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China decidida a crear una red para la seguridad alimentaria y farmacéutica
2009-03-12 21:25:44   CRI

En el 2008, la melamina dejó un recuerdo muy doloroso en la memoria de los chinos. Cerca de 300 000 familias se vieron afectadas por la adulteración de leche en polvo con esta sustancia. Los inocentes y apenados rostros de los niños perjudicados no solo hicieron que todo el país se sintiera muy afligido, sino que contribuyeron a acelerar el proceso legislativo de la Ley de Seguridad Alimentaria. Esta ley, que establece las medidas de seguridad que deben cumplirse en el tratamiento de los alimentos desde el campo hasta la mesa, entrará en vigor el 1 de junio. Su propósito consiste en partir de la atención a la salud para formar una red de seguridad que abarque a todos los ciudadanos.

En los mercados de verduras y supermercados, nuestro reportero grabó varios comentarios como estos: "no voy a comprar tomates demasiado duros y abultados, porque he visto pulverizarlos con algún líquido para que maduren más deprisa; espero que el Gobierno se muestre más estricto en la elaboración y aplicación de las leyes e imponga sanciones más severas a quienes falsifican alimentos o les añaden aditivos prohibidos". El pasado día 5, durante su exposición del Informe sobre la Labor del Gobierno, el primer ministro chino, Wen Jiabao, anunció que este año se profundizará en el ordenamiento específico sobre la seguridad de los alimentos y las medicinas; se perfeccionarán y aplicarán estrictamente los estándares de calidad y seguridad de los productos; y se pondrán en marcha estrictos sistemas para controlar su acceso al mercado, rastrear su origen y retirar aquellos en los que se detecte algún problema de calidad. El objetivo del Gobierno, sintetizó Wen, es que el pueblo pueda comprar y consumir dichos productos con toda tranquilidad. No cabe duda de que estas palabras del primer ministro chino son una respuesta solemne a las esperanzas de las masas populares.

En los últimos veinte años, la industria alimentaria china ha crecido a un ritmo anual del 10 %. Para reducir los costes de producción, algunas empresas usan grandes cantidades de aditivos alimentarios no autorizados. En respuesta a esta práctica, la recién publicada Ley de Seguridad Alimentaria dice claramente que todo añadido de aditivos alimentarios no permitidos por el Estado constituye una violación de la ley. Actualmente, se ha desplegado en el ámbito nacional una campaña específica de ordenamiento contra el uso ilegal de sustancias no comestibles y el uso excesivo de aditivos.

Ye Jiannong, especialista en química analógica y miembro del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, apuntó que los aditivos son productos orgánicos artificiales y que su número aumenta con el tiempo, si bien precisó que, en la mayoría de los casos, aún no se ha llegado a conclusiones claras sobre su toxicidad.

"Si un aditivo no está incluido en la lista publicada por el Estado, hemos de suponer que es tóxico y esperar a ver si tras un largo periodo de experimentos e investigaciones se demuestra lo contrario, en cuyo caso el aditivo en cuestión deberá agregarse a dicha lista."

La Ley de Seguridad Alimentaria estipula el establecimiento de un mecanismo para evaluar y monitorear los riesgos en este ámbito. Según la opinión más generalizada, la puesta en marcha de dicho mecanismo permitirá revertir la situación actual, caracterizada por el hecho de que los organismos supervisores solo emprenden acciones después de haberse producido una grave incidente alimentario. Una de las tareas básicas para cumplir tal propósito es la de formar un nuevo sistema que posibilite el intercambio de información y la eventual obtención de pruebas sobre la evolución de los riesgos. Además, es necesario fomentar la función supervisora de los organismos gubernamentales.

Como en el caso de los alimentos, en el de los productos farmacéuticos la calidad y la seguridad están estrechamente relacionadas con la salud pública. Zhang Wei, director del Departamento de Registro de la Agencia Nacional para la Supervisión y Administración de Alimentos y Medicamentos, señaló que en el 2008 su organismo recibió 3413 solicitudes para registrar medicinas, cifra un 18 % inferior a la del 2007, lo que refleja una notoria mejora del orden en el sector de la investigación farmacéutica.

Estos trabajos permiten confiar en que, a medida que la supervisión de la producción y distribución de los productos alimenticios y farmacéuticos se intensifique, la salud del pueblo chino estará cada vez mejor garantizada.

 
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