El vice presidente chino Xi Jinping se reunió el martes en Ciudad de México con los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado de México, Gustavo Madero y César Duarte. En la ocasión, Xi dijo que bajo las actuales circunstancias, ambos países deben unir esfuerzos para afrontar la crisis financiera.

Tal empeño, indicó Xi, contribuirá no sólo a aumentar las capacidades de ambas naciones para sortear riesgos, sino también a salvaguardar los intereses de los países en vías de desarrollo y a promover el crecimiento económico mundial.

El vicepresidente chino señaló que profundizar la asociación estratégica entre China y México requiere del apoyo y participación activa de los parlamentos de los dos países. Expresó asimismo su deseo de que las legislaturas de las dos naciones aumenten intercambios y contactos, para seguir contribuyendo a fomentar la amistad entre sus pueblos y profundizar la cooperación amistosa bilateral.

Durante el encuentro, Xi también informó a los anfitriones sobre las medidas adoptadas por el Gobierno chino para enfrentar la crisis financiera.

Por su parte, Gustavo Madero y César Duarte dijeron que la actual crisis financiera internacional ha puesto a prueba la economía mundial, y que las medidas aplicadas por China con miras a superar el impacto de esta crisis han impresionado profundamente a diversos países, a la vez que han constituido un ejemplo a seguir para el país azteca, en cuanto a cómo convertir la crisis en oportunidad de desarrollo. Ambos indicaron que el fortalecimiento de la cooperación bilateral no solamente favorecerá el desarrollo y la prosperidad de sus respectivas regiones y del mundo entero, sino que también permitirá a México estar a mayor altura y tener una visión de largo alcance.

Madero y Duarte añadieron que el Congreso de México está dispuesto a seguir desempeñando un papel en la promoción de las relaciones de amistad y cooperación entre los dos parlamentos y en todos los terrenos.

También recalcaron que México se adhiere a la política de una sola China y considera que el problema del Tíbet es un asunto interno del país asiático.