Costa Rica identificó serios daños al menos 550 kilómetros cuadrados de ecosistemas, cuencas hidrográficas y geomorfología, como resultado reciente terremoto que azotó a esta nación.
Así lo dio a conocer el martes mediante comunicado de prensa, el Ministerio de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones (MINAET) de este pequeño país centroamericano.
El movimiento sísmico experimentado el pasado jueves 8 a las 1:21 p.m, hora local, (1921 GMT) fue de 6.2 grados en la escala Richter y tuvo una profundidad de 30 kilómetros, según estimó el reporte oficial del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de la Universidad Nacional (Ovsicori).
El epicentro se ubicó en San Pedro de Poás, 6 kilómetros al este del Volcán Poás (25 kilómetros al noroeste de San José), donde se reportaron de manera inmediata fuertes daños de infraestructuras y carreteras.
Según los datos proporcionados por el MINAET, entre las zonas afectadas por la emergencia destaca el Area de Conservación de la Cordillera Volcánica Central, de la que fue necesario trasladar a albergues diversas especies animales como lapas, monos y pumas.
En el caso del Río Sarapiquí, se reportó la pérdida de "miles de peces" que murieron asfixiados como resultado de los aludes de barro en las aguas, generados por los derrumbes de tierra.
El Departamento de Aguas del MINAET analiza el impacto de la emergencia en los mantos acuíferos, sin embargo, su informe preliminar identificó que algunos manantiales cambiaron de zona de afloramiento, así como una considerable disminución en el caudal de los ríos.
Por su parte, tras un minucioso recorrido y estudio de las condiciones estructurales del área comprendida por el Parque Nacional Volcán Poás, se verificó que este no sufrió mayores daños.
Rafael Gutiérrez, director del Área de Conservación de la Cordillera Volcánica Central, informó sobre la conformación de dos comisiones encargadas de evaluar con precisión el impacto en los bosques y suelos.
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