Lin Hao es un alumno del segundo curso de la Escuela Primaria de Yuzixi, en el poblado de Yingxiu, perteneciente al distrito de Wenchuan, epicentro del sismo del 12 de mayo. En el momento en que se produjo el fuerte temblor, este niño, de nueve años de edad, y sus dos compañeros de clase quedaron atrapados en un pequeño espacio bajo una tabla de hormigón. Dos horas después, Lin Hao se despertó y empezó a mover su cuerpo, tratando de acercarse poco a poco al exterior. Por fin, logró salir de entre las ruinas. El niño, que se salvó con sus propias fuerzas, en vez de escapar, cargó sobre su espalda a sus dos compañeros a un lugar seguro.
"Mis dos compañeros pesaban sobre mí. Me arrastré con toda mi fuerza. Luego, los halé hacia el exterior desde los escombros. Como ellos estaban desmayados, tuve que llevarlos uno por uno sobre mi espalda. Sus padres los llevarían a casa al final."
En el grupo de Lin Hao había 31 alumnos. Solo 10 de ellos sobrevivieron al sismo, entre los cuales están los dos salvados por Lin Hao. Cuando le preguntamos por qué regresó a salvar a sus compañeros, nos respondió de una forma muy sencilla.
"Por que soy el líder del grupo."
Para salvar la vida de sus compañeros, Lin Hao sufrió heridas en la cabeza. Sin embargo, nos contó con mucha calma,
"Al principio no estaba lesionado. Las heridas se produjeron cuando trataba de llevarlos a un lugar seguro."
Los socorristas llevaron a Lin Hao al Hospital Infantil de Chengdu para recibir tratamiento médico. Actualmente, el pequeño héroe se restablece y ya regresó al lado de sus padres. Cuando le preguntamos qué ideal tiene para el futuro, nos contestó:
"Anteriormente tenía como ideal ser estudiante de la Universidad Tsinghua. Ahora, después de que muchos de mis compañeros y maestros quedaran enterrados bajo los ecombros, deseo ser un arquitecto, para construir edificios indestructibles, aún en los terremotos de ocho grados en la escala de Richter."
La situación que enfrentó Xue Xiao, un estudiante de secundaria de 17 años, fue mucho más comp licada que la de Lin Hao. Su sala de clase empezó a estremecerse con fuerza cuando Xue Xiao y sus compañeros estaban concentrados en la clase. La oscuridad los envolvió en un instante. A eso de las 19:00 horas del 15 de mayo, los socorristas encontraron entre las ruinas a Xue Xiao y a otra alumna. A pesar de que la herida de Xue era más grave que la sufrida por su compañera, el joven exigió a los médicos salvar primero a ésta. He Hongwei, soldado del Ejército de Liberación Popular de la zona militar de Beijing, quien presenció la escena, dijo:
"La situación de Xue Xiao era muy peligrosa, ya que había quedado más tiempo enterrado. Su nivel de conciencia era muy débil. Somos socorristas y sabemos que si el sobreviviente queda inconciente, posiblemente no se despertará más."
Para dar ánimo a Xue Xiao, He Hongwei continuó charlando con él.
"Me preguntó qué me gustaba comer, y le respondí que me gustaba el helado. Dijo, "bueno, te compraré uno". Le dije "de acuerdo, pero tienes que resistir. Cuando estés a salvo, me comprarás un helado". "Hecho", me respondió. Entonces, le pregunté qué le gustaba a él. Me dijo: "No me gusta el helado, sino el refresco."
Xue Xiao fue ingresado posteriormente en el Hospital Huaxi de la Universidad de Sichuan. Lamentablemente, sufrió una amputación de su mano derecha. El muchacho, tras la operación, sigue siendo tan optimista y tranquilo como antes. Por el momento, está guardando cama. Viendo los refrescos enviados por todos aquéllos que se preocupan por su salud, se comprometió, con una sonrisa, a poner más empeño para recuperarse cuanto antes y dedicarse con más ahinco a sus estudios.
Ahora hablaremos de la historia de una maestra de 26 años. Su nombre es Yuan Wenting. Antes del terremoto, enseñaba a los alumnos del primer curso en una escuela primaria del poblado de Shigu, perteneciente a la ciudad de Shifang. En el momento del sismo, abrazó a un niño y lo sacó de la sala de clase. Luego, regresó para salvar a otros niños. Esto permitió que 13 alumnos quedaran a salvo, gracias a su ayuda. Wu Jiahui, el décimo tercer niño salvado, nos contó llorando: "Luego de dejarme en la entrada de la sala, la maestra Yuan se devolvió para salvar a los demás compañeros. Escuché un estruendo y el techo se cayó. Solo pude ver los pies de mi maestra."
A las 10 de la noche del 12 de mayo, los socorristas encontraron bajo una pesada tabla de hormigón a la maestra Yuan. Cuando retiraron la tabla, los presentes no pudieron contener las lágrimas ante la escena de la maestra protegiendo con su delgado cuerpo a un alumno. En tal postura, descansó para siempre. Numerosos cibernautas chinos han apodado a Yuan la maestra más bella de China.
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