Según el documento, que sigue un patrón similar al de la estrategia nacional para estimular el sector servicios, el país renovará los accesos rodados a las principales atracciones turísticas para responder a la creciente demanda de viajes y los mayores destinos turísticos verán mejorado el transporte interno.
En los próximos cinco años, el país construirá 20 carriles para bicicletas interregionales con una longitud total de 5.000 kilómetros para promover el transporte sin emisiones e inaugurará nuevas rutas de autobús y lugares de acampada para caravanas.
Se instalarán y mejorarán 100.000 aseos públicos, que arrastran una reputación muy negativa entre los turistas, que se quejan de su escasez y su falta de higiene y de personal de limpieza. En los principales centros turísticos los servicios tendrán que cumplir estrictas condiciones de higiene y se mantendrán limpios con respeto por el medio ambiente.
El documento también esboza planes para establecer un sistema de coordinación informativa y ofrecer servicios de mejor calidad a los viajeros.
Las ganancias del sector turístico de China sumaron 4,69 billones de yuanes (689.700 millones de dólares) en 2016, un crecimiento interanual del 13,6 por ciento. Los turistas chinos hicieron 4.440 millones de viajes el año pasado, un ascenso del 11 por ciento, según los datos oficiales.
El turismo desempeña un papel importante en la segunda mayor economía del mundo, en un momento en que el país quiere construir una economía impulsada por el sector servicios y el consumo en lugar del comercio y la inversión.
China gastará en 2020 alrededor de dos billones de yuanes en el sector turístico, que contribuirá más del 12 por ciento al Producto Interno Bruto (PIB), según el plan.
Yin