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Guo Yun y su causa de la protección medioambiental
2008-11-06 15:46:45   CRI

Después de quince años haciendo negocios, periodo en el que cosechó tanto deslumbrantes éxitos como amargos fracasos, Guo Yun decidió consagrarse a la protección del medio ambiente. Con varios cientos de miles de yuanes, este hombre de 47 años fundó el Oasis del Gobi de Xinjiang, la primera ONG u organización no gubernamental ecologista establecida en esta región autónoma china. A pesar de tratarse de una causa que no reporta ganancia alguna, este empresario se dedica a ella en cuerpo y alma, y sin quejarse. En nuestro programa de hoy, les invitamos a escuchar un reportaje sobre Guo Yun y su causa ecologista.

Como siempre, empezamos formulándoles la pregunta correspondiente al concurso: ¿cómo se llama la organización fundada por Guoyun?

Guo Yun posee una amplia experiencia empresarial en diversos sectores, entre ellos los del petróleo, la maquinaria y la alimentación. En el competitivo mundo de los negocios, ha vivido momentos muy difíciles ?como cuando se quedó con menos de diez yuanes? y épocas doradas, como cuando ganó millones de yuanes en un solo año. En agosto del 2005, la vida de este inquieto hombre de negocios cambió por completo a raíz de una anécdota relacionada con el agua.

En agosto del 2005, Guo Yun aprovechó el viaje de investigación que estaba haciendo por otra provincia para ir a visitar a un amigo suyo. Durante la visita, se percató de que su amigo reciclaba el agua. A Guo Yun aquello le extrañó mucho, ya que allí el precio del agua era muy asequible y su amigo gozaba de una posición económica excelente. Cuando su amigo le explicó que no lo hacía para ahorrar dinero, sino porque el agua es un recurso escaso, Guo Yuan, sin pensárselo dos veces, le preguntó: «¿pero qué tiene que ver contigo la escasez de agua?». Muy serio, su amigo le respondió: «¿crees que todos los xinjianeses piensan lo mismo?». Al comprobar que aquella frase dicha a la ligera había causado tan mala impresión en su amigo, Guo Yun se sintió avergonzado.

De vuelta a Xinjiang, Guo Yun empezó a seguir los pasos de su amigo, es decir, a reciclar el agua usada. Para su sorpresa, el consumo familiar de agua se redujo en 5000 litros mensuales y descendió hasta 2000 litros. A partir de entonces, en todas las reuniones de amigos y familiares recomendaba esta forma de ahorro a quienes se sentaban a su lado. De este modo, poco a poco el grupo de personas que se decidían a reciclar el agua fue creciendo. Animado por aquella alentadora experiencia, Guo Yun concibió la idea de difundir esta forma de ahorrar agua entre todas las familias. Justamente entonces vio un programa de televisión sobre Yin Yuzhen, destacada representante de la lucha contra la desertización. Movido por su ejemplo, Guo Yun decidió consagrar su vida al ecologismo.

"Tras casarse con un hombre de Mongolia Interior y establecerse en esta región autónoma, Yin Yunzhen se vio obligada a acarrear agua desde más de cinco kilómetros para poder regar sus cultivos. A lo largo de dos décadas de duro trabajo, esta emprendedora mujer ha transformado 4000 hectáreas de desierto en un oasis. Al mirar este reportaje nos embargó tal emoción que no pudimos contener las lágrimas. El desierto de Taklamakán, el segundo mayor del planeta, es la región donde se originan las tormentas de arena, fenómeno que constituye una amenaza cada día más seria. Pero hoy en día es posible tratar las áreas desérticas con métodos más científicos. Cuando terminó el reportaje, decidí iniciar mi lucha contra la desertización".

Poco a poco, en la mente de Guo Yun fue tomando cuerpo una idea cada vez más clara: buscar una manera de organizar a quienes compartían la misma concepción de la protección medioambiental y elaborar un plan para unir sus fuerzas y divulgar dicha concepción. Pero como buen empresario, Guo Yun sabía que las ideas deben concretarse mediante la acción. Sin embargo, en Xinjiang aún no había ninguna ONG ecologista, lo que significaba que en este campo no había ninguna experiencia de la que aprender. Tras enterarse de que en Beijing había varias organizaciones de este tipo que estaban contribuyendo eficazmente a fomentar la protección del medio ambiente, Guo Yun decidió ir a la capital para conocerlas más de cerca.

Cuando a principios del 2006 volvió de Beijing, Guo Yun se volcó en la tarea de fundar la primera ONG ecologista de Xinjiang. Tras muchos esfuerzos y penalidades, finalmente logró su objetivo, materializado en el establecimiento del Oasis del Gobi, organización autorizada por el correspondiente organismo de asuntos civiles.

Una vez fundada esta organización, Guo Yun dejó sus negocios para poder dedicarse de lleno a la causa ecologista. Sin embargo, como las ONGs no producen ganancias, Guo Yun se quedó sin ninguna fuente de ingresos, algo que quizá a corto plazo no fuera a repercutir en su vida cotidiana, pero que planteaba un problema nada despreciable, pues para proteger el medio ambiente se requieren fondos. Guo Yun vendió su coche, pero tras financiar algunas actividades volvió a quedarse sin dinero. Entonces, haciendo de tripas corazón, vendió su casa.

