En 2009 se cumple el quincuagésimo aniversario de la puesta en práctica de la reforma democrática en el Tíbet, región autónoma de China que hoy ostenta una economía desarrollada, unidad nacional y una vida feliz y tranquila.
En el viejo Tibet, más del 90% de la población local estaba formada por siervos que carecían de los más elementales derechos humanos. Pero aquellos siervos hoy son dueños del país.
Entre los dramáticos cambios que han transformado la vida económica y social del Tibet, resaltan las notables mejoras en las condiciones de sanidad y tratamiento médico. Hoy el promedio de vida de los tibetanos alcanza los 67 años de edad, un gran salto en comparación con la norma del año 1951, año de la liberación pacífica del Tíbet, cuando la cifra apenas llegaba a 32 años de edad.
Los éxitos alcanzados en del desarrollo del Tibet son prueba fehaciente de la sólida base que en ese sentido ha sentado la reforma democrática.
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