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Wang Fang y su "Casa de ángeles"
2008-10-31 09:49:31   CRI

En este espacio, Microcosmos de la Sociedad China, les voy a contar la historia de una madre china y su "Casa de ángeles", un centro de rehabilitación y educación para niños con parálisis cerebral.

Nuestra protagonista se llama Wang Fang y vive en Nanning, capital de la Región Autónoma de Zhuang de Guangxi, en el suroeste de China. Wang es la madre de una niña que sufre de parálisis cerebral. Durante muchos años, esta mujer no escatimó esfuerzos y dinero para mantener "la Casa de ángeles", un centro de rehabilitación y educación para los niños con daños neurológicos. Un considerable número de infantes, procedentes de familias de bajos recursos obtuvieron tratamientos adecuados gracias a este centro de rehabilitación. Por esta razón, la ONU le otorgó a Wang Fang el Premio Contribución Extraordinaria, en reconocimiento a sus destacados esfuerzos en pro de la causa de los minusválidos.

En 1992, Wang Fang dio a luz a sus dos niñas gemelas: Baobao y Beibei. Sin embargo, apenas empezó a disfrutar de la felicidad de ser madre, a su hija Baobao le fue diagnosticada una parálisis cerebral. La mala noticia casi llevó a Wang Fang al borde de colapso.

"No había palabras capaces de describir mi estado en aquel entonces. Era como si se viniera abajo el cielo, y me quedé en blanco, sin saber qué hacer."

Ese día se convirtió para Wang Fang en el inicio de un camino prolongado y lleno de infinitas penalidades, en búsqueda de la curación para su hija.

La parálisis cerebral es una discapacidad infantil que afecta el movimiento, el uso del lenguaje y otras funciones. Su aparición se debe a una lesión en el cerebro, antes o después del nacimiento del niño. Actualmente no hay manera de curar totalmente esta enfermedad. Pero se puede lograr un mejoramiento en el estado y la calidad de vida del paciente a través de entrenamientos especiales.

Cuando Baobao tenía siete años, Wang Fang andaba por todas partes para encontrar una escuela que pudiera aceptar y permitirle a su hija estudiar como los otros niños. Pero, todo el esfuerzo fue en vano.

Durante el proceso de buscar curación para su hija, Wang Fang conoció a muchos padres chinos y extranjeros que enfrentan el mismo problema, así como a funcionarios de diversas instituciones de servicio social. En los contactos con ellos, descubrió que muchos niños que sufrían parálisis cerebral perdieron la mejor oportunidad de tratamiento por no lograr oportunos entrenamientos de rehabilitación, debido a diversos factores. Fue entonces que a Wang se le ocurrió la idea de crear una institución especial que ofreciera servicios de rehabilitación y educación a los niños afectados.

En 2002, en vísperas del Día Internacional de los Niños, en una vivienda común nació la "Casa de ángeles".

"Mi deseo es que más gente conozca que esos niños también son ángeles, y al mismo tiempo, deseo convertir el centro de rehabilitación en una casa donde los ángeles vuelen hacia el mundo, y llamar a más gente tener un corazón de ángel para amar a los niños."

El nombre completo de la institución de Wang Fang es la "Casa de ángeles, centro de rehabilitación y educación para los niños con paralísis de cerebro de Nanning". Al principio, la "Casa de ángeles" dispuso de tres trabajadores y cinco niños. A medida que se difundía la noticia, cada vez más familias enviaron a sus niños con parálisis cerebral a la "Casa de ángeles". Wang Fang recibió a todos con un costo muy bajo, para alivar la carga económica de los padres. Como consecuencia, los gastos superaron muy pronto a los ingresos. En el momento más difícil, le quedaban menos de 200 yuanes, imposible para pagar el alquiler, el agua y la electricidad, y el salario de los empleados. Pero Wang Fang no se rindió.

"En 2005, estuvimos en aprientos. Pedí ayuda a todos los amigos, sin excepción."

Para fundar la "Casa de ángeles" Wang Fang abandonó su trabajo en un centro de enseñanza superior. Sin embargo, nunca se ha arrependido por esa decisión, y al contrario, se siente orgullosa de tener a su cargo parte de las responsabilidades sociales. Dice que la "Casa de ángles" no pertenece a ella, sino a toda la sociedad.

"Todos los días me comunico con los niños. Sus palabras me han dado un gran consuelo. Algunos padres reencontraron la confianza, la alegría y la esperanza. Yo también obtengo mayor confianza por el futuro."

Tras la fundación de la "Casa de ángeles", Wang Fang logró exitosamente la combinación de rehabilitación física con la educación.

Xianxian, una niña de cinco años, entró hace dos años en la "Casa de ángeles".

"Antes no era capaz de levantar la cabeza. Tras dos años de tratamiento, ahora puede hacerlo despacio. Se siente alegre estar aquí. A veces pronuncia algunos sonidos para expresar su alegría. Somos afortunados por haber encontrado esta institución."

A lo largo de seis años, la "Casa de ángeles" ha ofrecido servicios de rehabilitación, educación, atención primaria, instrucción sobre las relaciones sociales y entrenamiento a los padres. Esta institución ha ayudado a más de 80 niños paralíticos de cerebro y a 500 familias del país. Muchos niños ya entraron en las escuelas normales gracias a los entrenamientos de rehabilitación.

El empeño de Wang Fang y sus compañeros llamó la atención del mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Visión Mundial, la Obra Arco Iris de Hongkong, así como diversos círculos sociales han tendido la mano a la "Casa de ángeles". Actualmente, en cada 100 yuanes de gasto hay 52 provienen de la donación social.

Según estadísticas, la probabilidad de contraer la parálisis cerebral mundial es entre 0,2 y 0.5%. En la provincia de Guangxi, pueblo natal de Wang Fang, hay 60 mil pacientes entre cero y 14 años. A partir del 2006, Wang Fang empezó en Guangxi una investigación de las familias rurales con niños que padecen la enfermedad. Dice que su mayor deseo es contruir una escuela de gran magnitud que sea capaz de ofrecer a los niños afectados todo tipo de servicios, como la rehabilitación, la enseñanza y el aprendizaje de oficios.

"Deseo que esos niños tenga una habilidad especial y un lugar donde puedan realizar sus prácticas sociales. También deseo que surjan más "Casas de ángeles" sin objeto de lucro."

 

 
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