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El desarrollo de la industria editorial china
2008-11-06 15:52:36   CRI
En la Feria del Libro de Fránkfurt, recién clausurada en Alemania, los organizadores afirmaron que China será el país invitado de honor en la próxima edición. De la acentuada escasez de libros en China registrada hace 30 años atrás, hasta su primera participación en calidad de país invitado de honor en una feria internacional de este sector, la industria editorial china ha experimentado cambios drásticos, impulsados por el avance exitoso de la política de reforma y apertura iniciada en 1978. A continuación, pasaremos revista a estos hechos.

La Feria del Libro de Fránkfurt es la mayor y más importante plataforma mundial para la comercialización de libros. En su sexagésima edición, la subdirectora de la Administración General de Prensa y Publicaciones de China, Li Dongdong, compareció a la ceremonia en la que el país invitado de honor de la edición actual hace el relevo al invitado de honor de la edición siguiente. En una entrevista con un periodista de nuestra emisora, Li declaró:

China se prensentará en la Feria del Libro de Fránkfurt de 2009 en calidad de país invitado de honor, siendo ésta la primera vez que nuestro país participa en esta magna cita editorial en esta condición. Expondremos en el evento más de 5000 publicaciones destacadas de China, las cuales reflejan el desarrollo de la industria editorial del país y la imagen de una nación nueva tras 30 años de reforma y apertura.

Durante la Revolución Cultural, entre 1966 y 1976, el desarrollo de la cultura china quedó estancado y muchas editoriales suspendieron sus actividades normales. Una vez concluido este período, el entusiasmo del pueblo chino por el saber, que había sido reprimido por tanto tiempo, explotó como una erupción volcánica. Sin embargo, la revitalización y el desarrollo de la industria editorial no llegaron a satisfacer la demanda de los lectores. Yang Deyan, vicepresidente de la Asociación de Editores de China, nos hace un recuento sobre algunos hechos de aquella época.

Después de la tercera sesión plenaria del Undécimo Comité Central del Partido Comunista de China, animada por la política de apertura, surgió en el país una ola de aprendizaje de lenguas extranjeras. No obstante, en aquel período, China estaba experimentando una escasez sin precedentes de libros y muy pocos impresos nuevos circulaban en la sociedad. Los estudiantes de aquel entonces no disponían ni de libros ni de diccionarios para estudiar idiomas extranjeros. Aún recuerdo que para comprar un Xu Guozhang Inglés, había que hacer una cola larguísima. Las librerías contaban con tan escasas existencias que a veces más de diez mil personas luchaban para adquirir un libro. Esta escasez tenía dos causas principales, la primera era que la producción literaria de China en aquel entonces era ínfima y no había tantas obras para imprimir. La otra era el reducido suministro de papel y la falta de recursos en las imprentas.

En aquel entonces, Yang Deyan trabajaba en el departamento de lenguas extranjeras de la editorial Comercial, la cual, apenas rehabilitada, era el primer instituto moderno chino de este sector. La editorial comercial se constituyó a fines del siglo XIX y desde entonces tuvo como misión la introdución de las ciencias naturales y sociales occidentales. Para responder a las necesidades de la reforma y apertura al exterior planteada en la tercera sesión plenaria del Undécimo Comité Central del Partido Comunista de China y al entusiasmo de los chinos por aprender idiomas extranjeros, la editorial Comercial apretó el paso en su trabajo. Sobre este punto, Yang Deyan nos comenta:

Nuestra editorial tuvo los primeros contactos con la Universidad de Oxford en el año 1978, de este modo, en la década de los 80, publicamos nuestro primer diccionario, el diccionario inglés-chino chino-inglés de Oxford. .

Según Yang Deyan, la editorial Comercial, que se va rehabilitando poco a poco, ahora ofrece una amplia gama de publicaciones. Después de treinta años de reforma y apertura, hoy en día la industria editorial de China presenta un panorama diversificado y próspero.

