A través de nuestros programas anteriores, seguramente sabrán que el lema del servicio de los voluntarios de las Olimpiadas de Beijing 2008 es "nuestra sonrisa es la mejor tarjeta de presentación de Beijing". Ahora la tarjeta ya está preparada. Durante la celebración de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, centenares de miles de voluntarios ofrecerán sus servicios en las instalaciones deportivas y en otros lugares de la capital china y de las otras ciudades coanfitrionas del magno evento.
Estos voluntarios ya están trabajando en los torneos preolímpicos disputados en Beijing, en unos ochenta sectores, como la organización del evento, el servicio a los espectadores, la seguridad, el transporte, la recepción y el protocolo, la traducción, la transmisión de noticias y la asistencia médica. Los deportistas compiten en el campo, el público les ovaciona desde la tribuna y, mientras tanto, los voluntarios cumplen sus labores para garantizar que todo el evento funcione sin contratiempos. Hoy en nuestro programa, les presento a Zhao Yizheng, un joven estudiante que sirvió en el torneo internacional de baloncesto sobre silla de ruedas, que se disputó a finales de enero en la capital china.
Zhao Yizheng es estudiante del tercer curso del Instituto de Periodismo de la Universidad Popular de China. En aquel evento, se encargó de brindar ayuda a los deportistas discapacitados y también de la administración de la zona de entrevistas en la cancha. Fue la primera vez que trabajó en un torneo internacional, pero la tarea a cumplir no le resultó nada desconocida, ya que había participado, desde abril pasado, en una capacitación sistemática para los voluntarios que trabajarían en los Juegos Paralímpicos, y había manejado bastantes conocimientos al respecto.
En la actualidad, los estudiantes universitarios chinos enfrentan una gran presión para encontrar empleo al graduarse. Muchos de ellos realizan pasantías en diversas empresas con miras a prepararse para ingresar en el mercado laboral. Seguramente, participar en el servicio voluntario para los Juegos Olímpicos ha tenido una profunda influencia sobre Zhao, reduciendo sus oportunidades de realizar estas prácticas profesionales. No obstante, no se preocupa por esto, porque según él, el trabajo voluntario es una valiosa práctica en la sociedad:
"Creo que, por ahora, mi tarea más importante es trabajar en las pruebas preolímpicas y participar en la formación de voluntarios olímpicos. A través del servicio en el torneo de baloncesto sobre silla de ruedas, he aprendido mucho acerca del funcionamiento de un evento tan grande como las Olimpiadas. Ha sido una experiencia que me beneficia mucho en la vida".
Zhao recordó que siempre ha sido aficionado al deporte y que los Juegos Olímpicos le han encantado desde niño. Se siente afortunado, porque, aunque nació en el sur del país, ingresó a una prestigiosa universidad de Beijing, ciudad organizadora de las próximas Olimpiades. Tomar parte en este magno evento como voluntario es una experiencia única, afirmó.
Zhao reconoció que no había tenido la oportunidad de comunicarse con las personas con discapacidades, hasta que participó en el torneo internacional de baloncesto sobre silla de ruedas. Al conocerles a fondo, quedó conmovido por su espíritu de lucha.
"Me doy cuenta de que somos iguales, los discapacitados y los que nos llamamos normales. La discapacidad no les diferencia de nosotros e incluso en algunas cosas los minusválidos alcanzan éxitos más sobresalientes. Percibo en ellos un espíritu de nunca entregarse ante el destino, el cual me conmueve y me anima a siempre seguir adelante".
Al hablar de su sueño sobre los Juegos Olímpicos, Zhao dijo, en broma, que le gustaría haber podido anticipar su nacimiento unos años, para poder participar en la cita estival como reportero. Si fuera así, dijo, registraría todo lo sucedido en el verano del 2008 en Beijing, además de cubrir las informaciones de las competiciones.
Aunque ser reportero de las Olimpiadas es solamente un sueño, Zhao se siente feliz por trabajar en el servicio voluntario del gran evento.
Se dice que los estudiantes viven en una "torre de marfil" que les aisla en un ambiente más simple y fácil y les defiende de la sociedad fuera del campus. Pero en su puesto de voluntario olímpico, el joven ha tenido que aprender a enfrentarse a situaciones muy complicadas con las que nunca se había deparado en la universidad. Lo considera una prueba en la vida.
"Antes, aprendí muchos conocimientos, pero todos en libros. Y al ponerlos en práctica, descubrí que las cosas no iban como lo imaginaba. Muchos conocimientos no se pueden aplicar directamente en la vida real y tienes que ser más flexible. Además, para ser un buen trabajador voluntario, debes tener cualidades, como paciencia y esmero".
Por supuesto, Zhao espera que en las Olimpiadas de Beijing los deportistas chinos logren un resultado aún mejor que en los juegos anteriores. Sin embargo, entiende que, más allá de un evento deportivo, los Juegos Olímpicos ofrecen una oportunidad para que el resto del mundo conozca nuestro país más profundamente.
"Creo que mostrar una buen imagen del pueblo chino es más importante que obtener buenos resultados".
En su mensaje trasmitido en el acto de inicio del reclutamiento de voluntarios para los Juegos de Beijing, Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico Internaciona, subrayó la importancia de la labor que realizarán los voluntarios como "embajadores de la olimpiada", afirmando que "lo cierto es que sin los voluntarios los JJ.OO. no podrían disputarse. El trabajo de los voluntarios hace de las Olimpiadas una de las mayores celebraciones de jóvenes de todo el mundo". Voluntarios como Zhao Yizheng hacen posible que el movimiento olímpico siempre mantenga su vigor juvenil. |