Su origen se hall explicado en un hecho ocurrido en la época de la dinastía Qin, entre los años 221 y 206 antes de nuestra era.
Un ejército de 200 mil soldados del reino de Qin sitió, a través de un cerco infranqueable al rey de Zhao, en Julu. El rey de Chu, por su parte, decidió enviar una tropa dirigida por el famoso general Xiang Yu para liberar a su íntimo amigo.
Al acercarse al reino de Zhao, el general Xiang Yu envió a dos oficiales y 20 mil soldados con la misión de cruzar el río Zhang y atacar por sorpresa a los de Qin, pero no lograron su cometido. Justo, en este momento crítico, llegó un mensaje del rey sitiado pidiendo urgente socorro. Entonces, Xiang Yu decidió dirigir él mismo la maniobra.
Cuando todos los guerreros se hallaban en la otra orilla habiendo desembarcado, el general ordenó que cada cual llevara una ración para tres días y luego rompiera las calderas, quemar a sus propias tiendas de campaña y hundiera todas las naves.
Sorprendidos , los soldados preguntaron:
--- ¿ Cómo podemos alimentarnos sin calderas? Y ¿ cómo regresaremos a nuestro país sin naves?
No obstante, comprendiendo que la única salida estaba en derrotar al enemigo y salvar al rey de Zhao, obedecienron la orden. Retroceder significaba la muerte.
De hecho, los soldados de Chu se lanzaron al combate como leones, decididos a obtener la victoria y la lograron. Fue así como se salvó el reino de Zhao.
Este proverbio hace referencia a los casos en los que, para lograr un objetivo, se recurre a situaciones extremas. Se parece al dicho español " Quemar las naves", que evoca lo que se vió obligado a hacer el conquistador de México, Hernán Cortés, cuando quemó sus naves para impulsar a sus soldados a seguir adelante durante la conquista de los nuevos territorios.
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