Los XXIX Juegos Olímpicos de Beijing tuvieron un final esplendoroso y espectacular en su ceremonia de cláusura, que también se reflejó en los distintos escenarios deportivos con la actuación de siete luminarias que atrajeron la admiración del mundo.

El "Cubo de Agua" fue escenario de las hazañas que logró el norteamericano Michael Phelps, donde destrozó todos los pronósticos con la cosecha de ocho medallas doradas, dejando atrás las siete preseas que ganó su compatriota Mark Spitz en Munich 1972.

Phelps impresionó por su fuerza y velocidad para surcar el agua de la piscina, que le permitió alcanzar medallas en las pruebas de 100 y 200 metros mariposa; 200 y 400 metros estilos; 200 metros libres; 4x100 estilos; 400 individual y 4x200 libres.

La fiesta en el Estadio Nacional "Nido de Pájaro" se la llevaron los atletas jamaicanos, la hermosa rusa de salto con garrocha y el corredor de fondo etiope.

Usain Bolt, el hombre más rápido sobre la tierra, además de terminar con el dominio de los Estados Unidos y conquistar tres medallas de oro, impuso tres nuevos récords y causó polémica por sus festejos efusivos en cada una de sus tres competencias. El jamaicano dejó tres marcas del mundo difíciles de superar en el futuro.

Yelena Isinbayeva, además de su belleza, cautivó al planeta con su salto de 5,05 metros en la prueba de garrocha; la rusa, radicada en Italia, superó su propia marca olímpica e impuso un récord mundial.

Sobre el tartán del Estadio Nacional, el etiope Tirunesh Dibaba saltó a la gloria al ganar las medallas de oro en las pruebas de 5. 000 y 10.000 metros, hazaña que no se había igualado desde hace 28 años.

En la duela, el basquetbolista Kobe Bryant, integrante del seleccionado de Estados Unidos, fue otra de las siete luminarias del deporte mundial que se colgó la medalla de oro y fue el líder del "Dream Team" y una de las máximas estrellas de la justa veraniega.

Bryant cumplió los 30 años de edad el día en que Estados Unidos se coronó en Beijing y recuperó la supremacía del baloncesto masculino.

En las canchas de fútbol hubo una figura que brilló con luz propia, el argentino Lionel Messi, la gran figura de la selección argentina y pieza clave para que su país refrendara la medalla de oro, ganada hace cuatro años en Atenas 2004, quien, al lado de Sergio "Kun" Agüero y Riquelme, maravillaron a Beijing con su fútbol.

Finalmente, el español Rafael Nadal vino a Beijing para llevarse la medalla de oro en el tenis y reafirmarse como la raqueta número uno del mundo de este deporte.

¿Con cuál se queda usted?