1928: Ámsterdam

2008-05-22 13:24:16  spanish
En los Juegos de Ámsterdam las mujeres participaron por primera vez de manera oficial, pero la capital de los Países Bajos fue también escenario de dos acontecimientos muy significativos para la historia del olimpismo.

Los holandeses, que desde el siglo XVII tienen fama de buenos comerciantes, introdujeron el patrocinio comercial en las Olimpiadas. El comité organizador de Ámsterdam vendió los derechos de fotografía de la ceremonia inaugural y se negaron a que las emisoras de radio la transmitieran en directo para asegurarse los ingresos generados por la venta de entradas y proteger los intereses de quienes habían adquirido los derechos de fotografía. Además de emitir una serie especial de sellos sobre las Olimpiadas, el comité organizador lanzó al mercado camisas y corbatas adornadas con los cinco anillos olímpicos.

Por su parte, la delegación deportiva de Estados Unidos obtuvo el apoyo de la firma Coca-Cola, que le suministró mil cajas de este refresco.

Hoy en día se considera que las actividades comerciales benefician el desarrollo de las Olimpiadas. Pero el "hedor de vil metal" reinante en los Juegos de 1928 provocó mucha polémica.

En este evento, el Comité Olímpico Internacional (COI) definió oficialmente el motivo que figura en el anverso de las medallas.

Con el fin de impulsar el avance del olimpismo y animar a más gente a incorporarse a este movimiento, el COI decidió premiar con medallas de oro, plata y bronce a los equipos y a los atletas ganadores de las competencias que hicieran contribuciones al olimpismo. Los comités organizadores de los Juegos son los encargados de proporcionar las medallas, pero éstas pertenecen al COI, que es quien aprueba su diseño.

En Ámsterdam, el COI eligió para el anverso de las medallas el diseño presentado por el artista florentino Giuseppe Cassioli, en el que sobre el telón de fondo del Coliseo romano se yergue Nike, la diosa griega de la victoria, que aparece con un ramo de flores en la mano izquierda y sosteniendo en alto con la mano derecha una rama de olivo, símbolo de la paz. Encima del Coliseo, figuran inscritos el lugar, el año y el número ordinal de los respectivos juegos.

El COI también fijó la forma y las medidas de las medallas, que desde entonces son redondas y tienen un diámetro mínimo de 60 milímetros y un grosor de 3 milímetros. Además, el COI estipuló que las medallas otorgadas a los primeros y segundos clasificados debían contener por lo menos un 92,5 % de plata. Así que, en realidad, las medallas olímpicas de oro no son de oro macizo, sino de plata dorada.

Este diseño se mantuvo desde las Olimpiadas de 1928 hasta las del 2000. En los Juegos de Atenas, celebrados en el 2004, el COI decidió modificar el diseño de las medallas. El Coliseo fue sustituido por el Panateneano, estadio construido en el año 330 a.C. y reconstruido en 1896 para utilizarlo como escenario de los primeros Juegos Olímpicos de la historia moderna. Y la diosa, que en el anterior diseño estaba sentada, aparecía de pie para imprimirle mayor dinamismo.

Los Juegos Olímpicos de Ámsterdam se prolongaron casi tres meses: desde el 17 de mayo hasta el 12 de agosto. Fue cuatro años después, en Los Ángeles, cuando se fijo un plazo de dieciséis días para la celebración del evento.

A continuación, enumeraremos una serie de hechos curiosos relacionados con las Olimpiadas celebradas en Ámsterdam en 1928.

Tras dieciséis años de ausencia, Alemania fue readmitida como símbolo del restablecimiento de la paz en el mundo.

Además del encendido del pebetero, se fijó otra parte del protocolo: la delegación de Grecia, cuna del Olimpismo, encabezó el desfile de la ceremonia inaugural, mientras que la delegación de los Países Bajos, el país anfitrión, desfiló en último lugar. La costumbre de que la delegación griega abra el desfile y la delegación del país organizador lo cierre se ha respetado hasta nuestros días.

Una ausencia muy notoria fue la del barón de Coubertin, fundador de los Juegos Olímpicos de la era moderna y presidente del COI hasta 1925, quien no pudo asistir debido a una enfermedad.

Dos héroes olímpicos mantuvieron su hegemonía en sus respectivos terrenos: el finlandés Paavo Nurmi cosechó tres medallas de oro más en las pruebas de fondo y medio fondo para culminar su brillante trayectoria con nueve trofeos de oro. Por su parte, Johnny Weismuller, volvió a imponerse en los 100 metros libres para despedirse con cinco medallas de oro en natación y una de bronce en waterpolo.

Chile obtuvo su primera medalla olímpica gracias a Manuel Plaza, vendedor ambulante de periódicos que terminó segundo en la maratón.

Olaf V de Noruega fue el primer miembro de la realeza que subió a lo más alto del podio olímpico como integrante de la tripulación que se impuso en la prueba de vela de la categoría de seis metros.

El egipcio Ibrahim Moustafa fue el primer atleta no europeo que se impuso en la prueba de lucha grecorromana.

Y a la edad de 11 años y 302 días, Luigina Giavotti se convirtió en la medallista olímpica más joven de la historia al ganar la medalla de plata como integrante del equipo italiano de gimnasia.