Durante el largo proceso de la historia humana, muchos testimonios de civilizaciones desaparecidas fueron descubiertos por la gente accidentalmente.

En un atardecer de la primavera de 1929, un grupo de campesinos de la provincia de Sichuan halló, mientras trabajaba en el campo, un importante yacimiento de restos arqueológicos. El lugar es conocido con el poético nombre de Bahía de la Luna, y los restos encontrados fueron denominados como "Cultura de las Tres Estrellas" (Sanxingdui). Esta semana voy a presentarles este descubrimiento trascendental y maravilloso de la historia, tanto china como mundial.

La Cultura Sanxingdui, que nos remonta a entre 5.000 y 3.000 años atrás, nació en la región de Guanghan, en la provincia de Sichuan. Después de su primer descubrimiento en 1929, se llevaron a cabo decenas de excavaciones y se localizó un ingente número de artículos de bronce, jade, marfil y oro.

De entre todos los hallazgos, fueron las máscaras de bronce las que despertaron un mayor interés. Una de ellas, de 138 centímetros de ancho y 65 de alto, presenta unos globos oculares estrechos y largos, que sobresalen de la cuenca 16 centímetros, además de una enorme nariz afilada y una gran boca que recorre la cara de oreja a oreja. Las orejas, por su parte, son similares a las de algunos animales, concretamente, muy parecidas a las del cerdo. Constituyen un hallazgo único en el mundo, debido a su gran singularidad.

Entre el resto de los descubrimientos nos gustaría mencionar además una estatua de 2,6 metros de alto, seis árboles realizados en bronce, uno de los cuales, ya dañado, mide cuatro metros de alto, lo que parece indicar que la obra original debería medir alrededor de cinco metros.

A través de la realización de estos objetos esta cultura demuestra el conocimiento de avanzadas técnicas. En el caso de los árboles, por ejemplo, las ramas están instaladas en el tronco de una forma sencilla pero segura, tanto es así que hasta la fecha no se han desprendido. En el árbol figura un ave adherida con un tipo de pasta, cuyos componentes no han sido descifrados.

Cada uno de los elementos que fueron desenterrados en este yacimiento demuestran haber sido cuidadosamente creados. Tal y como señaló Carl Boggs, arqueólogo de fama internacional, los restos hallados en Sanxingdui constituyen creaciones mucho más esmeradas que cualquiera de las obras pertenecientes a este periodo y encontradas en el resto del mundo.