En la ciudad de Xi'an, situada en el noroeste de China, Chen Jiarong, un experto en el tratamiento de la disfasia, más conocida como tartamudez, ha estudiado una serie de métodos para corregir esta condición. Esto le ha permitido ayudar a más de 20 mil tartamudos de todo el país a hablar fluidamente.

En Xi'an, existe una institución especial llamada "Escuela Especializada de Comunicación Oral". Su fundador, Chen Jiarong, experto en el tratamiento de la tartamudez, nos explica que, para los tartamudos, poder expresarse con fluidez es un sueño. Inclusive, pronunciar una palabra tan sencilla como "papá", puede ser todo un desafío para un tartamudo. Uno de los pacientes de Chen Jiarong no pudo hacerlo durante 40 años y cuando finalmente lo logró, tras recibir tratamiento en la escuela, la repetía una y otra vez. Lamentablemente, su padre ya había fallecido. Historias como éstas eran inimaginables para nosotros antes de conocer los casos de quienes acuden a esta escuela.

Al entrar en esta institución, nos encontramos con un grupo de alumnos que acaban de terminar su clase, ellos son amables y bienhumorados. Wang Hua proviene de la Región Autónoma Uigur de Xinjiang y nos dijo que el día anterior el profesor Chen le había dado una clase de motivación psicológica a fin de mejorar su estado de ánimo. Wang Hua, con una actitud más positiva y optimista, nos contó:

"Hoy en día trabajo como obrero petrolero, creo que cuando pueda hablar con elocuencia, tendré buenas condiciones para acceder a una posición de más rango."

Durante las conversaciones con algunos alumnos, apenas podíamos percibir su disfasia, parecía que ya llevaban largo tiempo recibiendo este tratamiento. Sin embargo, el profesor Chen nos dijo que ellos habían venido a la escuela apenas un día y que el día anterior, su disfasia aún era muy grave.

Tras un sólo día de estudio, los alumnos son capaces de alcanzar un rápido progreso, gracias a la terapia especial creada por Chen Jiarong.

La terapia de Chen consiste en estimular a los tartamudos a hablar y expresarse incesantemente, pronunciando incluso palabras disconexas. Estas palabras, a pesar de que puedan parecer sin sentido, expresan lo que la persona ve, piensa y oye y poco a poco comienzan a transmitir un contenido principal, para luego ir formando frases completas con sujeto y predicado, que luego le permitirán construir frases lógicas y organizadas. Lo crucial en esta etapa es superar la traba psicológica para poder avanzar en el ejercicio que se extenderá durante 27 días.

Chen Jiarong nos dice que, en un primer momento, es necesario cambiar la manera de hablar de los pacientes, haciéndola más lenta, pausada y suave. En la segunda etapa, se requiere un tratamiento psicológico para eliminar el complejo de inferioridad y superar los obstáculos psicológicos. Durante este proceso, el profesor utiliza diversos métodos de tratamiento y cambia las ideas y percepciones de manera subconciente.

"Los tartamudos siempre tienen una creencia de que no pueden actuar bien cuando están nerviosos o cuando están en público, o ante personas del sexo opuesto. Es por ello que nos dedicamos a eliminar estos pensamientos a través de un cambio de su percepción."

Tras superar los obstáculos psicológicos, se les entrena a hablar en público, expresarse de forma elocuente con otras personas a fin de elevar su capacidad de sobrellevar la presión. Cuando los alumnos alcanzan cierto grado de tratamiento, Chen les hace pronunciar discursos en autobuses o en la calle para desafiar sus límites psicológicos. Wang Youli, quien ha pronunciado discursos en público, nos comentó:

"Anteriormente, si yo tartamudeaba un poco al hablar, me sonrojaba toda. Si los demás me lo señalaban, me sentía incómoda. Pienso que el mayor logro para mí es hablar fluidamente, ése ha sido mi sueño durante décadas."

El propio Chen Jiarong, creador de este tratamiento para la disfasia, solía ser tartamudo. Desde niño, cuando intentaba hablar, quedaba con la boca abierta, sentía fuertes palpitaciones, se quedaba sin aliento y sudaba intensamente. Tras graduarse da la escuela secundaria, decidió superar la tartamudez e intentó hacerlo valiéndose de diversos métodos. Tras numerosas pruebas, Chen Jiarong se percató del hecho de que, si se aspira profundamente antes de hablar, uno puede relajarse. Además, la motivación psicológica, ejercicios musculares especiales y de pronunciación y práctica también pueden aliviar la disfasia.

"Cuando siento una liberación del corazón, me parece que recupero la tranquilidad original. Las palabras salen de mi boca naturalmente, sin tener que pensarlo."

Tras dejar atrás muchos intentos fracasados en su búsqueda de un método científico durante 6 años de esfuerzos, por fin logró corregir su disfasia. Fue entonces cuando se le ocurrió la idea de abrir una clínica para ayudar a los demás tartamudos a superar esta condición, enseñándoles su propia experiencia. En la actualidad, el ámbito de enseñanza de Chen Jiarong se ha extendido desde ayudar a los tartamudos a recuperar su capacidad de hablar fluidamente a prepararlos para que se comuniquen de manera elocuente. De esta forma, él espera brindarle una vida mejor a muchas personas, facilitando su capacidad de comunicación.