De aquí comenzamos con una serie de programas dedicados a la arquitectura tradicional china. La arquitectura es un símbolo de gran importancia de la civilización humana. En este campo, el pueblo chino ha demostrado gran inteligencia y creatividad.

Entre las numerosas obras arquitectónicas de China, una de las más sobresalientes y importantes es el palacio imperial.

Los palacios imperiales eran las viviendas del emperador. Como muestra del insuperable estatus del que gozaba la familia imperial y de su autoridad omnipotente en la administración de todo el país, los palacios imperiales constituían construcciones lujosas, imponentes y grandiosas.

En su diseño se distinguen claramente la parte delantera, en la que el emperador trataba de los asuntos de Estado; y la trasera, en la que se encontraban las residencias del emperador, la emperatriz y las concubinas.

Palacio Imperial, Beijing

En general, este tipo de construcción presenta techos muy altos, que además de ser bellos e imponentes, sirven para proteger la construcción. Los aleros y puntos superpuestos con un inmenso techo, conforman una línea ingeniosa. Las decoraciones de figuras de pájaros y animales, instaladas sobre los tejados, no sólo añaden un sentido misterioso a los palacios, sino que también han servido para fijar las construcciones y prevenir las posibles corrosiones por efecto de las lluvias.

La característica básica de la arquitectura de la China antigua reside en la utilización de la madera como principal material de construcción. Las colunmas, las puertas y ventanas de los palacios están todos realizados en madera y pintadas de color rojo, como símbolo de felicidad y riqueza. En algunas partes, se pintan dragones y aves fénix, nubes y mares o flores e hierbas. Los colores llamativos no sólo acentúan el lujo y la hermosura de los palacios imperiales, sino que también sirven para protegerlos contra la humedad y la carcoma.

Panorama de la Ciudad Prohibida

Durante miles de años, las diversas generaciones de emperadores no escatimaron gastos de recursos humanos, materiales y financieros para construir majestuosos palacios, que lamentablemente, fueron destruidos en su mayoría durante diferentes guerras. El palacio imperial que ha llegado en mejores condiciones hasta nuestros días es el de la Ciudad Prohibida, convertido actualmente en museo y situado en el centro de Beijing. Este conjunto de palacios, conocido también con el nombre de Ciudad Purpúrea, fue la corte de las dinastías Ming y Qing, y en él vivieron 24 emperadores. Es el mayor conjunto de construcciones de madera del mundo.

El Palacio Imperial es un mar de construcciones imperiales lujosas y hermosas que constituye además un museo del arte arquitectónico de China.