Jia Yanping (Yan Feng)
   2007-09-17 16:04:10                CRI   

Comencé a trabajar en Radio Internacional de China en 1972, año en que me gradué de la Escuela Anexa al Instituto de Lenguas Extranjeras de Beijing. Quizá a partir de aquel momento mi vida quedó para siempre vinculada indisolublemente con las transmisiones radiofónicas al exterior. Desde 1980, año en que pasé del Departamento de Quechua (lengua indígena precolombina) al Departamento de Español, nunca me he apartado de mi puesto de trabajo, ya que la onda corta me ha unido estrechamente a los amigos oyentes, lo cual nos ha exigido a mí y a mi familia muchos sacrificios. Dadas las especiales características de nuestra profesión, tanto mi esposa, enfermera de un hospital pediátrico de Beijing, como yo, tenemos que hacer algunos turnos de noche; a veces estamos varios días sin vernos y nuestra hijita tiene que quedarse sola en casa. A pesar de que de vez en cuando se quejan, mi esposa y mi hija no han dejado de apoyarme desinteresadamente. He tenido la suerte de trabajar en Guinea Ecuatorial como miembro de un grupo chino de asistencia técnica, de ser corresponsal de Radio Internacional de China en México y de poder cursar estudios en Radio Exterior de España y en la Universidad Autónoma de Barcelona. Todo ello, sumado a la acumulación de experiencia profesional' me ha ayudado mucho en mi trabajo de redactor, traductor y locutor, actividades en las que me desenvuelvo sin ninguna dificultad. Tengo la profunda sensación de que la Radio, como si fuera un arco iris, nos une con oyentes de diversas partes del mundo y que lo que estamos haciendo es promover los intercambios y la comunicación entre personas que viven en contextos culturales diferentes. Es un honor para mí poder dedicarme a este trabajo, que no abandoné ni siquiera en los tristes días de 1998 en los que mi padre enfermó y falleció. Lamentablemente, algunos de mis viejos colegas ya se han jubilado; pero me complace comprobar que los jóvenes que se incorporan a nuestro

departamento están inyectándole un vigor y un entusiasmo renovados Como trabajador "experimentado" de la Radio, me asiste toda la razón para convencerme de que la causa ala que nos consagramos es indispensable, y estoy seguro de que, al igual que nuestra querida patria,se desarrollará y vigorizará aún más, haciendo así su propia contribución al progreso de la Humanidad.