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Explorando el misterioso imperio de los Xia del Oeste
2008-11-07 09:58:42   CRI

A principios del siglo XI, en el noroeste de lo que hoy es nuestro país, surgió una nueva dinastía que, además de contener el avance de las hordas mongolas que habían asolado buena parte de Asia y Europa, legó al mundo los tipos móviles de imprenta, un código regio muy bien conservado así como obras culturales de una exquisitez incomparable. Con el tiempo, el imperio fundado por esta dinastía pasó a conocerse como el misterioso imperio de los Xia del Oeste. En nuestro programa de hoy recorreremos la región autónoma hui de Ningxia, antiguo territorio del imperio de los Xia del Oeste, para explorar sus vestigios.

El imperio de los Xia del Oeste, establecido en el noroeste de China por los dangxiang?o tungutos?, una rama de la antigua etnia nómada de los qiang, se prolongó a lo largo de los dos siglos que van de principios del siglo XI a comienzos del siglo XIII. Contemporáneo de las dinastías Jin y Song del Sur, el imperio de los Xia fue destruido por las tropas mogolas, mezclándose su población gradualmente con otras etnias, incluida la han.

Numerosos testimonios corroboran lo avanzado de la civilización de los Xia, quienes además de dominar las tecnologías más avanzadas de la época crearon un sistema de escritura con caracteres propios. Uno de los legados más impresionantes de la dinastía Xia son sus tumbas imperiales, levantadas en las afueras occidentales de Yinchuang, capital de lo que hoy es la región autónoma hui de Ningxia. Los 53 kilómetros cuadrados que ocupa este complejo funerario albergan nueve sepulcros imperiales en forma de pirámide dispuestas ordenadamente y 253 tumbas de dignatarios esparcidas aquí y allá. Este mausoleo imperial no solo es uno de los mayores de su género existentes en China, sino que ofrece también las ruinas superficiales mejor conservadas del país.

Niu Dasheng, investigador de la Academia de Arqueología de los Xia del Oeste, tiene muy viva en la memoria lo que sintió al visitar las tumbas imperiales.

«Cuando visité el complejo funerario, me embargó una sensación de inmensidad, misterio y soledad muy difícil de expresar. No sabía exactamente qué había en aquel recinto que se extiende hasta donde alcanza la vista.»

Al pie de la montaña de Helanshan, sobre un extenso terreno arenoso, se levantan cientos de montículos piramidales endurecidos como rocas por los mil años de erosión del viento y la lluvia. A pesar de estar incompletos, se mantienen firmemente, reflejando así hasta hoy el inquebrantable espíritu de los Xia del Oeste.

Todo aquel que visita estas tumbas se detiene a contemplar tres grandes estatuas de piedra que representan seres de expresión dura pero no feroz con rasgos tanto humanos como animales. Sobre estas estatuas se han formulado todo tipo de conjeturas. La más acertada parece ser la defendida por Bai Bin, investigador del Instituto de las Etnias de la Academia China de Ciencias Sociales.

«Como si de seres hercúleos se tratara, estas figuras sostienen los basamentos del palacio. De hecho, cumplen la función de pedestales.»

Estas estatuas de piedra, magníficas muestras de la exquisita técnica escultórica de los Xia del Oeste, aparecen como motivos en infinidad de recuerdos turísticos, incluidos sellos, macetas, máscaras y cubiletes para pinceles. Una turista de Beijing compró un sello e hizo tallar en él su nombre escrito con caracteres de la dinastía Xia del Oeste.

«Estos caracteres tienen un trazado valiente y poderoso, cualidades que me parecen modélicas. No entiendo su significado, pero me gustan mucho.»

Los bellos y misteriosos caracteres de la escritura de los Xia se utilizaron mientras duró dicha dinastía. Los innumerables documentos históricos escritos en tales caracteres son de un valor incalculable. Entre ellos hay tratados de medicina, sutras budistas y diccionarios. La obra más sobresaliente es el Fan han he shi zhang zhong zhu, un diccionario del chino y la lengua de los Xia compilado hace 818 años. En el Museo de Ningxia se conservan páginas incompletas de este valioso diccionario. Un especialista en la materia llamado Shi Jinbo viene aquí de vez en cuando para hojearlas.

«Yo diría que es el primer diccionario elaborado en China que incluye definiciones en dos lenguas. De hecho se trataba de un diccionario muy práctico, puesto que servía para aprender tanto el chino como la lengua de los Xia del Oeste. Además, contiene datos muy útiles para quienes investigan esta dinastía.»

En el Museo de Ningxia también se expone el sutra budista Ji xiang bian zhi kou he ben xu, el texto más antiguo del mundo impreso con tipos móviles. Estampado con caracteres de los Xia del Oeste sobre dos finos papeles de color amarillo claro, este texto es considerado una pieza de gran valor, tanto es así que no se autoriza a sacarlo del país. Su existencia no solo marcó un hito en la historia de la imprenta, sino que confirma que los tipos móviles se inventaron en China.

Uno de los tesoros nacionales más célebres exhibidos en el Museo de Ningxia es un buey acostado de aspecto sano y fuerte, hecho en bronce y recubierto de oro, que mide 1,2 metros de largo y pesa 188 kilos. Se trata de una pieza muy valiosa, como lo demuestra el hecho de que cuando fue trasladada al extranjero para exhibirla, se aseguró en 100 millones de yuanes y el Ministerio de Ferrocarriles asignó un convoy especial para custodiarla. El buey de bronce recubierto de oro y los caballos de piedra, todos ellos en la misma sala, reflejan tanto la pericia técnica alcanzada por los Xia del Oeste en la escultura en piedra y la fundición del bronce, como el estilo de vida imperante en esta dinastía. Du Yubing, subdirectora del Instituto de Arqueología de los Xia del Oeste, comentó al respecto:

«Estas piezas nos muestran escenas de la vida cotidiana de los Xia del Oeste. El buey y el caballo son símbolos de la actividad agrícola y ganadera de esta etnia.»

Pero el esplendor de la dinastía Xia del Oeste no se refleja solo en las valiosas colecciones de las tumbas imperiales y el Museo de Ningxia, sino en infinidad de cuevas, templos, estelas y esculturas de piedra. La profunda historia de la dinastía Xia del Oeste es algo más que un simple documento archivado para uso de los especialistas, ya que constituye una parte de la vida de las futuras generaciones así como un filón de misterios por desvelar.

 

 
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