Con la galopante crisis financiera global y los nuevos desafíos para el crecimiento económico chino como telón de fondo, la actual sesión de la Asamblea Popular Nacional, máximo organismo del poder del país, afronta mayor cantidad y más fuertes demandas sobre la garantía y mejora de la vida del pueblo.
Cai Fang, diputado de la Asamblea Popular Nacional y director del Instituto de Investigación de Población y Economía Laboral, subordinado a la Academia de Ciencias Sociales de China, afirmó que la solución adecuada de los temas relacionados a las garantías sociales, como servicios médicos, garantía de vejez, viviendas, educación, entre otros, se ha convertido en el elemento clave para la expansión de la demanda interna, y el crecimiento estable y relativamente acelerado de la economía nacional.
"Muchos habitantes suelen depositar su dinero en el banco y no se atreven a consumir, principalmente porque tienen preocupaciones, por la vejez, por las enfermedades, por el desempleo, o por los gastos de la educación de los niños. Si el gobierno aumenta la inversión en estos terrenos, y ampara a más gente con los sistemas de garantías sociales, la demanda interna de consumo se incrementará sin problemas."
La labor del gobierno responde así a las necesidades del pueblo. En el Informe de trabajo sobre la labor del gobierno presentado el día 5 de marzo por el primer ministro Wen Jiabao, se nota que pese a las numerosas dificultades externas e internas, este año los egresos gubernamentales dedicados a las garantías sociales y a la vida del pueblo no se disminuirán, sino se incrementarán en gran margen. El premier Wen afirmó que "cuanto mayores sean las dificultades, tanto mayor será la atención a la vida del pueblo". Subrayó que este año se debe concentrar los esfuerzos por resolver algunos problemas agudos relacionados con el desarrollo económico y social y con los intereses fundamentales del pueblo.
Uno de ellos consiste en la reforma del sistema de servicios médicos, para aliviar el difícil acceso de las masas populares a estos servicios y disminuir el alto costo.
A lo largo de muchos años, China ha venido buscando la correcta orientación de dicha reforma. En los años 80, se practicaba un sistema caracterizado por el puesto predominante del mercado, lo que conducía a la reducción de las inversiones del gobierno y el aumento de las cargas que pesan sobre el pueblo. Con miras a revertir esta situación, el primer ministro Wen afirmó que en los próximos 3 años, el país asignará 850 000 millones de yuanes, para promover la nueva ronda de reforma en el sector médico, y ofrecer servicios médicos seguros, efectivos, accesibles y baratos al pueblo.
"Se promoverá la construcción del sistema de garantías médicas básicas, para cubrir a los residentes urbanos y rurales con los seguros médicos básicos de trabajadores urbanos, seguros médicos básicos de habitantes urbanos y el nuevo sistema cooperativo de asistencia médica rural, respectivamente. Dentro de 3 años, la tasa de cobertura superará al 90% en las tres categorías."
Además, estos fondos también serán usados para el mejoramiento del sistema de servicios médicos de nivel básico, la ampliación de servicios médicos públicos gratuitos, así como las pruebas piloto para la reforma de los hospitales públicos.
Otro tema candente es la garantía para la vejez en las zonas rurales. En la actualidad, viven en China 153 millones de personas con más de 60 años de edad, y un 70% de ellos reside en las zonas rurales. En 1986, el país ya estableció el sistema de seguros básicos de vejez para los trabajadores jubilados en las zonas urbanas. Pero en las extensas zonas rurales, la mayoría de la población de edad mayor sigue dependiendo del sustento familiar.
Hoy en día, en algunas localidades, se ha iniciado las pruebas piloto del nuevo sistema social rural de seguros de vejez, cuyos fondos se acumulan del pago individual, la asistencia colectiva y los subsidios de la Hacienda. Según el plan del gobierno chino, en 2009 este sistema cubrirá un 10% de las ciudades y los distritos del país.
Además, en el Informe de trabajo del gobierno, el primer ministro Wen destacó varios otros asuntos: la asignación de 430 millones de yuanes para la construcción de viviendas de alquiler económico para las familias necesitadas, la aplicación de políticas activas de empleo, el aumento de subvenciones a los estudiantes internados rurales con dificultades económicas, y el perfeccionamiento del sistema de asistencia de Estado a los universitarios pobres.
Se prevé que, si se aplica sin contratiempos estos planes, el nivel de garantías sociales de China experimentará una notoria elevación, y que cuando se desvanezca la sombra de la crisis financiera internacional, China tendrá un nuevo modelo de desarrollo, más sano y sostenible.
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