 16x9, lo que sucede por vez primera en la historia de las trasnimsiones olímpicas. Y hay más: el audio está concebido para ajustarse al sistema de sonido ambiental denominado 5.1, a través de seis canales. El cúmulo final de imágenes, video y audio para uso de los JJ.OO. suman preparados y aderezados en esta sección suman ¡400 horas continuadas de producción!
Esta bicoca se completa con artilugios al estilo de las "cámaras embellecedoras". Nos cuenta Fujiwara que dichos equipos complementan las tomas de lides deportivas en estadios y gimnasios, aportando vistas de la ciudad y la cotidianidad beijinesa. Las mismas están colocadas en sitios tan estratégicos como La Ciudad Prohibida, o en las inmediaciones del Estadio Nacional, bautizado como mucha propiedad como Nido de Pájaro.
Y ya que de cámaras se trata, el amable Fujiwara relata que el imperio digital ha cambiado la fisonomía de las emisoras de radio, pero que las mismas han trascendido ya conc creces el universo de los archivos mp3 y los sistemas de sonido ambiental, para hacerse, casi sin excepción, de sistemas de video para la transmisión de imágenes. "Ejemplo de ello, nos cuenta, son las que han traido la NHK de Japón, o la CBC, de Canadá. A esas las llamamos "cámaras unilaterales", - que solo brindan servicios a un país o entidad - en contraposoción con el concepto de "cámara multilateral", que es la que poseemos en nuestro centro, y que da servicios en todas direcciones." De las primeras habrá 270 prestando servicios durante los juegos.
Por último, llegamos al archivo. Un inmenso hevidero de imáganes y sonidos a disposición de los transmisores de todo el orbe. Otro toque, a veces en la propia pantalla de la computadora, y ante la vista asombrada del usuario se derrama toda las historia de las olimpiadas.
Y casi me marcho, pero no puedo irme sin comentar los complementos, que no todo son cables y teclas, señor: en los seis pisos del centro no faltan los servicios gastronómicos, que van desde un simple bocata hasta bocados de cardenal, eso sí, con preicios acorde a las categorías y para los gustos más amplios. O sea, que de la tecla a la boca, solo hay un antebrazo.
(Continúa) |