La embajadora de la República Bolivariana de Venezuela en Beijing, Sra. Rocío Maneiro González concedió el jueves 12 vía telefónica desde su país una entrevista a Radio Internacional de China, refiriéndose, entre otros, a la próxima visita del vicepresidente chino Xi Jinping al país suramericano y a las relaciones bilaterales.

Hu Min: China y Venezuela establecieron relaciones estratégicas en 2001, ¿cómo evalúa usted el estado actual de las relaciones binacionales?
Embajadora: La asociación estratégica comenzó en 2001; sin embargo nuestras relaciones se habían establecido en 1974. Pero no fue hasta el año 2001, cuando realmente comenzó una fuerte voluntad política de parte del gobierno venezolano del presidente Hugo Chávez Frías, de desarrollar nuestros vínculos con la República Popular China. Desde entonces hasta este momento lo que se ha logrado es asombroso.
Para poder medir lo que se ha logrado en estos ocho años hay que tomar en cuenta que desde 1974 y 1999, año en que comienza el mandato del gobierno bolivariano, entre Venezuela y China no había prácticamente comercio. Sólo existían 20 acuerdos firmados, de los cuales no constaba registro de que se hubiera derivado algún tipo de proyecto de cooperación bilateral.
De 1999 a esta fecha, se han firmado más de 240 proyectos bilaterales, de los cuales se derivan aproximadamente 70 megaproyectos que incluyen todos los campos posibles de la cooperación bilateral, desde el energético y agrícola hasta las telecomunicaciones, cultura, industria. El comercio se ha multiplicado de una manera asombrosa. En este momento, estamos consolidando un intercambio comercial que casi llega a 10 mil millones de dólares, cuando hace apenas cuatro o cinco años no llegaba a mil millones de dólares.
Realmente es importante lo que han logrado los dos países. Creo que nuestras relaciones son óptimas: están en un altísimo nivel. Creo que nunca habían estado al nivel actual y debemos sentirnos muy satisfechos de lo que hemos logrado a fuerza de voluntad política, entendimiento, amistad y solidaridad; no solo entre los dos gobiernos, sino también entre los dos pueblos, porque chinos y venezolanos nos queremos bastante.
Creo que el vicepresidente Xi Jinping vendrá en un momento estelar y que va a estar muy contento y satisfecho porque su visita es un símbolo de las maravillosas relaciones que tenemos con China en estos momentos.
Hu Min: El día 29 de octubre pasado, China lanzó para Venezuela el satélite VENESAT-1, ¿qué significado tiene este hecho para Venezuela y para la cooperación científica entre nuestros dos países?
El significado para Venezuela es de una importancia que no es fácil de explicar o medir. China le ha brindado a Venezuela la oportunidad de avanzar en su independencia y soberanía comunicacional, lo cual es muy importante. Además ha abierto para nosotros la realidad de materializar un trabajo que no teníamos la posibilidad de hacer antes; es de gran impacto social. El satélite que tenemos hoy en día, gracias a la cooperación China-Venezuela es un satélite cuyo objetivo no es comercial, sino de impacto social para Venezuela y América Latina, y significará mucho para nosotros en este camino que hemos escogido hacia el desarrollo autosostenido, hacia el desarrollo endógeno.
En el área de la cooperación científica, el lanzamiento del satélite reviste especial importancia. Venezuela está formando en China a sus jóvenes ingenieros, quienes estudian en la Universidad de Ciencias Aeroespaciales, en una verdadera formación del recurso humano, en un buen entendimiento de lo que significa la colaboración con transferencia tecnológica. Ellos están formándose para ser el día de mañana nuestros científicos del espacio: es algo que Venezuela siempre agradecerá al gobierno y pueblo de China.
Hu Min: Ante la actual crisis financiera, energética, la insuficiencia alimentaria y el cambio climático, en su opinión, ¿Cómo deben colaborar China y Venezuela para hacer sus aportes para enfrentar estos problemas?
