La municipalidad de Beijing y las provincias de Shanxi y Zhejiang son las tres primeras del país en ensayar esta importante reforma del sistema anticorrupción. Sobre esta base, China tiene como objetivo establecer una comisión nacional de supervisión y elaborar una ley sobre la supervisión nacional.
"El trabajo piloto se está desarrollando sin contratiempos, y continuaremos estudiando asuntos específicos y acumulando materiales para (elaborar) la legislación nacional", dijo Yang a los periodistas en el marco de la sesión anual del máximo órgano legislativo del país.
Las tareas piloto abarcan el establecimiento de las comisiones supervisoras a tres niveles -- provincia, ciudad y distrito --, con el fin de formar un sistema integral "unificado, confiable y eficiente".
Las comisiones integrarán las funciones de control disciplinario, supervisión, fiscalización y auditoría en el Partido Comunista de China (PCCh), el gobierno y las agencias judiciales.
Como parte de las principales reformas políticas, la modificación del mecanismo de supervisión ayudará a fortalecer el liderazgo general del Comité Central del PCCh sobre el trabajo anticorrupción, apuntó Yang.
"La legislación sobre la supervisión es básicamente un reglamento nacional anticorrupción, y apunta a supervisar a todos los funcionarios", precisó el ministro.
"Para forjar el hierro, uno debe ser fuerte", destacó Yang, quien pidió esfuerzos para construir una fuerza de trabajo de supervisión leal y limpia, que también sea audaz a la hora de asumir responsabilidades.
Mientras tanto, Yang descartó la especulación de que la lucha anticorrupción del país esté perdiendo fuerza. El alto funcionario aseguró que dichas afirmaciones carecen de fundamento, y añadió que el país mantendrá de forma inquebrantable su voluntad de erradicar este flagelo.