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Un extranjero en el comité administrativo de un barrio de viviendas chino
2008-11-25 16:01:28   CRI

La belleza de Dalian, ciudad costera de la provincia nororiental de Liaoning, atrae a gente de todas partes. En los últimos años, el número de extranjeros que trabajan en esta ciudad ha aumentado considerablemente. Con el fin de facilitar la comunicación con los forasteros y poder ofrecerles mejores servicios, el comité administrativo de Green Town, un barrio de viviendas de la Zona de Desarrollo de Dalian, ha incluido a varios extranjeros entre sus miembros. Uno de ellos será el protagonista de nuestro programa de hoy: Sato Tomoyuki, un japonés de 30 años que se ha tomado muy en serio su labor como miembro de dicho comité.

Cuando hace un año empezó a trabajar en la zona franca de Dalian, Sato Tomoyuki alquiló un departamento en el barrio de viviendas de Green Town. En una reciente reunión nocturna sobre los residentes extranjeros, Sato dirigió estas palabras a los demás miembros del comité administrativo:

"Buenas noches. Me llamo Sato Tomoyuki y vengo de Japón. Actualmente trabajo en la Zona de Desarrollo de Dalian. Aunque estoy muy ocupado, trato de servirles en mi tiempo libre. Si alguien tiene algún problema, puede ponerse en contacto conmigo a cualquier hora. Muchas Gracias."

Los presentes reciben con calurosos aplausos las sinceras palabras de Sato, vestido aún con su ropa de trabajo. A continuación, el señor Sheng, de nacionalidad estadounidense, toma la palabra para expresarle su apoyo:

"Señor Sato: me temo que entre todos vamos a causarle muchas molestias, ya que, como representante de la población foránea, se ha comprometido a ayudarnos. El señor Sato, a quien considero una persona muy amable, habla el chino con fluidez. Estoy seguro de que su labor como enlace entre la población local y los residentes extranjeros facilitará la comunicación entre estos y el comité administrativo."

La población del barrio de viviendas de Green Town supera los 10 000 habitantes, más de 130 de lo cuales provienen de EE.UU., Francia, Alemania, Japón, Corea del Sur, Rusia, la India y otros países. Como es natural, dentro de la colonia foránea hay costumbres y estilos de vidas muy dispares así como notables diferencias lingüísticas y culturales. Para Li Hongtao, director del comité administrativo del barrio de Green Town, esta diversidad representaba un serio problema, puesto que dificultaba su comunicación con los extranjeros y, por lo tanto, la mejora de los servicios que se les ofrecen.

"Al principio, redactábamos los avisos para el vecindario en cuatro lenguas. Pero no estábamos satisfechos con esa forma de comunicarnos. Entonces se nos ocurrió la idea de elegir a un extranjero que representara a todos los demás, para poder comunicarnos mejor con ellos".

La persona más adecuada para cumplir esta función parecía ser un japonés llamado Sato Tomoyuki, ya que además de hacer sugerencias al comité administrativo a menudo, habla muy bien el chino. Cuando Li Hongtao le expuso la idea, Sato la aceptó de inmediato. En esta invitación a participar directamente en la administración y los servicios de su barrio, Sato ve una muestra de confianza por parte de la población local.

"Como vivimos en China, hemos de amoldarnos a las costumbres de este país y a su manera de hacer las cosas. Pero al mismo tiempo, queremos compartir las experiencias más útiles de nuestros países de origen para contribuir así a la mejora de China, especialmente en algunos detalles."

Desde que es miembro del comité administrativo, Sato ha presentado numerosas propuestas a Li Hongtao. Por ejemplo, antes los cuadros iban por los departamentos para efectuar algún tipo de comprobación o trámite, práctica que incomodaba bastante a los vecinos extranjeros. Una de las funciones de los cuadros es garantizar la seguridad de la población. Pero a las familias extranjeras, acostumbradas a otras formas de administración, les costaba aceptar las visitas de los cuadros, puesto que las consideraban una intromisión en su vida privada. Ante la incomprensión surgida entre ambas partes, Sato propuso lo siguiente: que al hacer sus visitas, los cuadros se identificaran con algún tipo de documento oficial e intransferible. Tanto los chinos como los extranjeros aceptaron la propuesta y el problema quedó resuelto.

"Hay que llamar suavemente. Además, es mejor hablar en la puerta. Si es necesario rellenar algún formulario, los cuadros deben pedir permiso al inquilino para entrar en su casa".

Poco a poco, en el barrio de Green Town van asimilándose experiencias extranjeras positivas. Por ejemplo, antes, cuando había que notificar algo a los vecinos, el comité administrativo pegaba un aviso en la puerta principal. Pero como muy bien advirtió Sato, quienes van al trabajo en coche no siempre ven el aviso. Escuchemos lo que propuso el joven japonés para resolver este problema:

"En Japón se utiliza lo que llamamos 'tablón de anuncios por relevos'. Cuando se cuelga un aviso en el tablón, una familia notifica primero que lo ha recibido estampando en él un sello con su nombre y luego se lo da a otra familia para que haga lo mismo. De esta manera, nos aseguramos de que en uno o dos días todas las familias del edificio reciban el aviso".

Como empleado fundamental de una empresa extranjera, Sato es una persona muy atareada, llegando a trabajar más de diez horas diarias. No obstante, también dedica mucho tiempo a su función de miembro del comité administrativo del barrio de Green Town. Los contenedores para la recogida selectiva de pilas eléctricas, papeles, restos de cocina y otras basuras reciclables son también fruto de una iniciativa de Sato:

"Antes solo había dos tipos de contenedores: uno para la basura reciclable y otro para la no reciclable. Pero a mucha gente lo del reciclaje le resulta un poco confuso. En cambio, si en cada contenedor se indica para qué es, por ejemplo, para cristal, papeles o restos de cocina, todo el mundo lo entiende."

Últimamente, en el barrio de Green Town ha surgido otro problema: la falta de espacio para aparcar los coches y el desorden que ello comporta. En una reciente reunión del comité administrativo, Sato hizo varias sugerencias que los demás miembros están estudiando. Para Sato, el hecho de poder contribuir como administrador a la mejora de las condiciones de vida de sus vecinos reviste gran importancia.

"A mi juicio, la mayor aportación de mi trabajo consiste en introducir en el barrio experiencias extranjeras de eficacia probada. En China, el comité administrativo ha sido siempre quien se ha encargado de todo. Creo que es necesario adoptar experiencias administrativas foráneas y hacer nuevas pruebas. El objetivo último es contar con las medidas administrativas más convenientes para China".

Los extranjeros que viven en Green Town, este barrio de viviendas de la Zona de Desarrollo de Dalian, se sienten muy bien acogidos por sus vecinos chinos. Gracias a sus esfuerzos, la gente venida de otras tierras sabe mejor como discurre la vida de un barrio de viviendas chino y se adapta más fácilmente a ella. En Green Town, la convivencia entre los chinos y los extranjeros es cada vez más armoniosa.

 

 
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