Unos meses antes del arranque de la 29 edición de los Juegos Olímpicos de verano, China, país de más de 1. 300 millones de habitantes, se declara listo para albergar la que promete ser la más espectacular y concurrida justa deportiva de la era moderna.
"We are ready", cantan los responsables de organizar la magna justa, a manera de respuesta a la interrogante del reportero.
Yang Shu an, vicepresidente ejecutivo y director deportivo del Comité Organizador, recuerda que el inicio está previsto para el día 8, del mes 8, del año 8 (del siglo XXI), a las 8 (de la noche).
El funcionario asegura que los trabajos preparatorios se están concluyendo "aun antes de la fecha establecida por el Comité Olímpico Internacional (COI)".
Todos los estadios se están terminando, incluido el Nido de pájaro - el emblemático y hermoso conjunto donde habrá de realizarse la inauguración y clausura de la justa.
"No tenemos preocupación alguna de los juegos o de los deportistas y, salvo problemas de último momento, la demanda de boletos a nivel mundial excederá -supera ya- a la oferta."
Al margen de los trabajos preparatorios, la capital del país más poblado del mundo avanza en su proceso de embellecimiento para mostrar nuestra mejor cara , sin olvidar la necesidad de educar a su población para cumplir el difícil papel de anfitrión del mundo .
Además de Beijing, los juegos verán actividad en otras seis ciudades chinas: Shanghai, Tianjin, Shenyang, Qingdao, Qinhuangdao y la infaltable Hong Kong.
En todas ellas, el gobierno promueve y concreta vastos programas de desarrollo y remozamiento urbano.
Entrevistado en la sede del Comité Organizador de los 29 Juegos Olímpicos de Beijing 2008, Yang Shu an no oculta su satisfacción por el avance que muestran las obras de construcción de los estadios que albergarán las diferentes competencias. Vamos a entregarlos antes de tiempo, y después de probar las instalaciones .
El Nido de pájaro , por la complejidad de su edificación, será entregado en el primer trimestre de 2008, para que exista tiempo de probar su operatividad.
Yang Shu an no duda en que los próximos juegos serán los más concurridos de la historia. Se espera la asistencia de 10.800 atletas y preparadores, así como un número indeterminado de dirigentes de comités olímpicos nacionales.
En cuanto a turistas y asistentes a la justa, nadie atina a arriesgar una cifra, menos cuando se prevé poner a la venta, via internet, algo más de 7 millones de entradas a las competencias y, en la actualidad, la demanda supera ya a la oferta.
GARANTIAS DE SEGURIDAD
Categórico, el vicepresidente ejecutivo del Comité Organizador informa que no existe preocupación alguna por el asunto de la seguridad en los juegos.
Sin embargo, reconoce que éste es un tema fundamental, y que "nosotros hacemos todo lo posible no sólo para evitar algún ' accidente', sino también para garantizar que la gente que venga pase aquí un buen momento".
China, dice, es un país que ama a todo el mundo, a todos los países, y por ello "no creemos que tengamos enemigos, así que cualquier persona que ame al deporte no intentará realizar aquí ningún acto terrorista".
Respecto de la venta de entradas a los eventos deportivos, el vicepresidente ejecutivo del Comité reconoce que se trata de un operativo complejo y que exige gran concentración.
Se trata de colocar algo más de siete millones de boletos entre el Comité Olímpico Internacional y los comités nacionales, para, después, proceder a la venta del resto a través de Internet."
Hasta el momento, explica, se vendió ya - por sorteo - el primer tercio de toda la boletería; enviamos 700.000 cartas de confirmación y, entre octubre del año pasado y abril, pondremos a la venta el segundo tercio, y un tercero en los meses próximos al arranque.
Es claro que todas las personas que gustan del deporte querrán estar en Beijing, pero también lo es que no todos podrán hacerlo es imposible, concluye.
A estas alturas de la conversación, parece imposible no preguntar al director deportivo de la 29 Olimpiada sobre la generalizada percepción de que su país, China, aprovechará la realización aquí de los juegos para apoderarse del primer lugar del medallero olímpico.
"Mucha gente se pregunta eso, aunque el carisma de la competencia reside, precisamente, en que nadie puede saber quién va a ganar hasta un segundo antes del final.
"Si ganamos o no, eso sólo se sabrá al final de la Olimpiada, no antes, pues las representaciones de Estados Unidos, Rusia y Alemania parecen muy poderosas y con posibilidades reales de ganar. La competencia será muy dura", dijo.
NO ESCUPIR, NO EMPUJAR
Adicional a la preparación de escenarios y a la organización de la justa deportiva cuatrianual, el gobierno chino y la población se afanan por desarrollar y embellecer sus avenidas y parques, las fachadas de sus inmuebles tradicionales y de sus modernos e incontables rascacielos.
El color de las flores embellece las amplísimas avenidas por las que, diariamente, circulan algo más de tres millones de vehículos.
La emblemática plaza Tian anmen, el Gran Palacio del Pueblo, los 8.707 palacios y pabellones de Ciudad Prohibida, y las impresionantes instalaciones del Templo del Cielo o del suntuoso Palacio de Verano, no son ajenos al proceso de embellecimiento físico de que hoy es objeto Beijing; por todos lados se ven obreros trabajando.
De manera independiente, la alcaldía capitalina ha puesto en marcha tres campañas sociales que hablan del alcance de la operación de relaciones que hoy se cumple con miras a admirar al mundo desde el momento que se inauguren los juegos, el 8 de agosto de 2008, a las 8 de la noche, y aun antes.
La primera de las campañas pretende conseguir que la población no tire basura en las calles de Beijing.
Ya hoy el resultado es evidente, pues las calles de la capital, salvo en los barrios más alejados de la zona céntrica, lucen limpios, y es perceptible el esfuerzo que se hace para no lanzar al piso desechos de todo tipo.
La segunda de las campañas aspira a lograr que algunos chinos dejen de lado la vieja y hasta hoy casi socialmente aceptada costumbre de escupir en la vía pública, en cualquier lugar.
Hoy, en Beijing y en otras localidades, se reparten pequeñas bolsitas de plástico en las cuales se invita a escupir, para después depositarlas en algún cesto de basura.
La tercera se refiere a la necesidad de enseñar a todos a ocupar un puesto en la fila y a esperar turno para entrar o para adquirir algún bien, lo mismo que a ocupar, en un espectáculo cualquiera, el sitio marcado en el boleto de entrada correspondiente.
Son éstas algunas campañas de educación social que contribuirán a presentar al mundo, en el marco de los próximos juegos olímpicos, el mejor rostro de China . |