En las Olimpiadas de 1924, surgió un grupo de atletas que se consagrarían como estrellas de la historia olímpica. Algunos de ellos fueron Paavo Nurmi, Eric Liddell y Johnny Weissmuller, entre otros.
El finlandés Paavo Nurmi es uno de los fondistas más destacados en la historia olímpica. En su luminosa vida deportiva, superó 29 veces su propio récord mundial, participando sucesivamente en las Olimpiadas de 1920, 1924 y 1928, en las cuales conquistó, en total, 9 medallas de oro. En las Olimpiadas de París, hizo realidad el milagro de titularse campeón en dos eventos: los 1500 metros y los 5000 metros, en apenas 45 minutos. Y un día después, participó en las competiciones de 10 mil metros, logrando dos medallas de oro, tanto individual, como de relevo, además de subir a lo más alto del podio en el relevo de 3000 metros. Su rebosante energía y firme voluntad dejó una profunda impresión entre los espectadores. Cuando regresó a Finlandia con cinco oros, se convirtió en un héroe nacional. Paavo Nurmi murió en 1973. Como un homenaje póstumo, los científicos finlandeses colocaron su nombre a un pequeño planeta recién descubierto. El planeta Nurmi es el primero en recibir el nombre de un deportista.
En los Juegos Olímpicos de 1924, hubo un héroe relacionado con China. Se trata de Eric Liddell, un atleta británico, nacido en una familia de misioneros escoceses. Durante sus tiempos de estudiante universitario en Gran Bretaña, demostró gran talento en las carreras cortas. En las Olimpiadas de París, se hizo con el oro en los 400 metros, estableciendo un récord en la disciplina. Luego, conquistó el bronce en los 200 metros. Tras los juegos, se trasladó a China con dos preseas olímpicas y se casó con una enfermera finlandesa. Movido por su amor a China, después de que se estalló la Guerra de Resistencia contra la Invasión Japonesa, Eric Liddell llevó primero a su esposa a Canadá, y luego regresó con gran determinación a China, donde hizo mucho. Después de que Hong Kong fuera ocupado por los japoneses, el ejército nipón detuvo a Eric Liddell y lo mantuvo prisionero en un campo de concentración situado en la provincia de Shandong, en el este de China. Allá, quedó encargado de cuidar a más de 60 niños. En 1945, murió en el campo de concentración por un tumor encefálico. Para recordar su gran obra, en 1981, Gran Bretaña filmó la famosa película: Chariots of Fire, que relata la vida brillante de Liddell.
Además de grandes atletas, surgieron también destacados nadadores. Entre ellos, el más famoso fue el estadounidense Johnny Weissmuller. En esta edición de las Olimpiadas, logró tres oros en los 100 metros libres masculinos, en los 400 metros libres masculinos y en los relevos 4 por 200 metros. En las competiciones de 100 metros, fijó un récord mundial con 59 segundos. El mismo se mantuvo imbatido durante diez años. Johnny Weissmuller, sin duda alguna, fue una estrella deportiva, pero luego su desarrollo en el círculo artístico hizo que más gente le conociera. Su buena apariencia y sana formación le ayudaron a ser seleccionado por directores de Hollywood, y participó en la filmación de "Tarzan". Con tantas estrellas, las Olimpiadas de París dejaron una profunda impresión a todo el mundo.
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