El nuevo método involucra una cierta proteína llamada Tudor-SN y la tecnología de edición genética CRISPR-Cas9.
En una observación más cercana, los investigadores hallaron cómo Tudor-SN es importante en la fase de "preparación" del ciclo celular, periodo en el que las células se preparan para dividirse, según el nuevo estudio.
"Sabemos que Tudor-SN es más abundante en las células cancerosas que en las sanas, y nuestro estudio sugiere que centrándonos en esta proteína se podría impedir el rápido crecimiento de las células cancerosas", indicó en un comunicado Reyad A. Elbarbary, autor principal del estudio y profesor adjunto de investigación en el Centro para Biología de ARN y del departamento de Bioquímica y Biofísica de la Escuela de Medicina y Odontología de la Universidad de Rochester.
Estos descubrimientos se consiguieron en el laboratorio en células cancerosas en el riñón y en el cuello del útero y están lejos de ser aplicados a pacientes humanos. Sin embargo, los investigadores señalaron que podrían ser la base para un posible tratamiento en el futuro.
(Jimena)