Tras la comida, de una docena de platos, al final dejas de ingerir algunos porque tu cuerpo ya no te atmite más, excelentes los platos picantes pero llega un momento que tu garganta parece un vocán a punto de estallar. Digamos de paso que me encanta el picante y me parece que aquí son más fuertes que en México. Si tuviera que darle una calificación al lugar y al servicio, nunca sería menos de excelente.
De nuevo a la carretera que ahora nos conduce al Mauselo de Xi Xia, la parte museística está maravillosamente realizada, lástima que la erosión haya castigado tanto las tumbas que a lo lejos parecen simples montículos desprovistos de vegetación, pero el lugar es impresionantemente grande y me hizo recordad al yacimiento de Teotihuacán en México.