En nuestro anterior programa repasamos la historia del Parque de Beihai, antiguo lugar imperial de recreo, convertido hoy en uno de los parques favoritos de los habitantes de Beijing y los turistas que visitan la capital china. Quizá recuerden que empezamos nuestro último programa escuchando a un grupo de niños interpretando una canción en la que se describe una bella escena veraniega en el Parque de Beihai. Pues bien, hoy proseguiremos nuestro recorrido por este parque al compás de esta canción y nos detendremos en los pasajes que describen las escenas más hermosas.
¡Ah, ya sé cómo se titula esta canción: Rememos! Es de una película de la década de 1950 que trata de la feliz vida de unos niños que, al terminar las clases, van al Parque de Beihai para disfrutar de su tiempo libre. Mientras van en barca por el lago, cantan muy contentos:
Rememos,
Nuestra barquita empuja las olas.
En el agua se refleja la bella stupa blanca
Rodeada de verdes árboles y rojos muros.
Nuestra barquita se desliza suave y caprichosa sobre el agua
Y de frente sopla una agradable y fresca brisa.
Pañuelos rojos al sol
Y rayos de sol esparcidos sobre el agua.
Los peces del lago nos miran
Y escuchan en silencio nuestra canción.
Nuestra barquita se desliza suave y caprichosa sobre el agua
Y de frente sopla una agradable y fresca brisa.
Terminado nuestro día en la escuela
Vamos a disfrutar de lo lindo [esto significa "disfrutar mucho"].
Decidme, queridos compañeros,
¿Quién ha dispuesto para nosotros esta vida tan feliz?
Nuestra barquita se desliza suave y caprichosa sobre el agua
Y de frente sopla una agradable y fresca brisa.
Nuestra barquita se desliza suave y caprichosa sobre el agua
Y de frente sopla una agradable y fresca brisa.
La infancia y la adolescencia suelen ser etapas de la vida muy felices. Al oír o cantar esta canción, siempre me acuerdo de los momentos más interesantes y libres de mi vida.
¿Has ido en barca alguna vez por el lago de Beihai?
Claro que sí. Creo que todos los niños de Beijing han venido aquí con sus padres o compañeros al menos una vez. La parte que más me impresiona es Qiong Hua, la isla que emerge en el centro del lago. La señorita Lin, empleada del departamento de administración del parque, nos comentó:
"'Beihai' significa 'lago del norte'; y el lago, situado en el centro del parque, es precisamente su paraje más bonito. Como viene a decirse en la canción, al contemplar los árboles mecidos por la brisa desde una barquita que se desliza sin rumbo fijo sobre el lago, uno se siente transportado al paraíso. En verano, este es uno de los lugares de esparcimiento preferidos por los beijineses, ya que en él, además de poder hacer ejercicio remando, disfrutan de un ambiente muy fresco.
El lago de Beihai también se llama Tai Ye Chi, bonito nombre bastante antiguo que significa "lago cuyas aguas vienen del paraíso". A los emperadores les encantaba estar cerca del agua, contemplarla y navegar por ella. De ahí que a menudo construyeran en sus palacios lagos artificiales que llamaban Tai Ye Chi, la legendaria morada de los dioses. El lago de Beihai no es artificial, sino natural. Sin embargo, como sirvió de lugar de esparcimiento a la familia y la corte imperiales, también se le llama Tai Ye Chi.
Este lago es bastante extenso, ofreciendo así a los visitantes un lugar idóneo para dar un paseo en barca o simplemente deambular por sus orillas con el fin de disfrutar del aire fresco y su maravilloso paisaje. En nuestro anterior programa nos referimos a Qian Long. ¿Se acuerdan de él? Era aquel emperador al que le gustaba hacer viajes de inspección por el sur de China. Durante su reinado, Qian Long puso nombre a los ocho paisajes más representativos de Beijing, dos de los cuales se encuentran en el Parque de Beihai.
