Miaomiao: "Quiero entregar medallas a los campeones olímpicos"

2008-02-01 10:05:38  spanish
La tarde del 9 de enero del 2008, en el salón de prácticas de una escuela profesional de Changping, distrito de Beijing, desfilan ante nosotros cuarenta chicas rebosantes de vigor y juventud, con el cabello muy bien peinado y ligeramente maquilladas. El entrenamiento de formas que están realizando es una de las asignaturas diarias obligatorias de estas jóvenes inscritas en el proceso de capacitación y selección del personal de protocolo para los Juegos Olímpicos del 2008.

Al igual que otras chicas de su edad, la protagonista de este programa, una joven de diecisiete años llamada Zhang Miaomiao, vive sin demasiadas preocupaciones, excepto por el acné. Le gusta cantar y adora a las superestrellas del mundo de la canción. Sin embargo, en contraste con muchas de ellas, alberga un sueño relacionado con las Olimpiadas: quiere aportar su granito de arena a este magno evento con su trabajo, más concretamente, haciendo de azafata.

Miaomiao ingresó en la escuela profesional de Changping para cursar la especialidad de servicio en la aviación comercial y con la intención de ser azafata aérea de avión después de graduarse. Pero la celebración de los Juegos Olímpicos del 2008 en la capital china les ha dado a ella y a sus compañeras una oportunidad única, puesto que una parte del personal de protocolo se elegirá de entre las jóvenes que cursan dicha especialidad. Cuando en invierno del 2006 se enteró de esta noticia, Miaomiao decidió esforzarse por ser seleccionada. Según nos confesó, de vez en cuando sueña que hace entrega de las medallas a los campeones olímpicos.

Desde principios del 2007, Miaomiao viene participando en una serie de exigentes actividades de preparación relacionadas con el protocolo olímpico. Pero dejemos que sea ella misma quien nos lo cuente:

"Los ejercicios de formas y movimientos parecen sencillos, pero en realidad resultan muy duros. Tenemos que repetirlos una y otra vez para que se conviertan en un reflejo condicionado, en un hábito".

Tras un año participando en estas actividades, Miaomiao ya no es la chica que lloraba de nostalgia cuando se trasladó de su casa al dormitorio de la escuela. En su reflexión sobre qué significa ser una buena azafata, nos dijo que la buena apariencia de las mujeres que atienden a los participantes en los grandes eventos no es tan importante como se imagina. La belleza, afirmó, brota del interior, y una azafata debe saber irradiar amabilidad y alegría.

En una azafata, la corrección de la postura y la elegancia de los movimientos se deben, por una parte, a la gracia natural; pero por otra, son fruto de un duro proceso de entrenamiento. Como seguramente ya sabrán, el lema del servicio de voluntarios de las Olimpiadas del 2008 es "nuestra sonrisa es la mejor tarjeta de presentación de Beijing". Esa sonrisa es tan importante que Miaomiao y sus compañeras han tenido que practicarla miles de veces.

"Se dice que la sonrisa más placentera es aquella en la que se abre la boca y se muestran ocho dientes. En la clase de los domingos, los profesores nos ayudan a perfeccionar este gesto. Al principio, el entrenamiento incluía apretar un palillo entre los dientes. Poco a poco, lo que era una sonrisa forzada va convirtiéndose en una sonrisa natural y sincera".

Un evento de la envergadura de los Juegos Olímpicos puede cambiar la vida de muchas personas, incluida Miaomiao, quien nunca se había dedicado con tanto afán al estudio, sobre todo al del inglés, ya que la capacidad de comunicarse en esta lengua es un requisito indispensable para hacer de azafata en las Olimpiadas. Consciente de su escaso dominio del inglés, el año pasado Miaomiao se matriculó por su cuenta en un cursillo y se pasó las vacaciones de verano aprendiendo este idioma. Todavía hoy, la práctica y el repaso del inglés constituyen para ella una de sus principales tareas extraescolares.

La constancia de Miaomiao está dando sus frutos. La mejor prueba de sus progresos con el inglés es que durante la celebración de los torneos preolímpicos "Buena Suerte, Beijing" desempeñó muy bien su trabajo de atender a los deportistas extranjeros.

Cuando le preguntamos qué virtud cree que puede ayudarla más a ser seleccionada como azafata para los Juegos Olímpicos, Miaomiao inclinó la cabeza, reflexionó un momento y con una sonrisa algo cohibida dijo:

"Creo que mi mayor virtud es que tengo mucha paciencia. Por ejemplo, cuando algún viajero o deportista tenga algún problema o alguna duda, le explicaré la situación con mucha paciencia y en ningún momento perderé la calma."

Cuando en la próxima primavera finalice el proceso de selección del personal de protocolo para las Olimpiadas de Beijing, Miaomiao sabrá por fin si ha sido elegida para tomar parte en las ceremonias de entrega de medallas. Como es lógico, está muy ilusionada, pero tanto si resulta seleccionada como si no, la joven considera que este año de formación ya es de por sí una experiencia inolvidable.

Miaomiao sigue soñando con trabajar de azafata en el magno evento de este año. Solo nos resta desearle que su sueño se haga realidad.