Ahora, el presidente de China, Xi Jinping, parece estar adquiriendo el título internacional de arquitecto de un gran plan para conectar mejor a los países en las antiguas rutas de la seda y más allá.
El Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional realizado el domingo y el lunes en Beijing es una perfecta ilustración del creciente estatus internacional de China y de la cada vez mayor influencia de Xi.
Las imágenes de Xi recibiendo en el foro de dos días a los 29 jefes de Estado y de gobierno de todo el mundo, así como a líderes de organizaciones internacionales clave, recuerdan a las de hace ocho meses, cuando el presidente encabezó la cumbre del G20 en Hangzhou.
Todas las economías del G20 estuvieron representadas en el foro de la Franja y la Ruta, al que asistieron alrededor de 1.500 representantes de más de 130 países y 70 organizaciones internacionales.
Los países participantes representan más de dos terceras partes de la población mundial y 90 por ciento del producto interno bruto mundial.
Por donde se mida, el foro, cubierto por más de 4.000 periodistas, es una de las reuniones internacionales más prestigiosas que China jamás haya organizado y una de las asambleas de más alto nivel en el mundo.
Mientras China se prepara para La Cumbre BRICS de 2017 que se realizará en septiembre en Xiamen, los analistas dicen que cada vez es más claro que en los últimos años China ha dejado de ser un actor en los asuntos mundiales para convertirse en un líder de la agenda mundial.
La talla de Xi como estadista responsable ha ascendido en el proceso.
Xi presidió la reunión del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en 2014 y la Cumbre del G20 de Hangzhou el año pasado, con lo que trazó el curso para el crecimiento mundial y para la recuperación económica mundial.
En enero, Xi defendió la globalización y el libre comercio en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, frente a la nueva realidad mundial que parece inclinarse al proteccionismo.
Su gran atractivo personal, en especial como "núcleo" del Partido Comunista de China y su Comité Central, también ha ayudado a proyectar su influencia al extranjero.
Xi es considerado un vanguardista de la reforma y del el Sueño chino de revitalización nacional, así como un firme impulsor del combate a la corrupción.
El foro de la Franja y la Ruta en Beijing podría impulsar su influencia aún más, tanto en China como más allá, especialmente a unos meses del XIX Congreso Nacional del PCCh que se reunirá en el segundo semestre de este año para elegir a una nueva dirigencia.
Durante una mesa redonda de líderes realizada este lunes, Xi explicó lo que lo inspiró a plantear la iniciativa de la Franja y la Ruta hace cuatro años.
La iniciativa de la Franja y la Ruta "no excluye ni está dirigida a ninguna parte", dijo Xi en la cumbre en la que habló del sinnúmero de desafíos que el mundo enfrenta: un lento crecimiento e inversión, una tambaleante globalización económica, un desarrollo cada vez más irregular, el efecto de la afluencia masiva de refugiados y migrantes, así como guerras, conflictos y terrorismo.
Las palabras hicieron eco del discurso inaugural que pronunció un día antes al describir la iniciativa como "el proyecto del siglo" en un mundo "plagado de desafíos".
Sólo si coordinan las políticas nacionales y se integran los factores económicos y los recursos de desarrollo a una mayor escala mundial, los países podrán construir sinergias y promover la paz, estabilidad y desarrollo común mundiales, dijo Xi.
En estas circunstancias, está plenamente justificado que el mundo retome el buen juicio y fortaleza de las antiguas rutas de la seda para impulsar la cooperación con el espíritu de la ruta de la seda de paz, cooperación, apertura, inclusión, aprendiza mutuo y beneficio mutuo, añadió.
"Necesitamos buscar resultados de ganancia mutua a través de una mayor apertura y cooperación, evitar la fragmentación, abstenernos de fijar umbrales que inhiban la cooperación o de buscar arreglos exclusivos y tenemos que rechazar el proteccionismo", indicó el presidente.
Por consiguiente, la visión de la Franja y la Ruta de Xi ha estado apoyada por acciones concretas.
Hasta ahora, 68 países y organizaciones internacionales han firmado acuerdos de cooperación de la Franja y la Ruta con China. El comercio total entre China y los demás países de la Franja y la Ruta superó los tres billones de dólares entre 2014 y 2016 y las inversiones chinas en estos países ascendieron a más de 50.000 millones de dólares.
Una red multidimensional de infraestructura está tomando forma, una que es sustentada por corredores económicos integrados por rutas de transporte terrestre, aéreo y marítimo y por autopistas de información, y que es apoyada por grandes proyectos portuarios, ferroviarios y de gasoductos.
"El presidente Xi ha desempeñado un importante papel al lograr todos estos cambios positivos ofreciendo el buen juicio y soluciones chinas al mundo y al ensamblar las estrategias de desarrollo de los países con la Franja y la Ruta", dijo Wang Yiwei, profesor de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Renmin de China.
"La iniciativa de la Franja y la Ruta se ajusta bien a la visión de Xi de una comunidad de futuro compartido para la humanidad. Es una parte importante de sus teorías de gobernanza al igual que el concepto de desarrollo innovador, coordinado, verde, abierto y compartido y el de reforma estructural por el lado de la oferta", añadió Wang.
"Xi ha mostrado con la iniciativa que tiene lo necesario para dirigir, no sólo en China, sino también en el escenario mundial", agregó.
Lola