Según datos de la Administración General de Prensa y Publicaciones de China, los productos publicados en 1978 incluían más de 10 mil variedades, mientras que en 2007, esta cifra se elevó a 240 mil. La variedad de revistas en circulación supera 9 000 en contraste con las 600 en 1977. En cuanto al número de periódicos, que en 1977 era de 200, el año pasado alcanzó las 2000, mientras que el número de páginas impresas sumó 40 000 millones.La tirada de los productos audiovisuales y de las publicaciones electrónicas en 1978 era de 30 millones, mientras que en 2006, se elevó a 600 millones.

Tras treinta años de desarrollo, los chinos por fin han dejado atrás las dificultades para adquirir libros, y tienen amplio acceso al mundo de la cultura, disfrutando los beneficios traídos por el avance de la industria editorial. Inclusive los extranjeros se han percatado de este gran cambio. Ana es una rusa que vino a China a fines de los años 90 y, tras una década viviendo en el país, nos habla de su experiencia:

"Conforme al avance de la reforma y apertura, las publicaciones en idiomas extranjeros circulan cada día más, sobre todo en los úlitmos años. Desde los años 90, las obras clásicas en ruso como Guerra y Paz ya se podían conseguir con facilidad, e incluso las de autores rusos comtemporáneos empezaron a aparecer en las librerías chinas. Hoy en día, las librerías de Wangfujing y Xidan cuentan con varios estantes esclusivos para la venta de las obras en el idioma ruso. Durante los Juegos Olímpicos, podíamos adquirir las revistas y periódicos rusos publicados recientemente. Los rusos que viven en China podemos suscribirnos a cualquier periódico de Rusia sin ningún restricción ni dificultad."

Durante estos treinta años, China ha establecido un marco jurídico preliminar de prensa y publicaciones en torno a la ley de propiedad intelectual, el cual es un sistema de doble protección legislativa-ejecutiva. Sólo en el año 2007, las autoridades competentes decomisaron más de 70 millones de productos piratas, entre los cuales figuraban 10 millones de libros.

Zheng Yuanjie es un reconocido escritor chino. Sus cuentos infantiles llevan más de 20 años entre los más vendidos. Él comenta que el fortalecimiento de la protección de la propiedad intelectual ha despertado enormemente la iniciativa creadora de los escrictores chinos.

"Mi primer libro se publicó en 1981, época en que no había tantas obras piratas circulando en el mercado. Con el paso del tiempo, han ido apareciendo más publicaciónes piratas, y yo comencé mi lucha contra estas editoras ilegales. Durante el período entre 1991 y 1992, me parecía que la piratería era tan feroz que ni el propio gobierno podía controlarla. Perdí las ganas de escribir, porque me pirateaban todo lo que escribía. Sin embargo, he advertido que el entorno ha mejorado considerablemente y la propiedad intelectual ya está bajo protección, de este modo, he recuperado la iniciativa por la creación literaria. El año pasado, se descubrió que la obra mía Aventura de Pi Pilu fue pirateada. La policía de la provincia de Jiangxi esclareció este caso y detuvo en Beijing a los 6 editores ilegales y los sometió a la justicia."

Durante los últimos treinta años, la industria editorial china se viene abriendo al exterior. En 1992, China se incorporó al Convenio de Berna y al Convenio Internacional de Propiedad Intelectual. En 1993, cumplió el compromiso asumido tras su ingreso en la Organización Mundial del Comercio, abriendo su mercado editorial en un intento por promover la colaboración internacional en este sector. En las ferias del libro de Fránkfurt, Nueva York, Londres, Tokio seúl y en otras plataformas mundiales, China ya ha asumido un papel cada vez más destacado.

En la Décimoquinta Feria Internacional del Libro de Beijing, clausurada recientemente, el director de la Administración Nacional de Prensa y Publicaciones de China, Yan Xiaohong, afirmó que China continuará creando un buen entorno para la colaboración con el exterior en la industria editorial.

"En lo sucesivo, con la finalidad de brindar al mundo más productos culturales de buena calidad, el gobierno chino continuará reforzando y ampliando el apoyo político y ampliará los ámbitos y las modalidades de cooperación con el exterior en el sector editorial. Al mismo tiempo, proseguirá con el fortalecimiento de la lucha contra la piratería y el establecimiento de un sistema editorial de bajo costo y transacciones ágiles para crear un marco favorable a la colaboración con el extranjero. "

 

 
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