El banco central chino sacó hoy lunes 60.000 millones de yuanes (8.900 millones de dólares) del sistema financiero, mediante operaciones de mercado abierto en las que el volumen de los valores vencidos superó al de las nuevas inyecciones de capital.

　 El Banco Popular de China inyectó 250.000 millones de yuanes mediante operaciones de recompra inversa, en tanto que los vencimientos alcanzaron los 310.000 millones de yuanes.

　 Las operaciones incluyeron 130.000 millones de yuanes de repos inversos a siete días con un rendimiento del 2,45 por ciento, y 120.000 millones de yuanes de contratos a 14 días al 2,6 por ciento.

　 Se trata de la tercera jornada consecutiva de disminución de la liquidez en el sistema financiero.

　 En el mercado interbancario del lunes, el Tipo de Oferta Interbancaria de Shanghai a un día, que mide el coste al que los bancos chinos se prestan dinero entre sí, cayó 8,6 puntos básicos, y se ubicó en 2,721 por ciento.

　 Las operaciones de mercado abierto del emisor son seguidas estrechamente por el mercado, dado que constituyen el principal instrumento del banco central para gestionar la liquidez.

　 Durante el último año, el banco ha evitado las reducciones de los tipos de interés y también el reajuste de la ratio de reservas obligatorias, adoptando una amplia gama de herramientas, como los repos inversos y los mecanismos de crédito, para agilizar su maniobrabilidad.

　 El cambio se ha registrado en momentos en que las autoridades tienen que manejar la tarea del despalancamiento financiero con el fin de reducir los riesgos y controlar las burbujas de activos, y al mismo tiempo impulsar la lenta recuperación de la economía.

　 La política monetaria de China para 2017 es prudente y neutral, y busca mantener unos niveles adecuados de liquidez y evitar inyecciones de grandes cantidades de capital.