Si no recuerdo mal, uno se llama "Árboles y sombras de la isla de Qiongdao en primavera"; y el otro, "Olas del lago Tai Ye Chi en otoño". El primer paisaje transmite una tranquilidad maravillosa, mientras que el segundo nos ofrece un cuadro misterioso: bajo el sol relucen un brillante lago y olas doradas. Atraídos por su fama, en primavera y otoño numerosos turistas acuden a contemplarlos. Escuchemos a continuación lo que nos comenta el señor Dong, un visitante que ha venido al parque con su familia:
De niño, vivía cerca de Beihai y venía aquí muy a menudo. Ahora soy padre de una niña y, aunque todavía es muy pequeña, me encanta pasear junto al lago con ella, ya que podemos disfrutar del aire fresco y un bonito paisaje. Quiero que mi hija conozca la belleza de nuestra ciudad, de la naturaleza y de este antiguo parque imperial.
Si da un paseo en barca por el lago de Beihai, seguramente verá la construcción blanca que se yergue en la isla de Qionghua. Es la más representativa del parque y la misma que se menciona en la canción Rememos. Pero dejemos que sea la señorita Zhao, subdirectora de la oficina de estudios del Parque de Beihai, quien nos hable de ella:
En la isla de Qionghua, situada en el centro del lago, se levanta el templo budista de Yong An (paz perpetua). La torre blanca es una stupa de estilo tibetano que forma parte del templo.
La construcción de esta stupa de treinta y seis metros de altura se inició en 1651. Vista desde lejos, su forma recuerda la de una botella o la de una campana. Los edificios del templo de Yong An que la rodean se construyeron más tarde. Antiguamente, en otoño aquí se celebraba la Fiesta de los Faroles. La gente adornaba el templo con faroles e invitaba a los lamas o sacerdotes del budismo tibetano a oficiar ceremonias religiosas en las que se rezaba por la estabilidad del país y la felicidad del pueblo. En la plataforma que se extiende ante la stupa hay un pequeño palacio llamado Shan Yin Dian (Palacio de la Bondad). Sus 455 pequeñas estatuas de Buda y su gran Buda con mil manos y mil ojos protegen el agua y previenen los desastres naturales. En dicha plataforma también hay varios cañones para dar la alerta, todos ellos de bronce.
Los emperadores Qing, la dinastía manchú, eran unos apasionados del Parque de Beihai, ya que además de ofrecerles sus maravillosos paisajes, les brindaba un excelente lugar para hacer deporte. Como los antepasados de los manchúes eran nómadas, los emperadores de esta dinastía concedían suma importancia a las actividades deportivas. Al llegar el invierno, celebraban competiciones de patinaje en este parque para entretenerse y, al mismo tiempo, fortalecer su salud.
Las competiciones de patinaje empezaban a prepararse cuando llegaba el invierno. La mayoría de los participantes eran jóvenes de la nobleza. A veces jugaban con una bola de hielo, ocasiones en las que el mismo emperador hacía de árbitro. Quienes sobresalían en estas actividades eran premiados por el emperador y hasta recibían cargos gubernamentales.
Ahora entiendo por qué el Parque de Beihai también es conocido como Palacio de Invierno. Pero hoy en día este parque es un centro turístico y de recreo para todo el pueblo, al que al llegar el invierno acuden multitud de niños y jóvenes para patinar.
Exactamente. Beihai es una gran atracción turística a lo largo de las cuatro estaciones del año: en verano, se disfruta de una refrescante brisa a bordo de una barca; en invierno, se patina; y en primavera y otoño, se contemplan bellos paisajes.
Queridos amigos: aquí termina nuestro viaje de hoy. A continuación voy a hacerles una pregunta: ¿Por qué el Parque de Beihai se conoce también como Palacio de Invierno? Estoy seguro de que ya saben la respuesta. Si es así, escríbannos por favor un mensaje con la respuesta y, como muestra de nuestro agradecimiento por su participación, les enviaremos por correo electrónico unas bonitas fotos del parque de Beihai. La dirección de nuestro correo electrónico es la siguiente: spa@cri.cn.