La máxima dirigencia de China prometió este lunes que estabilizará y mejorará las políticas macroeconómicas para crear un ambiente propicio para el crecimiento económico y las actuales reformas estructurales.
En una reunión convocada para deliberar acerca del proyecto del informe anual sobre la labor del gobierno y las propuestas para el XIII Plan Quinquenal, el Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) dijo que el impulso de la calidad y la eficacia del crecimiento serán el enfoque en el período 2016-2020.
Una declaración emitida después de la reunión, encabezada por el presidente, Xi Jinping, señala que China continuará aplicando políticas fiscales proactivas y políticas monetarias prudentes, a la vez que promueve las reformas estructurales enfocadas en la oferta para impulsar el crecimiento.
Es necesario hacer más para aprovechar los potenciales de la demanda interna, dice la declaración.
La dirigencia también prometió acelerar el desarrollo de la agricultura moderna e impulsar una nueva ronda de apertura de alto nivel. El desarrollo ecológico también tendrá prioridad, añadió.
El año 2016 es fundamental para que China alcance los objetivos sociales y económicos del país, la dirigencia considera a la reducción de la capacidad industrial, a la eliminación de la baja oferta, al despalancamiento financiero, a la reducción de costos corporativos y a la identificación de vínculos débiles, como las principales tareas para el año.
La economía de China creció 6,9 por ciento anual en 2015, su menor expansión anual en un cuarto de siglo, pero acorde con el objetivo de crecimiento del gobierno de alrededor de 7 por ciento.
Al revisar el desempeño económico de China en el período 2010-2015, la reunión indicó que China ha logrado un "progreso decisivo" en la reestructuración económica.
El consumo contribuyó con 66,4 por ciento del producto interno bruto (PIB) de China en 2015, lo que representó un aumento de 15,4 puntos porcentuales respecto a 2014.
La reunión tuvo lugar antes de las dos sesiones anuales de China de marzo, durante las cuales los legisladores y asesores políticos se reunieron en Beijing para discutir las políticas sociales y económicas para el año.
Desde que asumió el cargo a finales de 2012, la dirigencia china ha propuesto tres importantes estrategias para impulsar el crecimiento en un momento en el que la economía china entra en una "nueva normalidad" con menor crecimiento y en el que el mundo sigue siendo inestable.
La red regional de infraestructura y comercio de "la Franja y la Ruta", el desarrollo coordinado de Beijing con las vecinas Tianjin y Hebei y la franja económica del río Yangtsé sirven como impulso para el crecimiento económico del país y constituyen la solución de China para el mundo en un momento de difícil recuperación económica.
La iniciativa de la Franja y la Ruta,planteada por el presidente Xi Jinping en 2013, se refiere a la Franja Económica de la Ruta de la Seda que vincula a China con Europa mediante Asia Central y Occidental, y a la Ruta de la Seda Marítima del Siglo XXI que conecta a China con los países del sureste de Asia, Africa y Europa.
En los dos años que han transcurrido desde la conceptualización de la iniciativa, China ha asignado 40.000 millones de dólares para el establecimiento del Fondo de la Ruta de la Seda, ha formado el BAII y ha emprendido proyectos como el tren transcontinental desde la municipalidad de Chongqing, al suroeste de China, hasta el puerto griego de El Pireo, así como el tren de alta velocidad Yakarta-Bandung, en cooperación con los países de la Franja y la Ruta.
Beijing, la municipalidad de Tianjin y la provincia de Hebei son consideradas una región clave en la promoción de la integración económica regional del país.
La Franja Económica del Río Yangtsé, que representa más del 40 por ciento del total nacional en términos tanto de población como de producto interno bruto (PIB), es considerada el nuevo motor de crecimiento del país y reducirá la brecha de desarrollo entre las regiones del este, centro y oeste del país.