Hu Chunhua, esposa de Guo Yun, nunca olvidará el 6 de diciembre del 2005. Ese día ambos se mudaron a un apartamento de menos de 60 metros cuadrados que habían alquilado. En un principio, ella ignoraba el verdadero motivo por el que habían vendido la casa. De hecho, creía que su esposo necesitaba el dinero para hacer una inversión. Pero cuando pasado algún tiempo comprendió lo que realmente estaba pasando, no lo comprendió y se sintió muy triste y agraviada. No obstante, los esfuerzos de su marido terminaron por convencerla y pasó a entregarse a la causa de proteger el medio ambiente con el mismo entusiasmo que él.

"La verdad es que al principio no podía entenderlo. Pero luego, a fuerza de reflexionar, comprendí que se trata de una causa que beneficia a la gente y que tengo que apoyar incondicionalmente a mi esposo. Esta iniciativa concebida por una sola persona ha cuajado y ahora cuenta con el respaldo de miembros de todos los sectores sociales. Para comprender que todos tenemos el deber de participar en esta causa es necesario implicarse en ella."

La ONG Oasis del Gobi, integrada por cerca de mil voluntarios, ha organizado varias decenas de actividades ecologistas. Entre ellas destacan las dedicadas al reciclaje de basuras en el Centro de Entretenimiento Acuático, así como las campañas para prevenir y tratar la contaminación causada por los gases de escape de los vehículos motorizados, y para divulgar conocimientos sobre la clasificación de las basuras y el tratamiento de los residuos tóxicos. Allí adonde van, los voluntarios del Oasis del Gobi conciencian a la población sobre la necesidad de proteger el medio ambiente.

En la campaña de prevención y tratamiento de la contaminación causada por los gases de escape, Guo Yun y sus voluntarios recorrieron el centro urbano de Urumqi, capital de Xinjiang, llevando pancartas con este eslogan: "Utilicemos la bicicleta y el autobús para reducir la contaminación y proteger nuestro hogar". Guo Yun aprovechó la curiosidad que esta singular iniciativa despertaba entre los transeúntes para explicarles apasionadamente sus ideas sobre la protección medioambiental.

En la organización de toda actividad hay gastos inevitables, como el alquiler de un local y el pago del transporte y la comida. Con el fin de estimular a los voluntarios, Guo Yun se comprometió a darles diez yuanes por cada actividad en la que participaran. No obstante, a medida que estas actividades han ido popularizándose, cada vez son más los participantes que, tras expresar su agradecimiento, rechazan el dinero y se declaran "voluntarios desinteresados".

Guo Yun creía que los 300 000 yuanes obtenidos con la venta de su casa y su coche bastarían para financiar la organización durante varios años. Poco imaginaba que en solo seis meses esa cantidad se reduciría en más de 100 000 yuanes. Algunos voluntarios le sugirieron allegar fondos para organizar actividades. Reacio a aceptar esta propuesta, Guo Yun dijo que seguiría adelante con su causa ecologista hasta que se le terminara el dinero.

"Cuando fundé esta organización, pensé que los cerca de 300 000 yuanes que aportaba serían suficientes para dos o tres años."

Decididos a encontrar nuevas fuentes de financiación y a minimizar los gastos, Guo Yun y su esposa dejaron el departamento alquilado y se trasladaron a su oficina. A medida que la ONG ecologista se ampliaba, la presencia de voluntarios dentro y fuera de la ciudad de Urumqi fue haciéndose cada vez más habitual y la concienciación sobre la necesidad de proteger el medio ambiente empezó a difundirse entre la población. El pasado mes de abril, el Comité Central de la Liga de la Juventud Comunista, la Federación de la Juventud China y la corporación Toyota concedieron a Guo Yun el premio "Joven más destacado en la protección medioambiental de China". Para Guo Yun, la concesión de este galardón era un reconocimiento que compensaba con creces su persistencia. Pero su situación económica no le permitía siquiera viajar a Beijing para recoger el premio. Finalmente, el viaje a la capital fue costeado por el Centro de Divulgación de la Protección Medioambiental de Xinjiang. Hu Chunhua, esposa de Guo Yun, comentó al respecto:

"Este premio representa una ratificación y un elogio de todo lo que ha hecho él. Pero eso no quiere decir que nuestro objetivo sea recibir premios. Ninguno de los voluntarios participa en las actividades para cosechar premios o alabanzas. Nuestro objetivo es simplemente contribuir a mejorar el entorno."

A pesar de que ya no disfruta de una holgada posición económica, Guo Yun está convencido de que ha ganado más de lo que ha perdido. Además de haberse granjeado el respeto de la sociedad, algo que no puede obtenerse con dinero, está llevando a cabo una tarea de gran importancia y está haciendo lo que le gusta hacer, todo lo cual le ayuda a soportar sus estrecheces económicas con resignación.

Guo Yun tiene un ambicioso plan a largo plazo para su causa de la protección medioambiental, la causa con la que se siente más identificado. Las actividades de su ONG contribuyen a elevar el grado de concienciación ecológica. Pero ahora el objetivo de Guo Yun es construir en menos de diez años un parque ecológico en el corazón del desierto de Taklamakán, concretamente en Yuli, distrito de la prefectura autónoma de Bayingguoleng.

"Creo que el mejor emplazamiento para el parque ecológico es el distrito de Yuli. Las tormentas de polvo cada vez más intensas que se abaten sobre la ciudad-oasis de Hetian se originan en el curso inferior del río Ta, es decir, en el distrito de Yuli."

Guo Yun tiene numerosos planes para el futuro. Pero de momento su mayor deseo es contar con más voluntarios, organizar más actividades ecologistas y aprovechar los esfuerzos conjuntos para influir en la sociedad, de modo que sus miembros presten más atención a la protección del medio ambiente.

 

 
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