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El Tíbet, un salto de medio siglo--Transmisión de la herencia
2009-04-03 14:32:56   CRI

A lo largo de un prolongado periodo de actividad productiva e interacción social, los miembros de las etnias que conviven en la región autónoma del Tíbet, la principal de las cuales es la tibetana, han forjado una cultura claramente diferenciada de las demás en varios aspectos, incluidos el folclore, el calendario, la medicina y la astronomía. Desde la puesta en marcha de la reforma democrática, el patrimonio cultural étnico del Tíbet, un legado tan rico como antiguo, ha visto impulsadas su transmisión y su evolución.

Acabamos de escuchar la música con la que se acompaña el duixie, danza tradicional del distrito tibetano de Xigaze incluida en el Patrimonio Cultural Inmaterial Nacional. Esta danza folclórica, en la que se combinan la música, el baile y el canto, es muy popular en el Tíbet, sobre todo en Lhatse, pueblo del distrito de Xigaze. Sonam Qupei, un campesino de 22 años que vive en este pueblo, pertenece al Conjunto Artístico de Campesinos de Lhatse desde su fundación.

"Aprendí a cantar y a tocar varios instrumentos siendo muy niño. Así que cuando me enteré de que iba a fundarse la compañía, decidí ir a inscribirme personalmente. Al comprobar mis dotes artísticas, me admitieron enseguida. Estoy muy contento de haber participado en la Velada de la Fiesta de la Primavera en representación de mi distrito. Como cantante y músico originario de la cuna del duixie, creo que tengo el deber de difundir y transmitir esta danza".

Actualmente, en la región autónoma del Tíbet se encuentran setenta obras maestras del Patrimonio Cultural Inmaterial Nacional. Una de ellas es la danza del duixie. Dentro del patrimonio figuran también treinta y una personas encargadas de su transmisión en el marco de proyectos relacionados con este valioso legado. Todos los años, el Gobierno central ofrece cierto apoyo económico a estas personas y asigna fondos para la protección del Patrimonio Cultural Inmaterial Nacional y la ejecución de los proyectos incluidos en él.

Lo que oímos de fondo son varios fragmentos del poema épico El rey Gesar interpretados por viejos artistas tibetanos. En 1959, un año antes de que se iniciara la reforma democrática del Tíbet, los narradores e intérpretes de esta epopeya, al igual que los siervos, el estamento más bajo de la antigua sociedad tibetana, seguían siendo discriminados por los señores feudales. Ahora, en cambio, su situación es radicalmente distinta, puesto que su papel de transmisores del patrimonio cultural inmaterial tibetano se valora mucho y son considerados integrantes indispensables de este preciado legado étnico. Así nos lo explicaba Nyima, funcionario del Departamento de Cultura de la Región Autónoma del Tíbet:

"Antes de la reforma democrática, el pueblo no tenía derecho ni acceso a la cultura. Además, el nivel de vida y el prestigio social de los artistas populares eran bajísimos, por lo que no gozaban del debido respecto. Pero gracias a la designación oficial de algunos artistas como transmisores del patrimonio inmaterial, así como a la atención que viene prestándose a la formación de compañías artísticas en las zonas agrícolas y ganaderas, los campesinos y los pastores ven en esta invitación a participar en la construcción cultural una clara muestra de respeto, lo que a su vez aviva su entusiasmo".

Tras siete años de reparaciones, el Palacio de Potala, en el centro de Lhasa, muestra un aspecto sólido y flamante. Al entrar en él, vemos frescos de colores dorados; paredes y suelos lisos hechos con la antigua técnica tibetana del agatu; así como las columnas esbeltas y brillantes. El imponente palacio rezuma vitalidad en todas sus partes.

Ngwang Lodro, experto tibetano en historia de la arquitectura y maestro artesano de alta categoría, participó en el proyecto de restauración del Palacio de Potala. Los frescos conservados aquí son diferentes de los conservados en otros lugares, lo que obliga a tener aun mayor cuidado al restaurarlos, proceso guiado por el principio de recuperar su aspecto original.

"El dorado se usa principalmente en las columnas, cuya cantidad es mayor. Las laminillas de oro que utilizamos venían del interior de China. Por otra parte, en el Palacio Rojo, que constituye la parte principal del Palacio de Potala, y el Dajingtang o Palacio Subterráneo tenemos cuatro colores, cada uno de ellos elaborado con diferentes pigmentos. Las columnas del este y las vigas están recubiertas de pan de oro; y las columnas del oeste, con turquesas, jadeíta y otras piedras preciosas."

Según el libro blanco Protección y desarrollo de la cultura tibetana, publicado el año pasado por la Oficina de Información del Consejo de Estado, en la región autónoma del Tíbet hay 329 sitios culturales bajo protección oficial. Uno de ellos es el Palacio de Potala, incluido también en el Patrimonio Mundial de la Unesco.

Desde la década de 1980 hasta finales del siglo XX, el Gobierno Central ha invertido unos 1400 millones de yuanes en proyectos de restauración, protección y mantenimiento de importantes bienes culturales, como el Palacio de Potala, el Monasterio de Jokhang y las ruinas de Zongshan y de Guge. Yudawa, director de la Administración de Bienes Culturales del Tíbet, nos ofrece más datos:

"Durante los últimos cinco años, el Gobierno Central ha invertido 570 millones de yuanes en la restauración de más de veintidós sitios históricos, incluidos lugares de la revolución. El año pasado empezamos a restaurar el Templo de Zhashilunbu, proyecto que llevará tres hasta cinco años y exigirá una inversión de unos 100 millones de yuanes".

Los miembros de las distintas etnias que conviven en la región autónoma del Tíbet se esfuerzan sin cesar por proteger, transmitir y desarrollar su propia cultura, y labrar un brillante futuro para la cultura tibetana tradicional. Zhang Qinglin, funcionario gubernamental de la región autónoma del Tíbet nos comentó al respecto:

"En el futuro, nos esforzaremos por mejorar de manera planificada y progresiva todas las culturas y todos los lugares de interés histórico y cultural, para que la espléndida cultura tradicional se reencuentre con sus antiguas raíces y se conserve lo mejor posible."

 
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