Por Raúl López Parra y Vivian Liyi
Ubicada en la provincia de Fujian, al sudoeste de China, la prefectura Fuding es conocida por ser el lugar originario del té blanco, una de las más exquisitas infusiones que produce el país asiático.
La calidad del té blanco deriva de tres factores, la condiciones geográficas para el cultivo de las hojas; la técnica para procesarlo, caracterizada por utilizar métodos tradicionales –sin el uso de fertilizantes– y su sabor, una mezcla dulce con toques florales que pueden satisfacer hasta el paladar más exigente
De hecho, el método de producción de está registrado como patrimonio intangible de China y los principales mercados de exportación son Asia y la Unión Europea.
El pueblo de Fuding se explica gracias a su conexión con la industria del té. Con una población de más de medio millón de personas, 380 mil viven de este sector, de los cuales, el 80% son campesinos.
Mediante el turismo, se persigue desarrollar la economía local, de hecho, ya ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años.
Un grupo de periodistas de Radio Internacional de China, entre ellos los corresponsales del Departamento de Español, se encuentran en estas tierras para conocer de primera mano, los esfuerzos comunitarios para desarrollar el ecoturismo del té blanco, con el fin de ampliar el consumo de esta bebida, cuya producción apenas llega al 1% nacional de entre todas las variantes del té (rojo, verde, entre otros).
Aquí no sólo se encuentran los campos de té, que ofrecen un impresionante espectáculo visual de figuras caprichosas delineadas por los surcos de las plantaciones, también se encuentra la Montaña Taimu, una de las más famosas en China, por sus formaciones rocosas y los ríos que la atraviesan, así como los montes Yandang y Wuyi.
Además de los escenarios naturales, Fuding es un lugar colmado de expresiones artísticas populares, gracias a que es el hogar de 20 grupo étnicos que viven en un diálogo cultural constante reflejado en sus tradiciones.
El baile del dragón, la danza del león con cuerdas, los títeres chinos, el sonido del tambor pengpeng, las majestuosas estructuras de hierro,que se alzan hasta 10 metros con niños subidos a ellas, vestidos con trajes tradicionales, son sólo algunas de las expresiones artísticas de este lugar.
No hay duda de que Fuding es el sitio perfecto para conocer a fondo la cultura del té de China, pero no hablamos cualquier té, sino del té blanco, el mismo que ha sido degustado la realeza británica, que ha ganado premios internacionales y que incluso la prestigiosa marca Chanel lo utiliza en algunas de sus cremas para la piel.
¿Exageración? En esta estancia de cuatro días descubriremos los secretos del té blanco de Fuding.