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Gran Muralla de la dinastía Qin
2008-11-07 10:02:40   CRI
Cuando se habla de China, ¿qué es lo primero que les viene a la mente? ¿Acaso el oso panda; la Gran Muralla; o los guerreros de terracota? Para la mayor parte de los chinos, el símbolo más representativo de nuestro país sigue siendo, sin duda alguna, la Gran Muralla, que se extiende por miles de kilómetros, en sinuosa travesía a través de desiertos, montañas y llanuras. Originalmente, la muralla consistía en una serie de muros de tierra erigidos por diferentes estados. Se le denominó Gran Muralla después de la unificación de China bajo el reinado de Qin Shi Huangdi, emperador que ordenó la construcción de los guerreros de terracota. Transcurridos más de 2 mil años de construcción, reconstrucción y mantenimiento, el muro alcanzó una longitud total de unos 5 mil kilómetros. En los siguientes minutos, dos amigos, Yu Bao y Xin Ping, nos acompañan en una visita a los tramos de la Gran Muralla que fueron levantados en la dinastía Qin, hace dos mil años, y que hoy día siguen conservados.

Yu Bao, nuestro guía, vive en el distrito Guyang, en la Región Autónoma de Mongolia Interior. En esta región hay varios tramos de la Gran Muralla de la dinastía Qin, destino de nuestra visita de hoy.

En la historia humana, se ven pocas obras tan maravillosas como la Gran Muralla, con una historia tan larga y una magnitud tan impresionante. Según documentos históricos chinos, tras la unificación del país, acontecida en 221 a.c., Qin Shi Huangdi ordenó, en 214 a.c., que Meng Tian, famoso comandante general de entonces, encabezara a unos 300 mil soldados en la misión de construir la Gran Muralla. Con la misma se aspiraba a fortalecer aún más la defensa del imperio ante los ataques de los hunos del norte. Tras 2.200 años, sigue en pie una parte de estas murallas construidas en la dinastía Qin, lo que ha demostrado claramente la calidad de la obra y la inteligencia de los chinos de entonces.

En los años 90 del siglo XX, se confirmó que los tramos de la muralla de Guyang habían sido parte de la Gran Muralla construida por el comandante Meng Tien y sus soldados. Este fragmento es considerado asimismo como la parte de la Gran Muralla de la dinastía Qin mejor conservada en el país.

Según Yu Bao, el trozo de Guyang se encuentra aislado en el norte. Yendo más hacia el norte desde el sitio donde se encuentra este fragmento, llegaremos en poco tiempo al desierto. Eso intentamos hacer nosotros, partiendo del distrito de Guyang, rumbo al poblado de Tianshengcheng. Pero 20 minutos después, ya nos resulta imposible proseguir en el coche, debido al fuerte viento y al mal estado de las carreteras.

Al bajar del coche, no vemos más que montañas. En el camino, Yu Bao nos cuenta que le tomó una semana llegar caminando al trozo de la Gran Muralla de Qin.

``Me costó una semana. Cada día cubría una distancia de unos 10 kilómetros. Era muy pesado. La carga de agua y comida hicieron del recorrido una experiencia inolvidable. En fin, fue una semana de duro trabajo."

Yu Bao se dedica a rememorar su primera visita al trozo de muralla de la dinastía Qin, cuando debió arrostrar terribles vientos, como parte de un clima inclemente.

Cuando describe porqué insiste en desafiar tantas adversidades, insiste en su afán por conocer la Gran Muralla, en especial el trozo ubicado en su pueblo natal. Para Yu Bao, lo que más atrae su curiosidad es aprender cómo los habitantes de hace más de dos mil años pudieron construir una obra tan impresionante con instrumentos sencillos.

Charlamos y andamos. Unos cinco y seis minutos después, nos encontramos con un lecho de río cubierto de hielo. La temperatura es de 15 grados centígrados, el río no está totalmente deshelado y vemos el agua correr entre hielos y rocas.

Al fin percibimos algunas siluetas de la Gran Muralla a lo lejos, que parecen zigzaguear entre los montes grises y extenderse hacia el norte.

Después de dos mil años sometidas a la acción erosiva de la lluvia y el viento, más el tiempo transcurrido, las rocas usadas para la construcción de la Gran Muralla revelan poco más que su color uniforme y algunas señales de procesamiento humano en su superficie. Se afirma que todas las rocas fueron obtenidas en la comarca y procesadas a mano.

Al subir a la cima de un monte, vemos una atalaya. En este momento, Xin Ping no puede ocultar su evidente entusiasmo. Nos explica los detalles técnicos:

"La torre tiene 15 metros de diámetro y unos 6 ó 7 metros de altura. Aquí se erigió la muralla para defender al pueblo de los invasores. Aunque está sola y aislada, la atalaya no produce sensación de nostalgia, ni tristeza. En cambio, sí te transmite una sensación de magnanimidad y orgullo."

El tramo de la Gran Muralla de la dinastía Qin tiene 85 kilómetros de longitud en el distrito Guyang. Destaca en ella el pequeño tramo que cruza la montaña Seerteng, por estar decorada con pinturas rupestres de cabras y camellos, además de contar con sus dibujos la vida y cultura de entonces. A decir verdad, estas ilustraciones son preciosas. Vale la pena conocerlas.

En el camino de vuelta, Xin Pin hace evidente su indeclinable entusiasmo, cantando canciones folklóricas locales, como ésta:

"Un camino montañoso de 15 kilómetros, un viaje fluvial de 10 kilómetros. Entre tú y yo, mi amor, median 25 kilómetros, que recorro diariamente. Por lo tanto, ya me duelen las piernas."

El tramo de la Gran Muralla de Guyang fue declarado Patrimonio Nacional en 1996. En años recientes, el gobierno local de Guyang ha celebrado anualmente el Festival Cultural de la Gran Muralla de Qin, con el fin de promover la protección de la muralla y su explotación ordenada y razonable. Hasta la fecha, se han organizado cinco ediciones exitosas del evento. En cada ocasión, el distrito y su muralla deparan la más entusiasta bienvenida a todos los turistas y visitantes.

 
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