FLORENCE GRIFFITH-JOYNER

2008-06-16 10:09:05  spanish

Florence Griffith Joyner - (21 de diciembre de 1959 en Los Ángeles, California; 21 de septiembre de 1998 en Misión Viejo, California) Atleta estadounidense especialista en pruebas de velocidad, que ganó tres medallas de oro y una de plata en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 y batió las plusmarcas del mundo de 100 y 200 m.

Su nombre completo era Delorez Florence Griffith-Joyner, y popularmente se la conocía como Flo-Jo.

Inicios

Proveniente de una familia humilde, empezó desde niña a destacar en las carreras, en las que ganaba a los chicos de su edad o incluso mayores. Pese a sus prometedoras cualidades, el atletismo no ofrecía un porvenir que resolviera las dificultades económicas de su familia, por lo que al terminar la secundaria lo abandonó para ponerse a trabajar.

Todo cambió cuando conoció a Bob Kersee, que sería su entrenador y que rápidamente vio su potencial como velocista de clase mundial. Le consiguió una beca para estudiar en la Universidad de California (UCLA), y empezaron a trabajar en serio.

Rápidamente llegaron los resultados. Florence ganó varios títulos en los Campeonatos Universitarios de Estados Unidos (NCAA), y sus tiempos en 100 y 200 m mejoraron sustancialmente.

Primeros éxitos

En 1983 participó en los I Campeonatos del Mundo celebrados en Helsinki, donde fue 4ª en los 200 m.

Al año siguiente consiguió la medalla de plata de los 200 m en los Juegos Olímpicos de Los Angeles 1984, solo superada por su compatriota Valerie Brisco-Hooks.

Después de los Juegos, Griffith se casó con el también atleta Al Joyner, campeón olímpico de triple salto y hermano de la atleta Jackie Joyner-Kersee (a su vez casada con Bob Kersee, entrenador de Florence), y temporalmente se apartó del atletismo. Parecía que esto era casi una retirada, sin embargo lo mejor estaba por llegar.

Con las miras puestas en los Juegos Olímpicos de 1988, Florence reaparecío en los Mundiales de Roma en 1987, donde volvió a acabar segunda en los 200 m, esta vez superada por la alemana Silke Gladisch. Además ganó una medalla de oro en los relevos 4 x 100 m.

1988

El año siguiente sería su gran año, el año de las plusmarcas mundiales y de los Juegos Olímpicos de Seúl 1988. En los trials de Indianápolis, clasificatorios para los Juegos, corrió los 100 m en unos asombrosos 10,49, una plusmarca del mundo que pulverizaba la anterior de 10,76 que tenía Evelyn Ashford, y que aun hoy continúa siendo inalcanzable para cualquier atleta.

Ya en los Juegos de Seul, su actuación fue realmente memorable, ganando las medallas de oro en 100 m, 200 m y relevos 4 x 100 m, además de una plata en los relevos 4 x 400 m. A destacar que en la prueba de 200 m, batió por dos veces la plusmarca mundial, una en semifinales y otra en la final, siendo los 21,34 de esta última la actual plusmarca mundial de la prueba.

Después de los Juegos

Poco después de los Juegos Olímpicos, con 29 años y en la cúspide de su carrera, anunció su retirada de las pistas. Convertida en el ídolo mediático del momento, se dedicó a la publicidad, promocionando toda clase de productos. Tuvo su propia línea de ropa, e incluso sacaron una muñeca llamada Flo-Jo.

De forma sorpresiva, el 21 de septiembre de 1998, con 38 años, moría víctima de una apoplejía cerebral.

A Florence Griffith se la recuerda sobre todo por dos cosas. Primero por su imagen aparatosa, con unas ropas y maquillajes espectaculares que la hacían inconfundible en las pistas de atletismo, destacando por encima de todo sus larguísimas y decoradas uñas. Esto contribuyó a aumentar su popularidad y a realzar sus impresionantes logros deportivos.

Y en segundo lugar por las sospechas en torno a sus portentosas cualidades y el posible uso de métodos ilícitos para aumentar su rendimiento, unas sospechas que tenían como base el propio aspecto hipermusculado de Florence, que además se había incrementado de forma notable en muy poco tiempo y su temprano retiro de la actividad deportiva. A esto se sumó por esa misma época el escándalo desatado por el caso Ben Johnson, y el creciente interés de los medios de comunicación por los temas relacionados con el dopaje.

En este sentido su temprana muerte a los 38 años reactivó la polémica en torno a las causas que la habían provocado, posiblemente relacionadas con los productos consumidos en su etapa como atleta