La primera edición de los Juegos Olímpicos modernos se celebró en Grecia. A las 3 de la tarde del 6 de abril de 1896, el rey Jorge I de Grecia declaró inauguradas las primeras Olimpiadas modernas. El barón Pierre de Coubertin y otras autoridades del Comité Olímpico Internacional (COI) asistieron a la ceremonia. En la inauguración, se interpretó una pieza musical solemne, la cual fue designada en 1958 el himno olímpico por parte del COI. El compositor del mismo es Spiros Samaras y su letra es de autoría de Costis Palamas, ambos griegos. Los griegos, como anfitriones, mostraron gran entusiasmo por el evento. La ceremonia de inauguración contó con 80 mil espectadores, cifra que no fue superada hasta los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1932.
Debido a que la mayoría de los países conocía poco sobre las Olimpiadas, pocos respondieron a la invitación del COI en esta primera edición. Sólo 241 deportistas, todos hombres, provenientes de Estados Unidos, Alemania, Francia, Dinamarca y otros 9 países acudieron al evento. China también fue invitada, pero finalmente no participó.
Los primeros Juegos Olímpicos modernos contaron con competencias de atletismo, ciclismo, natación, lucha clásica, tenis, esgrima, levantamiento de pesas y tiro, totalizando 9 disciplinas y 43 categorías. Según algunos registros, el Comité Organizador de este primer evento contempló incluir una competencia de regatas, la cual, al final, no se realizó. Existen dos versiones para explicar la cancelación. La primera asegura que hacía mal tiempo y viento excesivamente fuerte. La otra señala que no hubo suficientes participantes inscritos, por lo cual se debió cambiar el proyecto inicial. Fiel a la tradición de los Juegos Olímpicos de la antigüedad, no se disputaron competencias en grupo ni para mujeres.
La primera competencia de esta primera edición de las Olimpiadas se disputó en un campo de atletismo. En el espacio donde se encontraba el gimnasio que albergó estas primeras competencias, se edificó la sede de las competencias de esgrima de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. A diferencia de los estadios modernos, éste tenía forma ovalada y una pista de 192 metros, en lugar de 160 metros, el estándar actual. Este estadio, construido en mármol blanco, tenía capacidad para 60 mil espectadores y fue el mayor del mundo antes de 1932.
El primer campeón en la historia de las Olimpiadas modernas fue el estadounidense James Connolly, quien se tituló campeón en salto triple, con una distancia de 13.71 metros. Sin embargo, pagó un precio alto por su conquista olímpica. En la época, Connolly era alumno de la Universidad de Harvard y acudió a los juegos sin el consentimiento de ésta. Al regresar a su país con la medalla de oro, fue expulsado de Harvard por infringir el reglamento de la Universidad.
En la primera edición de las olimpiadas modernas, la carrera de 100 metros fue el único deporte de distancia corta. Para evitar que los competidores invadiesen la pista de los demás, se colocaban cuerdas a lo largo de la pista a una altura de 40 centímetros. La vestimenta utilizada también difiere mucho de la de hoy en día. Las botas de piel estaban muy de moda entre los corredores de distancias cortas. Cada quien tenía libertad para asumir la posición que más le gustase al inicio de la carrera: algunos colocaban sus dos manos en la cintura, otros se colocaban en cuclillas y de costado, otros abrían sus brazos como águilas en vuelo, mientras que otros optaban por sostener dos varas en sus manos, considerando que así correrían más rápidamente. Entre los competidores, había un estadounidense que tenía una posición que llamaba mucho la atención. Excavó dos pequeños hoyos en el suelo, y además de apoyarse sobre sus piernas, colocó sus dos manos en el suelo y elevó su tórax. Al ver esta inusual postura, los espectadores griegos rieron mucho, creyendo que el corredor caería boca abajo una vez que se iniciara la carrera. Sin embargo, al escuchar el disparo inicial, el estadounidense se impulsó rápidamente, como un resorte, venciendo la competencia de 100 metros de la primera edición de las Olimpiadas con tiempo de 12 segundos. Posteriormente, los espectadores entendieron que se trataba de una modalidad de salida que se había empezado a utilizar en carreras. Hoy en día, los atletas la siguen utilizando.
En las primeras Olimpiadas, ya se disputaba el salto con pértiga. Ya que el deporte moderno se encontraba en una fase inicial, los niveles de cada país variaban muchísimo. En los primeros Juegos Olímpicos, los Estados Unidos ya eran una potencia deportiva. Los resultados logrados por sus deportistas sorprendieron a los demás países. En el salto con pértiga, los estadounidenses se quejaban de que la altura inicial de la barra era demasiado baja y que el aumento gradual de la misma era insuficiente. Dos estadounidenses llegaban a mostrar su desdén acostándose en el campo esperando su turno. El entrenador, preocupado por esta actitud, les apresuraba a que compitieran. Ambos se sentían aburridos y respondían que podían superar la altura a la que estaba colocada la barra utilizando un palillo de dientes. Como se puede ver, el deporte de hace cien años atrás ha experimentado un gran desarrollo hasta llegar a su estado actual.
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