Creo que vamos por el camino correcto. No creo que sea el momento de buscar cómo hacerlo. Los líderes de China y Venezuela han logrado una comprensión muy clara de los problemas mundiales y llevan a cabo una sólida cooperación, fundamentada en una manera propia y común de los dos gobiernos de ver el mundo.
En el mundo de hoy es necesario luchar por la paz, buscar políticas de entendimiento, de concordia. Estas ideas que están presentes en las políticas exteriores de China y Venezuela; entendemos que el mundo tiene que ser multipolar, porque la única forma de equilibrar las riquezas, de lograr la estabilidad mundial es evitar la hegemonía de un solo polo; tratar de distribuir la riqueza y el poder porque el poder absoluto, único, nunca es bueno.
Tratamos de cumplir con los principios de la no ingerencia en los asuntos internos, del respeto como estados y actores de la comunidad internacional; y sobre todo, hemos emprendido un camino de apoyo, solidaridad, entendimiento en el sentido de proponer cosas nuevas. Hay que tratar de tener el propio ritmo y la propia respuesta para los problemas tan graves de hoy; tratar de buscar nuevos mecanismos, nuevas estructuras que remplacen a los mecanismos que hasta ahora han provocado estos problemas tan graves devenidos de una crisis económica muy seria.
Estamos dando, en cierto sentido, no una lección, pero sí una demostración de que cuando un gobierno y un pueblo quieren salir adelante buscando alternativas, las encuentran. Creo que en ese sentido, solo tenemos que seguir el camino que hemos emprendido y fortalecer cada vez más nuestra asociación estratégica en el marco de este mundo convulsionado que tenemos hoy.
Hu Min: El año 2008 fue muy importante en la historia de las relaciones entre China y América Latina. Además de la visita del presidente Hu Jintao a la región, el gobierno chino publicó el documento sobre la política de la nación asiática hacia Latinoamérica y el Caribe, China se incorporó al Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Sin dudas, estos hechos constituyen importantes acontecimientos en las relaciones sino-latinoamericanas; pero algunos países creen que China coopera con América Latina para obtener los recursos naturales de la región. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Embajadora: No creo que estos comentarios tengan muchas bases o importancia. China es un país que está tendiendo la mano a sus hermanos en vías de desarrollo en la América Latina, con un programa de cooperación que ofrece todos los campos posibles de intercambio. Venezuela puede dar fe de eso, pues nosotros tenemos cooperación con China en prácticamente todas las áreas establecidas en este gran programa, en este gran ofrecimiento chino para Latinoamérica, anunciado por el Sr. Presidente Hu Jintao durante su discurso en Perú en noviembre pasado.
La misma presencia del mandatario chino a América Latina y la incorporación China al BID constituyen otros elementos de esta cooperación; pero sobre todo esa manera que tiene China de ofrecer apoyo y cooperación de igual a igual, de estado a estado, de una manera solidaria y respetuosa, abriendo la posibilidad del mutuo beneficio, del desarrollo compartido; todo eso está presente en todo el esfuerzo de cooperación de China hacia Latinoamérica.
Cualquier gobierno serio y responsable que busque el desarrollo del pueblo y salir adelante en este mundo de hoy, sabe que ese ofrecimiento chino es excelente: una mano tendida de hermano a hermano; y nunca puede ser irrespetuoso, ni para tratar los recursos naturales de nuestros países. Todo lo contrario.
Lo que está ofreciendo China es cooperación, bien entendida y siempre buscando el mutuo beneficio, el desarrollo compartido, el entendimiento entre países en vías de desarrollo, como corresponde, como debe ser y como se necesita en el mundo de hoy.
Se acabó el tiempo de aquellas alianzas que siempre eran desiguales, donde el más fuerte era el que ganaba y el que recibía el beneficio. Ese no es el esquema planteado por China; sino un esquema muy distinto: el que Venezuela también ofrece, acepta y entiende.
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