Tras haber protagonizado titulares con su vigorosa defensa de la globalización en el Foro Económico Mundial de Davos, se espera que el presidente chino, Xi Jinping, atraiga la atención en otra reunión con una influencia mundial: las conocidas como "dos sesiones" que se celebran en Beijing.
La quinta sesión de la XII Asamblea Popular Nacional (APN) y la quinta sesión del XII Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh) se inaugurarán el 5 y el 3 de marzo, respectivamente.
Las sesiones anuales del máximo órgano legislativo y el máximo cuerpo de asesoría política están entre los eventos políticos más importantes de la segunda mayor economía del mundo.
La APN es el máximo órgano del poder estatal, que permite al pueblo chino ejercer su poder como el "dueño del Estado". Los nuevos líderes estatales serán elegidos en la sesión de la APN de marzo de 2018, después de que el XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) escoja a la nueva dirección del Partido este año.
Fue en la primera sesión de la XII APN en marzo de 2013 cuando Xi fue elegido presidente. Había sido nombrado secretario general del Comité Central del PCCh en noviembre del año anterior, en el XVIII Congreso Nacional del PCCh.
Las dos sesiones de este año son las primeras desde que Xi fue apoyado como núcleo del Comité Central del PCCh, algo que sucedió el pasado octubre.
"A través de las reuniones, se logrará un mayor consenso para construir una sociedad modestamente acomodada y las visiones de Xi sobre la gobernación estatal serán más nítidas", afirmó un profesor de la Escuela del Partido del Comité Central del PCCh, Xin Ming.
En los últimos cuatro años, las visiones de Xi sobre la gobernación han guiado el desarrollo de China. El libro La gobernación y administración de China, una selección de los discursos de Xi, proporciona conocimiento sobre sus conceptos, determinación y sabiduría de la gobernación. Más de seis millones de copias se han distribuido por todo el mundo.
Funcionarios de todos los niveles deben alinear su pensamiento con el plan estratégico de Xi, los "cuatro integrales", que son una estrategia de cuatro componentes para alcanzar una sociedad modestamente acomodada, profundizar la reforma, avanzar en la gobernación según la ley y el disciplinamiento integral y riguroso del Partido.
Para China, la estrategia crea rutas para construir un país socialista moderno.
Para los observadores, los discursos y las iniciativas políticas de Xi en las "dos sesiones" enviarán señales importantes sobre cómo China avanzará hacia lo que Xi llamó "el gran sueño de la revitalización de la nación china".