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La montaña del Sol y de la Luna y el lago de Qinghai
2008-09-29 22:23:45   CRI

La montaña del Sol y de la Luna se encuentra a 90 kilómetros de la ciudad de Xi'ning. Según una leyenda, hace más de 1,300 años, cuando la princesa Wencheng iba a casarse con el rey tibetano Songtsan Gambu. Su padre, el emperador Taizong de la dinastía Tang, le mandó un espejo de oro. En el espejo precioso, ella podía ver su tierra natal y a sus seres queridos. Cuando ella llegó a la colina de Shiling, pensó en su tierra natal. Sus ojos posaron en el espejo para ver su tierra natal, pero no podía ver lo que ella esperaba. Por lo que se enojó tanto que tiró el espejo en la colina, cuyos fragmentos se convirtieron en dos piedras, uno semejante al sol, y el otro, a la luna. Desde ese entonces, la gente la denomina "la montaña del Sol y la Luna". Después de atravesar esta montaña, la princesa llegó a un río, y cuando de pronto se puso muy triste pensando en su tierra natal, y se echo llorar desconsoladamente y sus lágrimas fluían copiosamente al río y éste, de repente, empezó a correr en dirección contraria. "Todos los ríos corren hacia el este, sólo este río, hacia el oeste", por lo cual , es conocido como "el río que corre en al revés".

 

El lago de Qinghai , la masa de agua salada más grande de nuestro país, está situado en la meseta Qinghai-Tíbet, a 3,200 metros sobre el nivel del mar. Qinghai, nombre que significa "mar azul verde", tiene una superficie de 4,538 kilómetros cuadrados y una profundidad promedio de 25 metros, en donde más de 50 ríos vierten sus aguas y se encuentra rodeado por una cadena de montañas de majestuosos picos nevados. Como el lago contiene diversos elementos químicos, no es potable, pero en él abunda un tipo de pez sin escama de carne tierna y sabrosa .

El lago de Qinghai, de características típicas de un lago de meseta, es extenso, imponente y de superficie fulgurante. Cuando hace buen tiempo, en sus aguas verdes se reflejan, además de blancas nubes que parecen flotar, las montañas nevadas ofreciendo un panorama extraordinario y cuando hay mucho viento, habitualmente este lago se muestra agitado y violento, lo que produce un sorprendente fenómeno.

 

La isla de las aves, situada en el noroeste del lago de Qinghai, tiene la forma de un renacuajo. Mide más de 500 metros de longitud y 150 metros de ancho apróximamente. Es una zona que está bajo la protección del Estado. En ella habitan unas 100,000 aves migratorias de más de una decena de especies, entre ellas los gansos de cabeza listada (Anser indicus ), gaviotas de cabeza negra (Larus ichthyaestus ), gaviotas de cabeza parda (Larus brunmicephalus ), etc.

Entre estas aves migratorias podemos reconocer a los gansos de cabeza listada por las dos franjas negras que atraviesan la parte blanca de su cuerpo. Estas aves con textura rolliza tienen el plumaje gris y son torpes al caminar, porque son grandes y de patas cortas. Se nutren fundamentalmente de vegetales. Las gaviotas, de cabeza negra, tienen el cuello y el vientre blancos y pesan alrededor de 1,5 Kg. Se alimentan principalmente de peces . Los cormoranes tienen un plumaje completamente negro y en el cuello que es muy largo, hay una cavidad elástica en donde puede caber un pez entero. Son habilísimos en la captura de peces, por lo que en el sur de nuestro país, los habitantes los conocen como "águilas pez cazadoras".

Cada año entre marzo y abril, estas aves llegan en bandadas al lago de Qinghai, después de haber volado miles y miles de kilómetros.

En la isla de las aves ellos construyen sus nidos, empollan sus huevos y crían a sus polluelos. Como a fines de septiembre el tiempo comienza a enfriar, estas aves, llevando consigo a sus polluelos, retornan a su lugar de procedencia.

En el templo de la princesa Wencheng, que se encuentra en el distrito de Yushu de la provinicia de Qinghai, es de un típico estilo tibetano. Hay allí una estatua de 8 metros de altura de la famosa princesa de los Han, en posición sentada. Según la leyenda, en la época de la dinastía Tang, cuando la princesa se dirigía al Tíbet, se guardó un tiempo en este lugar para enseñar a los tibetanos a tejer y cultivar la tierra, con todo lo cual se ganó el respeto de todo el pueblo tibetano. En homenaje a la princesa Wencheng, los tibetanos construyeron este templo. Este hecho nos muestra muy claramente la amistad que se prodigadan los Han y los tibetanos y la existencia de intercambio político, económico y cultural. Los creyentes lamaístas y los turistas visitan este lugar, unos en peregrinación y los otros para conocer este hermoso templo.

 
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